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Captar talento digital, ¿cómo encontrar el mejor perfil?

Thu Jun 18 09:52:40 CEST 2020

Por cada seis empresas que demandan los servicios y competencias de un profesional TIC, solo hay un perfil capacitado y formado para asumir ese trabajo

Digitalización, transformación digital y demanda de competencias de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC), son conceptos más presentes que nunca. Porque, aunque hace años que los analistas empezaron a advertir sobre ello, la pandemia ha acelerado ciertos cambios obligando a las empresas a adaptarse a un ritmo frenético, sin margen para la contemplación ni para la reflexión. Y, para ello, la gestión del talento, de quienes tienen que saber manejarse en el nuevo entorno digital, es primordial. Sin embargo, en España, por cada seis empresas españolas que requieren los servicios de un profesional TIC, solo hay un perfil capacitado y formado para asumir ese trabajo.

Y es que lo digital no solo triunfa en el ámbito interno de la empresa, también lo hace en la actividad comercial. Ejemplo de ello es la resiliencia que está demostrando el sector de la electrónica, que no solo se ha posicionado como uno de los más potentes durante el confinamiento, sino que mantiene sus cifras positivas con una facturación un 10% superior con respecto a la semana anterior y un 39%, durante las últimas cuatro semanas, según los últimos datos de Pulso, la herramienta de Banco Sabadell que permite analizar en tiempo real la recuperación comercial.

Somos el país europeo en el que más ha crecido el número de compañías que ofrecen trabajo a especialistas TIC en los últimos siete años, concretamente, hasta 160.000 empresas necesitan incorporar a sus plantillas este tipo de perfiles. No obstante, la balanza no está equilibrada ya que, si nos fijamos en los jóvenes que cada año se incorporan al mercado laboral con formaciones de este tipo, ya sean universitarias o de formación profesional, el número se reduce a 25.000, según datos que se desprenden de la segunda edición del estudio de Empleabilidad y Talento Digital elaborado por la Fundación Vass y la Universidad Autónoma de Madrid. 

El problema se agrava si tenemos en cuenta la situación a la que nos enfrentamos después de la parálisis producida por la crisis sanitaria. Con una tasa de paro del 14,15% (con previsión de que aumente hasta el 19%), según la última Encuesta de Población Activa (EPA) de marzo y una previsión de desplome del PIB español del 9,2% en lo que queda de año, resulta imprescindible hacer acopio de fuerzas y buscar las vías para salir a flote. En este sentido, resolver el déficit de talento digital aumentaría un 15% la creación de empleo especializado y aportaría a la economía más de 360 millones de euros al año, según el informe.

¿Por qué hay déficit de talento digital y cómo de preparado está el que tenemos?

El hecho de que haya escasos perfiles digitales es el resultado de dos realidades. Por un lado, y, al contrario de lo que pueda pensarse, hay un gran número de empresas que necesitan reclutar a estos profesionales aunque su actividad no tenga una base tecnológica. En 2019, el 47% de las grandes empresas y el 11% de las pymes demandaron estos servicios para poder acometer sus procesos de transformación digital. Y, la segunda realidad viene dada por los jóvenes y su formación, ya que desde el curso 2015- 2016, el número de matriculados en las ramas informáticas, aunque ha crecido un 16,5%, la cifra de egresados se ha reducido a 6.224 en 2018 (última cifra disponible), una cantidad insuficiente para cubrir las necesidades actuales de las empresas.

En este sentido, el número de titulados que están en disposición de incorporarse al mundo laboral está por debajo de lo requerido, pero, los candidatos que se presentan a las entrevistas tampoco acaban de dar la talla en cuanto a las competencias que el empresario necesita de ellos. Este gap aumenta un 4% respecto al año pasado, pasando de situarse en 40,3 puntos a estar en los 44,1 puntos en una escala del 0 al 100. Concretamente, en las competencias técnicas, también llamadas ‘hard skills’, el gap supera los 50 puntos, empeorando en casi 8 puntos el índice de 2018, por lo que la brecha entre lo que buscan las empresas y el talento de los graduados informáticos aumenta.

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Existen tres líneas de acción en las que se deben trabajar conjuntamente para revertir esta situación. En primer lugar, se debe intensificar el diálogo entre universidades y el mundo empresarial: cuando un jóven decide sumergirse en una carrera universitaria o en otra titulación superior, consulta las que hay disponibles. Del mismo modo, las universidades deberían hacer los deberes en cuanto a consensuar con el tejido empresarial las formaciones que son necesarias para que luego los alumnos se integren en el mercado laboral y den respuesta a las necesidades de las empresas.

En segundo lugar, las empresas deben entender lo que buscan los jóvenes a la hora de escoger un área al que dedicar su vida laboral. Aquí, al contrario de la creencia popular, lo que más les importa no son las cuestiones salariales, sino el entorno laboral, la estabilidad en el trabajo, la flexibilidad de horarios o la posibilidad de contar con un plan de carrera que les permita crecer y desarrollarse, aspectos que los empresarios deben también tener en cuenta. Si los empresarios consiguen posicionarse como una empresa que ofrece estos beneficios, habrá más interesados en cursar los estudios de la rama de las TIC que les lleven hasta ellas.

Por último, no se llegará a buen puerto si no se promueven las políticas de género porque, aunque en el sector TIC la tasa de desempleo femenina es menor(un 8,1% para mujeres de 25 a 34 años, frente al 19,3% general), las jóvenes que apuestan por estudios universitarios de ingeniería informática representan solo el 14% del alumnado.

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Fotografía de Freestocks en Unsplash
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