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Cómo ha cambiado el poder adquisitivo con la pandemia

Wed Mar 31 09:15:06 CEST 2021

El salario medio ha caído un 3,1%, siendo el resultado más desfavorable en, al menos, los últimos 50 años

Ingresos, gastos, paro, ERTE... Estos son algunos de los conceptos que han cobrado una gran relevancia a raíz de la crisis provocada por la COVID-19. No es para menos si se tiene en cuenta que España finalizó 2020 con una subida del paro de 527.900 personas, lo que supuso un 16,5% más que en el año anterior, y un retroceso de la ocupación de 622.600 trabajadores (-3,1%), reflejando en ambos casos los peores datos anuales de la Encuesta de Población Activa (EPA) desde el año 2012. De este modo, la tasa de desempleo se situó en el 16,13%, siendo el número total de parados de 3,72 millones de personas.

Además, los hogares con todos sus miembros en paro subieron en 2020 en 183.900 casos, un 18,1% más respecto a 2019, hasta situarse en 1,2 millones, su mayor cifra en un cierre de año desde 2017. Asimismo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta crisis ha supuesto el cierre de algo más de 207.000 empresas (una de cada seis) y ha obligado a echar el cierre a 323.000 autónomos, el 10% del total, según los datos correspondientes a los nueve primeros meses de 2020.

Este impacto en el mercado laboral ha tenido una consecuencia directa en el salario medio de los trabajadores españoles y, por ende, en su poder adquisitivo. Según el último informe de Adecco Group Institute, la tendencia al alza del salario medio en España, que se había iniciado en la segunda mitad de 2017, ha concluido. Así, este indicador acumula tres trimestres consecutivos de caída situándose en los 1.641 euros mensuales (excluyendo pagas extraordinarias, horas extras y otros conceptos). El descenso interanual, del 3,1%, es el resultado más desfavorable en, al menos, los últimos 50 años.

A este respecto, los salarios de los españoles han perdido un 1,4% de capacidad de compra (una vez descontada la inflación). Es decir, que con su sueldo pueden gastar un 1,4% menos, mientras que, un año atrás, el poder adquisitivo subía un 0,9%. Trasladado a cifras, esta disminución implica que el asalariado medio tiene en su bolsillo 280 euros menos al cabo de un año.

Según un estudio del Grupo KRUK, compañía de gestión de cobros, el 43,1% de la población encuestada reconoce que tiene menos ingresos que antes. Ante esta situación, la capacidad financiera y de pago de muchos hogares se ve mermada, como refleja el hecho de que un 24,2% afirma que ha tenido dificultades para pagar los gastos habituales del día a día, y el 27,5% explica que ha tenido problemas para afrontar gastos extraordinarios o que no tenía previstos.

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Qué ocurre por comunidades autónomas

Si se amplía este análisis a las comunidades autónomas, la retribución media ha caído en todos los territorios a excepción de la Región de Murcia, donde se ha incrementado un 1%, hasta situarse en los 1.458 euros. No obstante, esta mejora no ha sido suficiente para que esta comunidad abandone los últimos puestos de la cola en cuanto a los sueldos medios más bajos. Junto a la Región de Murcia se sitúan Islas Baleares (1.405 euros), Extremadura (1.338 euros) y Canarias (1.281 euros). Los archipiélagos han sufrido el mayor recorte en los salarios medios, con un retroceso del 13,2% en el caso de Islas Baleares y del 12,8% en Canarias.

Al otro lado de la balanza se encuentran la Comunidad de Madrid (1.964 euros), País Vasco (1.954 euros) y Navarra (1.837 euros), que siguen copando los primeros puestos de la clasificación con las retribuciones más elevadas. Por su parte, Cataluña, que ocupa el cuarto lugar, ha experimentado una bajada interanual del 4,6%, lo que ha dejado el salario medio en los 1.725 euros (se trata del tercer mayor recorte autonómico). Además, el Principado de Asturias completa el listado de autonomías que superan la media nacional, con 1.672 euros al mes.

En el resto de los territorios, Cantabria registra un salario medio de 1.582 euros, Aragón de 1.530 euros, Galicia de 1.523 euros y La Rioja de 1.507 euros. Ya por debajo de los 1.500 euros se sitúan Castilla-La Mancha (1.489 euros), Castilla y León (1.483 euros), la Comunidad Valenciana (1.482 euros) y Andalucía (1.475 euros).

¿Qué cambios ha experimentado el poder adquisitivo de los españoles?

En lo que respecta al poder adquisitivo de la ciudadanía, cabe destacar los casos de Galicia, del Principado de Asturias y de Navarra, que continúan con la tendencia al alza que ya venían registrando un año atrás, antes del estallido de la pandemia. Son los gallegos los que más poder adquisitivo han ganado, un 1,9%. Cabe destacar también lo ocurrido en territorios como la Región de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía, que han logrado revertir la pérdida de poder de compra de hace un año, protagonizando incrementos del 1,8%, del 1,2% y del 0,4%, respectivamente.

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En el resto de territorios los ciudadanos han experimentado un retroceso en la capacidad de compra. Los menos acusados se han producido en La Rioja, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Extremadura, con una pérdida inferior al 1%, mientras que en las Islas Baleares y Canarias el recorte ha sido del 12% y del 12,1%, en cada caso.

La situación de las islas responde a que son las dos regiones con un mayor número de trabajadores acogidos a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Según Randstad Research el archipiélago canario cuenta con un 10,8% del total de afiliados a la Seguridad Social incluidos en esta medida, mientras que el balear acoge un 7,3%. Y es que el turismo, uno de los sectores más golpeados por la pandemia, supone un 42,1% del producto interior bruto (PIB) de las Islas Baleares y un 30,5% de Canarias.

¿Más ahorro?

En España las familias no cuentan con una cultura de ahorro adecuada. En vez de acumular ahorro en los momentos de bonanza económica, los hogares españoles elevan su consumo, mientras que, ante circunstancias económicas adversas, elevan su tasa de ahorro. Esta es una de las conclusiones del Observatorio del Ahorro Familiar, una iniciativa conjunta de la Fundación Mutualidad Abogacía y la Fundación IE.

De hecho, en el segundo trimestre de 2020 la tasa de ahorro de los hogares alcanzó el 31,1% de la renta disponible, casi 60.300 millones de euros, una cifra histórica, según el INE. En el caso del tercer trimestre, último dato disponible, este indicador se situó en el 4,8% (eliminados los efectos estacionales y de calendario fue del 15,1%).

Por su parte, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO) señala que el ahorro financiero (activos financieros) de las familias españolas se situó en 2,31 billones de euros a finales de septiembre de 2020, según datos del Banco de España. En el tercer trimestre, los hogares españoles redujeron en 38.986 millones de euros su saldo en activos financieros.

En términos interanuales, y en un entorno de elevada incertidumbre con una notable aversión al riesgo de las familias, 2020 cerró con un incremento de los depósitos de los hogares de un 7,7%, hasta alcanzar la cifra récord de los 960.000 millones de euros. De hecho, los depósitos ya representan casi el 42% del ahorro financiero de los hogares, prácticamente en niveles de 2013.

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Como explica Amelia Pérez Zabaleta, presidenta del Colegio de Economistas de Madrid (CEMAD), "como el consumo ha disminuido, el incremento de ahorro se ha mantenido, entre otros, por un motivo de precaución, por la preocupación de disponer de fondos para poder hacer frente a imprevistos. No es un ahorro destinado a la inversión de bienes duraderos sino más bien, un ahorro que se ha atesorado y se encuentra en gran parte en efectivo y depósitos a la vista pues es más fácil su reembolso". Si bien se espera que en 2021 las tasas de ahorro de los hogares españoles sean superiores a las de años anteriores, no serían tan elevadas como en 2020.

Según las previsiones del Banco de España, el consumo privado crecerá en 2021, bajo el escenario central, un 8,8%, tasa que se elevaría hasta el 10,7% en el escenario suave y que descendería al 6,1% en el severo. Una vez resuelta la crisis sanitaria y restablecidos los niveles habituales de gasto, las tasas de avance del consumo tenderán también a moderarse, aunque serán todavía relativamente elevadas en el conjunto de 2022 debido a los efectos de arrastre positivos con origen en la segunda mitad del presente año.

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En este contexto, es importante saber que tener los ahorros parados genera pérdidas con el tiempo, ya que el valor del dinero se deprecia. Con la calculadora ¿Cuál es el coste de tener mis ahorros parados? de Banco Sabadell puede comprobarse fácilmente: por ejemplo, una persona que tiene 5.000 euros guardados y que mensualmente puede ahorrar 200 euros; podría obtener en 10 años casi 23.700 euros. Si ese ahorro se invirtiese, con un perfil moderado, el valor real de ese dinero sería de casi 36.500 euros.

Un vehículo adecuado para maximizar los ahorros son los fondos de inversión, ya sean de renta variable, renta fija o mixtos. Este producto es una de las mejores opciones para 'no poner todos los huevos en la misma cesta', ya que permiten acceder a una cartera diversificada por tipos de activos, países y sectores, con buena fiscalidad (se benefician del diferimiento fiscal), con liquidez y gestión profesional. Junto a la diversificación, aspectos como ajustar la inversión al perfil de riesgo, tener en cuenta el horizonte temporal según las necesidades presentes y futuras, invertir con constancia o realizar aportaciones periódicas son aspectos esenciales para minimizar el riesgo.

También es decisivo contar con ayuda profesional. Es importante acudir a la figura del gestor personal o asesor. Actualmente, con la entrada en vigor de la normativa MiFID (Markets in Financial Instruments Directive), existe una máxima protección del usuario a la hora de ser asesorado en productos de ahorro e inversión. Es importante dejarse aconsejar por los profesionales del sector, unos expertos debidamente formados y acreditados para el ejercicio de su función. El asesoramiento será de máxima transparencia y protección ofreciendo siempre las alternativas que se correspondan en base a la formación, la experiencia y los objetivos del cliente.

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