La gestión y la planificación de la tesorería debe ser siempre uno de los principales cometidos de una empresa. Mucho más en un contexto como el actual en el que la COVID-19 ha afectado profundamente a sectores empresariales enteros. Previsión, prudencia y dar preferencia a la liquidez, especialmente en épocas de crisis, son los consejos que comparten los expertos económicos. En cualquier situación, pero todavía más en épocas de crisis.
El profesor de EAE Business School, Gaietà García, lo expresa así: "En determinadas empresas, la irrupción del virus ha puesto de manifiesto las consecuencias negativas de no haber planificado de forma eficiente y razonable la gestión de la liquidez de la organización". La previsión es un factor importantísimo para este experto porque "cuando se produce una crisis global como la que se está viviendo, aquellas empresas que no han diseñado sus circuitos de liquidez desde una visión conservadora y a largo plazo padecen un estrangulamiento financiero de graves consecuencias, al menos, en algunos casos".
La importancia de optimizar procesos
El profesor de EDEM Escuela de Empresarios y CEO de FAI Business Advisory, además de asesor financiero de grandes empresas, Nacho Bueno, apunta que "hay que trabajar el equilibrio financiero en todo momento en combinación con las metas de la empresa materializadas en los presupuestos que se haya propuesto. Para ello es importante conocer y analizar todos los circuitos de información, para ser capaces de detectar ineficiencias y dobles esfuerzos que realiza la compañía, lograr dar valor a sus clientes en cada eslabón de su cadena de valor y reenfocar estas ineficiencias para asegurar el cumplimiento de nuevas operaciones comerciales que logren el aumento de ingresos". "En esta crisis”, continúa el experto, que liderará el webinar 'Gestión eficiente de la tesorería en 2021 ante los retos de la COVID-19', “las empresas que han apostado por invertir los recursos ociosos en digitalizar su modelo de negocio han conseguido ampliar ventas apostando por el desarrollo del canal comercial online o realizando un servicio posventa que ha logrado relaciones comerciales que han dado más frutos que los inicialmente previstos".
Previsión a seis meses
La tesorería en una empresa es clave, afirma Massimo Cermelli, profesor de Economía de Deusto Business School. Por ello, organizarse es vital. "Lo importante siempre, y más en estos momentos, es tener una visión a seis meses como mínimo del flujo de caja, de los ingresos y de las salidas", asegura. "Con la COVID-19 hay que redimensionar esta visión a medio plazo", insiste.
La preferencia por la liquidez hay que adoptarla desde una mentalidad a medio y largo plazo, comparte García, quien argumenta que "no hay que olvidar que el efectivo es un bien muy preciado: quien posee liquidez puede adquirir al descuento, es decir, el valor en uso de la liquidez que se posee es mayor que su importe nominal".
Bueno combate, igualmente, una estrategia a corto plazo porque "aumentar ingresos sin inversión es muy difícil y solo reduciendo costes, el equilibrio en nuestra caja es cortoplacista. En esta última época se ha logrado en parte por el efecto de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y los periodos de carencia asociados a la financiación ICO, pero cuando este efecto desaparezca, las tensiones en la caja van a incrementarse y esta situación deberá suplirse por el trabajo en el equilibrio indicado, además de lograr el acompañamiento de nuestras entidades financieras para traducir los objetivos de nuestros planes de negocio en herramientas e instrumentos de financiación que ayuden a la empresa a conseguirlos".
Así, expone que trabajar constantemente el equilibrio y tener una visión a más largo plazo "se deben materializar en el desarrollo e implantación para las empresas que no lo tengan, además del estudio minucioso del presupuesto de tesorería, donde diariamente se controlen sus saldos de tesorería y se analicen detalladamente cada una de las previsiones de cobro de sus clientes y los pagos a todos sus acreedores, trabajadores, financiaciones y obligaciones fiscales, detectando los déficits con suficiente antelación para negociar las financiaciones que le permitan el equilibrio de tesorería y la salvaguarda de su liquidez", subraya Bueno.
Consejos prácticos para una correcta gestión de tesorería
Como recomendaciones útiles y prácticas para afrontar una correcta gestión de la tesorería en tiempos de crisis e incertidumbre, Bueno aporta las siguientes:
- Potenciar la gestión de cobro de la cartera de clientes, enfocando el trabajo de la organización a la proximidad con los clientes y las entidades financieras y negociar formas de cobro más seguras, aunque sean a mayor plazo, que posibiliten formas de descuento comercial que protejan la cadena de valor del negocio.
- Optimizar los instrumentos para sufragar el circulante. Lograr la financiación que cubra los déficits temporales de tesorería es fundamental para tener siempre liquidez y atender los pagos. Con el estudio minucioso de los procesos de negocio se podrá ajustar las herramientas de financiación a las necesidades reales que demandan en cada momento los circuitos de pago a proveedores, acreedores, nóminas, seguros sociales e impuestos.
- Invertir tiempo y recursos en reforzar el control y la gestión financiera como un pilar básico en la dirección de la empresa, que logre anticipar la información vital sobre el futuro inmediato de cada previsión de cobro y pago que evite tensiones en el presupuesto de tesorería de la empresa.
El profesor de Economía y Finanzas de Esade, Jordi Fabregat, añade los siguientes consejos:
- Prestar atención a la gestión del circulante, lo que requiere controlar inventarios, existencias y clientes. Fabregat explica que "hay que reducir las existencias al máximo para no tener acumulación de stock, que perjudica mucho a la tesorería, y ajustar todo lo posible los plazos con los clientes, porque no es lo mismo un impago de cinco días que un impago de 15 días". Si el cliente ha pagado, el experto aconseja "recobrar inmediatamente la liquidez necesaria, no destinar ese pago a otras cosas".
- Ser más prudentes que nunca con la deuda financiera y ajustar a la baja los ratios de endeudamiento para hacer frente a las necesidades de liquidez.
La variable de la deuda es, asimismo, muy importante para Bueno, quien manifiesta que "si la empresa tiene estudiados sus periodos de cobro, los compara con sus plazos de aprovisionamiento, almacenaje, producción y pago y detecta que se producen diferencias en contra, donde paga más tarde que lo que cobra, debe ir previendo que si crece se generarán cada vez mayores tensiones de liquidez que precisarán de negociación de nueva deuda de circulante para lograr el equilibrio de su caja".
"Si, además, para lograr el éxito en estos nuevos circuitos comerciales”, agrega, “la empresa precisa de inversión en sistemas, contrataciones, mercancías o equipos de producción, necesitará de nueva financiación o deuda a largo plazo. Esta nueva deuda, además del estudio de la devolución de la previamente existente, requerirá de la negociación de plazos con las entidades financieras, compartiendo con ellas la información de cada línea de negocio para estructurar el equilibrio en la tesorería de cada una de ellas”, sostiene.
El profesor de Deusto Business School ofrece, a su vez, dos principios básicos para contar con una tesorería saneada:
- Gestionar y controlar todos los gastos con la visión a medio plazo mencionada.
- Trabajar profesionalmente con los proveedores, lo cual significa "estudiar muy bien los plazos de pago y no hacerles partícipes de los problemas financieros de la empresa cuando los haya, porque esto genera una rueda nefasta".
Pedir financiación
Los tres expertos coinciden en que un elemento fundamental de la tesorería en épocas de incertidumbre es solicitar financiación. "En el momento presente, es necesario acogerse a los planes de estímulo de financiación a través de las líneas ICO que la Administración ha puesto a disposición de las empresas", sostiene el profesor de EAE Business School.
De la misma manera opina Fabregat, para quien los préstamos ICO están siendo de gran ayuda. El profesor de Esade, incluso, anima a las compañías a renovarlos "aunque no lo necesiten" para contar con liquidez y hacer frente a las inseguridades económicas que todavía acechan. "El ICO y las entidades financieras han alargado los vencimientos".
Bueno afirma que sacar el máximo partido a las relaciones bancarias "es un arma competitiva que debe ayudar a las empresas a lograr su plan de negocio. Cada día los cambios son mayores y más rápidos, lo que aumenta la incertidumbre y tener a nuestro lado a las entidades financieras es clave para amortiguar el efecto desfavorable que las tensiones de nuestro entorno puedan tener en la liquidez de nuestras empresas".
Cermelli es, igualmente, partidario de acudir a la financiación y recomienda "negociar con las entidades financieras y, en caso de no poder hacer frente a la deuda, gestionar los tipos de interés aplicables". Ahora bien, el profesor de Deusto Business School deja claro que para negociar la financiación "hay que diseñar un plan de contingencia, aclarar con la entidad financiera las opciones si hay incumplimientos".
"Una empresa se valora, desde el punto de vista de la liquidez, no solo por el efectivo del que dispone sino, además, por la capacidad de conseguir nuevas líneas de financiación", concluye García.