El sector turístico se prepara para salvar la temporada estival tras cerrar un primer trimestre con una ocupación hotelera del 23%, según el barómetro de STR y Cushman & Wakefield. La campaña de vacunación, la puesta en marcha del pasaporte COVID-19, la contención de las nuevas variantes y el aterrizaje del Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU, serán la clave para recuperar la antigua normalidad.
España comienza a ver la luz al final del túnel. La economía del país será la que más crezca de la Unión Europea (UE) durante este y el próximo año. Según las previsiones macroeconómicas de primavera, presentadas recientemente por la Comisión Europea, el producto interior bruto (PIB) español crecerá un 5,9% en 2021 y un 6,8% en 2022. Sin embargo, también se posiciona como el segundo país con más desempleo, por detrás de Grecia, y el cuarto con mayor déficit.
Bruselas anticipa que el país regresará a los niveles previos a la pandemia a mitad de 2022, pero lo condiciona a la buena marcha en la absorción del Fondo de Recuperación Europeo. El Ejecutivo ambiciona comenzar a recibir las primeras transferencias del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a partir de julio. España recibiría en este primer tramo unos 9.000 millones de euros.
Puede interesarte: Banco Sabadell te ayuda a descubrir las claves del Fondo de Recuperación Europeo
También en julio, el país, en línea con lo designado por la UE, estima alcanzar el umbral del 70% de la población vacunada, lo que le otorgaría la inmunidad de grupo. Una barrera que psicológica y factualmente supondría la extensión de los eventos sociales y culturales, la amplitud de la libertad de movimiento y la progresiva reducción de las medidas de contención y de prevención contra el coronavirus.
Más allá de las fronteras españolas, el certificado verde digital que preparan los 27 Estados miembros tiene previsto ver la luz en junio. Su objetivo es facilitar los desplazamientos dentro del espacio Schengen. Los portadores podrán alegar que cuentan con anticuerpos por haber superado el virus, que han recibido las vacunas o que se han realizado un test negativo. Así, quedarían exentos de cuarentenas o de medidas adicionales a la hora de visitar otros países europeos. En estos momentos, el Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeo debaten los detalles más espinosos para fijar una postura común y poder ponerlo en marcha. Países como España se han mostrado reacios, al menos por el momento, a que las PCR sean gratuitas, una condición que exige la Eurocámara para evitar discriminaciones entre ciudadanos.
El sector hotelero, expectante
Tras meses con los ingresos en mínimos históricos, la industria hotelera lo tiene claro: el proceso de vacunación será el elemento clave para comenzar a superar la crisis. La ocupación de los hoteles españoles se situó durante el primer trimestre del año en un 23%, un 54% menos que lo detectado en el mismo periodo de 2020. El informe de STR y Cushman & Wakefield lo atribuye a que durante estos primeros meses la campaña de vacunación vivió importantes retrocesos y el número de casos de coronavirus se mantuvo alto, mientras que el mismo periodo del año previo fue el último con actividad normal antes de la declaración del estado de alarma. Todo ello impidió durante el arranque de este año maximizar la oportunidad de las Navidades y de la Semana Santa.
Zaragoza fue la ciudad con un mejor dato de ocupación durante el primer trimestre (33,4%), seguida de Madrid (26%). Por su parte, durante estas fechas los mayores desplomes se registraron en Córdoba y Barcelona, con caídas del 68% y del 67% respectivamente. Según los datos de Pulso, la herramienta de Banco Sabadell que permite analizar la recuperación económica, la actividad de los hoteles cordobeses cayó un 79% y un 93% en enero y febrero, respectivamente, en comparación con el mismo periodo del año pasado. En la ciudad condal, las caídas fueron de un 92% en enero y de un 91% en febrero.
Puede interesarte: Las previsiones del turismo para este verano
“Se espera que la demanda doméstica, en primer lugar, y la internacional acumulada, ayuden a un incremento rápido del rendimiento hotelero en los destinos vacacionales. No obstante, todo ello dependerá de que las restricciones se vayan levantando y los programas de vacunación avancen en Europa y en el marco internacional”, señala Paula Reinoso, Account Manager de STR para España y Portugal. Europa ya ha abierto la puerta a establecer convenios bilaterales con países que cuenten con buena situación epidemiológica y con altos índices de vacunación como Estados Unidos, Israel o el Reino Unido, lo que beneficiaría al turismo español de cara al verano. Según las previsiones de Tourism Economics, la recuperación a niveles previos a la pandemia en el sector se atisba para 2023.
España se prepara así para un verano crucial para la recuperación de su economía. Playas, piscinas, restaurantes y hoteles recibirán con los brazos abiertos a los turistas nacionales e internacionales. Las mascarillas, las distancias de seguridad y la limitación de aforos serán por segundo año consecutivo una pieza clave de la temporada estival, pero entre el año pasado y el próximo, el que está por llegar será un verano de “transición”, según señaló hace unas semanas Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo. Maroto estimó en 45 millones los turistas internacionales que aterrizarán en España entre junio y septiembre, la mitad de lo registrado en 2019. Para la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), al cierre de 2021, el sector habrá recuperado entre un 60% y un 70% de las visitas foráneas, y logrará plena mejoría en los siguientes años. Por ello, el turismo nacional sigue jugando un papel especialmente importante.