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¿Qué diferencias hay entre un préstamo y un crédito?

23/01/2023

Un préstamo y un crédito son productos de financiación pensados para atender necesidades distintas de las empresas.

Los bancos ofrecen diferentes tipos de productos para que las empresas puedan obtener financiación. Cada uno cuenta con unas características, garantías y requisitos distintos, que influyen en el tipo de interés y en la cuantía final a pagar. Entre ellos, se encuentran los préstamos y los créditos que, aunque tienen elementos en común y son alternativas de financiación a corto plazo, son productos diferentes. En el caso de los préstamos, la entidad bancaria facilita todo el dinero solicitado de una sola vez, mientras que en un crédito se pone a disposición de la empresa una cantidad de dinero para que lo utilice según sus necesidades.

Habitualmente, una empresa solicita un préstamo para obtener una financiación puntual y atender así un pago determinado que requiere un desembolso elevado, como la reforma de las oficinas o la adquisición de maquinaria. En el caso de un crédito, se utiliza sobre todo para las necesidades de tesorería. Una tarjeta de crédito se basa en este producto, ya que el banco y el titular de la tarjeta establecen la cantidad de crédito que la entidad está dispuesta a concederle en función de su solvencia. En el momento de contratarla, se fija el plazo de devolución del dinero adelantado, que suele ser de un mes, y transcurrido ese periodo, si el titular no devuelve el dinero prestado, el banco le cobrará unos intereses.

Características de un préstamo

El solicitante de un préstamo, llamado prestatario, recibe todo el importe pactado con el banco una vez se aprueba su concesión. Desde un inicio, se fija la duración prevista para la devolución del dinero, por lo que para obtener más financiación en el futuro, la empresa deberá formalizar otro préstamo nuevo.

Entre sus características principales, cabe destacar:

  • Tienen un tipo de interés más elevado que otras alternativas de financiación.
  • Los requisitos de solvencia o de ingresos anuales de la compañía suelen ser menos estrictos que en el caso de otros productos.

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En qué consiste un crédito

Un crédito es uno de los productos de financiación más flexibles que existen, dado que la empresa que lo solicita puede disponer de las cantidades de dinero que considere en los momentos en que estime oportuno. Simplemente, se establece al inicio el capital máximo disponible que ofrece el banco, que dura hasta que la compañía lo agote o hasta que finalice el contrato fijado. En cualquier caso, no es obligatorio que se haga uso del importe total del crédito, por lo que los intereses sólo se aplican a la parte utilizada.

Otras particularidades de los créditos son:

  • A medida que se utiliza parte del dinero se puede disponer de más.
  • Suele renovarse periódicamente, por regla general, cada año, para permitir al cliente seguir disponiendo de esta línea de financiación.

En qué se diferencian un préstamo y un crédito

  • Capital. En un préstamo, se facilita todo el dinero solicitado en una sola vez, mientras en un crédito el banco pone a disposición del cliente una cantidad de dinero de la que podrá ir disponiendo parcial o totalmente.
  • Intereses. En un préstamo, los intereses se cobran sobre el total del dinero, en cambio en un crédito se pagan intereses por la cantidad utilizada, aunque puede haber una comisión mínima sobre el saldo no dispuesto.
  • Plazo de amortización. En un préstamo, se tiene que devolver el dinero en el periodo de tiempo pactado, pero en un crédito el plazo de devolución es más corto, de 30 días o de unos pocos meses.
  • Cuotas. En un préstamo, se fija el dinero a devolver en cuotas periódicas, mientras en un crédito puede devolverse el dinero en su totalidad en un plazo determinado o diferir el pago en varios meses.
  • Disponibilidad. En un préstamo, una vez concluida la operación, hay que formalizar un nuevo préstamo para conseguir más financiación. Un crédito, por lo general, se renueva cada año para seguir disponiendo de más dinero.

Además de los préstamos y de los créditos, existen otras alternativas de financiación para las empresas que sirven para incrementar su nivel de liquidez, como el factoring, el confirming, el descuento comercial o las remesas de cheques.

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En cualquier caso, antes de contratar un préstamo o crédito para tu empresa es recomendable contar con el asesoramiento profesional de un experto de confianza como el de la entidad bancaria, que te podrá aconsejar lo que más conviene y responderá cualquier duda que pueda surgirte.

¿Quieres que un experto te aconseje sin ningún tipo de compromiso sobre qué le conviene más a tu empresa? Déjate asesorar por un especialista.

Fotografía de Aukid phumsirichat en Pexels
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