El 38% de los trabajadores mejoró las habilidades en su entorno laboral durante 2020, un incremento con respecto al año anterior. La mejora de conocimientos en los campos de bases de datos o ciberseguridad marcarán las tendencias para el trabajo del futuro.
El intercambio de datos a través de la nube o las reuniones virtuales con información sensible eran una realidad residual en España antes de la irrupción de la COVID-19. Pero la pandemia los ha convertido en una práctica habitual de cualquier empresa, que se ha visto obligada a adaptar su nuevo entorno de trabajo en tiempo récord. La seguridad de las oficinas ha pasado a ser la seguridad en la red, haciendo de la ciberseguridad uno de los campos más prósperos y con más margen de aprendizaje para los trabajadores en los próximos años.
La mejora de los conocimientos de los empleados en los ámbitos tecnológicos o digitales se situaba en 2019 como una de las prioridades de las compañías, que ya buscaban impulsar la productividad y la conectividad de sus negocios y empleados. Pero la implementación del teletrabajo ha acelerado este nuevo paradigma convirtiéndolo en casi un imperativo empresarial. El mayor incentivo de las compañías para dotar a sus empleados con nuevas técnicas es reducir la brecha digital (62%), seguido de la mejora del crecimiento a través de una mayor organización (46%). Por último, el 44% lo cree un estímulo para el compromiso de los empleados, según el informe ‘Tendencias de aprendizaje en el entorno laboral 2021’ publicado por Udemy for Business.
El citado estudio señala, además, que el 38% de la fuerza laboral mejoró durante 2020 sus competencias a través de cursos o talleres de aprendizaje, una cifra que el año anterior se situaba en el 14%. Poco más del 50% de las personas encuestadas afirma sentirse “satisfecha” con los programas de formación y desarrollo impulsados por su organización, mientras que el resto dicen estar insatisfechos o les es indiferente. Sobre los obstáculos que dificultan la mejora de habilidades en el desarrollo laboral, el 61% alega falta de tiempo y el 42% considera que se debe a dificultades económicas.
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Bienestar y colaboración entre compañeros
La autoformación en técnicas para lidiar con el estrés, la ansiedad o la falta de motivación se han disparado tras el confinamiento, que ha dejado un entorno laboral transformado de forma brusca. Los contactos sociales han dado paso a la soledad de las pantallas, con un impacto importante en el bienestar de los trabajadores. Entre marzo y abril de 2020, un 42% de los encuestados acusó un deterioro en su estado psicológico.
Los problemas de salud mental se han agravado de forma significativa en todo el mundo. La Organización Mundial del Comercio (OMC) cuantifica en cerca de un billón de dólares las pérdidas de productividad ocasionadas por la depresión y la ansiedad a nivel global. Como resultado, los recursos para meditar han visto un aumento exponencial del 886%; mientras que los sanitarios recurrieron a herramientas para lidiar con el estrés un 5.408% más que durante el año anterior, cuando aún no había estallado la pandemia de la COVID-19.
La pandemia también ha puesto de relieve el aumento en la demanda de competencias comunicativas. En un mundo virtual dominado por la falta de estímulos emocionales, las habilidades para saber escuchar a los demás se han disparado un 1.650%. Aquellas para enviar feedbacks constructivos e interpersonales que contribuyan a un debate sano y a un mejor ambiente entre compañeros han visto un aumento del 686%.
Ciberseguridad y tecnología, a la cabeza
La lectura e interpretación de datos es una habilidad cada vez más valorada para acceder a nuevos puestos de trabajo. El uso de Google Sheets (similar al tradicional programa Excel) ha experimentado durante el pasado año un crecimiento cercano al 800%. El estudio de Udemy for Business sostiene que las compañías deben impulsar los conocimientos de sus empleados en el campo del almacenamiento de datos para automatizar tareas a través de software, lo que se traduciría en un aumento de la productividad y del tiempo. Así, recoge el ejemplo de la aplicación TensorFlow, una biblioteca de software de código abierto elaborada por Google que funciona como las redes neuronales del cerebro y que permite detectar patrones y establecer correlaciones utilizando la inteligencia artificial.
Como resultado de la explosión tecnológica, 2020 vio un aumento en la demanda de personal con conocimientos relacionados con el manejo y el desarrollo de software. El documento recoge que la fórmula del éxito será la apuesta por los “roles híbridos”. “Cuantos más conocimientos tenga un miembro del equipo, mejor entenderá el producto. Y cuantas más partes entienda, mejores decisiones tomará. Aislar a los ingenieros en un departamento no es el mejor camino para potenciar el capital humano”, resume Evan Krimbrell, miembro de Udemy for Business.
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Por último, no se puede hablar de los retos que la tecnología representa para la transformación laboral de hoy sin mencionar los desafíos en torno a la ciberseguridad. Las personas no solo han dejado o limitado sus visitas a la oficina, sino que utilizan los dispositivos en sus nuevas salas de reunión y de trabajo, que son, a menudo, sus propios hogares. PwC advierte de que los riesgos en la falta de protección online no se limitan a las pérdidas económicas, sino que suponen un riesgo para la propiedad intelectual de la empresa y su reputación y, también, para los datos personales de los trabajadores. Por ello, las compañías han desarrollado de forma urgente programas para que sus equipos cuenten con conocimientos prácticos que les permitan reducir y hacer frente a las amenazas intrínsecas que conlleva el teletrabajo.