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Internacionalización y Competencia
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¿Dominará Europa el sector tech a nivel global en la próxima década?

Mon Aug 03 13:35:49 CEST 2020

La Unión Europea está en condiciones de convertirse en el líder global de la próxima gran revolución tecnológica que está en ciernes. Para lograrlo, el apoyo de la Administración y la llegada de financiación a las startups serán los elementos claves.

Decía el célebre escritor de ciencia ficción Arthur Clarke que “cualquier tecnología suficientemente avanzada es equivalente a la magia”. Y, precisamente, en esa piedra filosofal que es la innovación, Europa parece que en los últimos años se ha quedado algo rezagada frente a otras regiones como Norteamérica o Asia. Esto es así porque hoy todo lo que tiene que ver con I+D+i está en un sentido u otro íntimamente ligado a lo digital, y es ahí donde el continente tiene un déficit de grandes players internacionales con respecto a lo que sucede en otros países. De hecho, en la actualidad, de cada diez euros que van a financiar empresas ligadas a la innovación, cuatro emprenden rumbo a EE.UU. o a China, y solo dos tienen como billete de destino el Viejo Continente.

Esta aparente pérdida de liderazgo tecnológico podría, según el informe ‘Innovation in Europe’ del McKenzie Global Institute, llegar a convertirse en algo crónico entre los distintos Estados Miembros de la UE, lo que provocaría que los grandes inversores mundiales en startups decidieran apartarlos de su radar de seguimiento, con el consecuente impacto negativo para el crecimiento y desarrollo futuro de estas jóvenes empresas. De todos modos, los especialistas que han elaborado este documento aseguran que esta visión es excesivamente sombría y que en el último lustro se está notando “un renovado espíritu de ambición” en nuevos proyectos de negocio basados en tecnologías digitales con una especial vocación en la mejora de las capacidades y de los trabajos humanos.

Otro estudio, en este caso de Deloitte, revela que la innovación es una prioridad estratégica para el 88% de las mayores empresas europeas, que afirman, además, que les gustaría ir aumentando su presupuesto para esta partida en los próximos años. Una evidente diferencia respecto a otros países y regiones, las organizaciones del continente creen que sus futuros desarrollos en el campo tecnológico servirán, en primer lugar, para incrementar la plantilla a tiempo completo, estando la mayoría de los proyectos circunscritos a los ámbitos del análisis de datos, la computación en la Nube, la Inteligencia Artificial (IA), la realidad aumentada y la automatización en los procesos operativos mediante el uso de la robótica.

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Problemas que afrontar

Ambos informes sintetizan algunos de los principales retos que debe afrontar con urgencia Europa en temas de innovación si pretende tomar una posición de liderazgo. Uno de los más destacados es el de generar clústeres y redes que fomenten el intercambio de conocimiento tecnológico entre las empresas europeas y les conecten tanto con las universidades como con potenciales inversores. En paralelo, se cita también, el cambio de percepción que deben afrontar muchas grandes compañías del continente en relación a la cultura de innovación. Según estos expertos, la resistencia a la modificación de sus estructuras corporativas es muy elevada entre algunos consejos de administración, en especial en los de algunas grandes empresas cotizadas. En este sentido, la seguridad de los datos, la falta de proveedores de tecnología que acompañen a los procesos de innovación o la necesidad de una mayor capacitación de los equipos humanos son algunas de las causas que refieren los directivos cuando se les pregunta el por qué no se apuesta más por la inversión interna en I+D+i.

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Sifted y Financial Times han elaborado un estudio en el que analizan el dilema circular que está retrasando el crecimiento de los proyectos de I+D tecnológicos en la región. Las crecientes expectativas de clientes y otros agentes de interés sobre el desarrollo de nuevas innovaciones por parte de las grandes empresas del continente está provocando que, directamente, éstas inviertan en startups y hasta en iniciativas de intraemprendimiento de manera rápida, sin antes acometer los cambios internos para generar a medio plazo una cultura global basada en la innovación, por medio de la cual se fomenten alianzas con otras entidades de todo el mundo para aumentar las probabilidades de éxito. Si a esto le sumamos una mano de obra envejecida, una excesiva legislación y unos ecosistemas operativos heredados que no son tan fáciles de modificar, es posible encontrar algunas de las claves que explican por qué Europa solo es el hogar de la décima parte de los unicornios del planeta (es decir, de las empresas cuya valoración supera los mil millones de dólares).

Optimismo hacia el futuro

Pocos meses antes de que estallara la crisis sanitaria, la Comisión Europea publicó el informe ‘Future technology for prosperity – Horizon Scanning’, que referencia que los distintos países que integran la UE están listos para liderar la innovación global, tienen el potencial humano para lograrlo y los recursos para afrontar con éxito los diferentes procesos de cambio. Una de las principales ideas que sustentan el documento es que los gigantes tecnológicos de la próxima década serán muy diferentes de las plataformas tipo Facebook o Google que hoy conocemos, y que, básicamente, son los grandes dominadores globales de la publicidad online.

Tampoco otros sectores que hoy lideran los rankings de inversión, como las aplicaciones para telefonía móvil, los servicios de vídeos en streaming o las utilidades relacionadas con el Hosting o el Cloud Computing, serán los privilegiados en unos años. En cambio, en poco tiempo, señalan, seremos testigos del auge global de entidades especialistas en tecnologías de vanguardia en ámbitos como la robótica y los semiconductores, o empresas que están ultimando sus desarrollos digitales en campos como la medicina, la alimentación o el sector financiero. Y en todos ellos, Europa tiene que tomar casi forzosamente una posición de liderazgo, puesto que cinco de las diez mejores universidades de informática del mundo y un tercio de las más prestigiosas en ingeniería y tecnología tienen su sede en el continente.

Como complemento a estas expectativas, el máximo responsable de innovación digital de la DG Connect de la Comisión Europea, el letón Peteris Zilgalvis, ha afirmado que desde Bruselas se va a presentar un ambicioso programa de estímulo y desarrollo para nuevas empresas focalizadas en Blockchain, tecnología cuántica, 6G e Internet de las Cosas, porque están completamente convencidos de que hay que apoyar a algunos grandes proyectos que están germinando sobre estas tecnologías en la UE y, sobre todo, contribuir a que se establezcan alianzas de éxito entre ellas para fortalecer y acelerar su crecimiento. Sin embargo, consciente de la velocidad de cambio actual, el propio Zilgalvis avisó de que hay que estar de manera permanente apoyando la innovación, porque está convencido que, al menos, una de las cinco grandes industrias mundiales en 2030 ni siquiera se ha inventado todavía.

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Fotografía de Pixabay en Pexels
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