La partida de vivienda recibirá el próximo año el mayor presupuesto de la historia. En concreto, 2.253 millones de euros, lo que supone un incremento de casi un 368% respecto a la cantidad que se destinó el pasado año, tal y como se desprende de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 aprobados en el Congreso y pendientes de recibir luz verde definitiva antes de que acabe el año, tras pasar también por el Senado. Esta cifra se engloba dentro de la partida consolidada de 16.664 millones de euros para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), una de las carteras más beneficiadas de las cuentas y que además, es la más elevada de los últimos 10 años.
¿A qué responde este incremento para el área de Acceso a la Vivienda y Fomento de la Edificación? La respuesta es que la vivienda es uno de los sectores económicos que más ayuda recibirá de los Fondos de Recuperación Europeos . En concreto, percibirá un 6,19% del total de las ayudas comunitarias incluidas en los PGE, lo que supone 1.651 millones de euros. Además, recibirá otra inyección extra de 602 millones de euros del presupuesto nacional, un 25% más que el pasado año. Esto suma un total de 2.253 millones de euros, lo que equivale a grandes rasgos al conjunto de las cantidades que la agenda urbana recibió en el último lustro, pues venía rondando los 500 millones de euros anuales.
¿A qué se va a destinar el presupuesto?
El protagonismo de la vivienda en las cuentas públicas es del 0,1%, cifra que aumenta hasta el 0,5% si entran en juego los fondos europeos. ¿Qué se pretende impulsar con este presupuesto? En rasgos generales y, según el Gobierno, el acceso a la vivienda por parte de los jóvenes y de los colectivos vulnerables; la ampliación del parque público de viviendas asequibles de alquiler social; y el fomento de la rehabilitación. De hecho, este último se enmarca en los objetivos que se ha establecido la Unión Europea (UE) para cumplir con la 'neutralidad energética' en 2050, en un contexto donde en Europa los edificios son responsables del 40% del consumo de energía total y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero generados durante la construcción, utilización, renovación y demolición de la edificación.
La mayor partida se la llevan los programas de rehabilitación, por un importe de 1.620 millones de euros procedentes de los fondos europeos. Esta cantidad se destinará, por un lado, a programas de rehabilitación para la recuperación económica y social a desarrollar a través de las comunidades autónomas, por 1.550 millones de euros, y por otro lado, para la rehabilitación sostenible y digital de edificios públicos, por 70 millones de euros. Además, destacan otras partidas que serán financiadas por el Mecanismo de Recuperación europeo, como la remodelación de barrios y renovación urbana mediante un programa de ayudas a proyectos piloto de Planes de Acción Local de la Agenda Urbana Española, dotado con 20 millones de euros.
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Estas actuaciones en materia de rehabilitación urbana se enmarcan dentro de la apuesta del Gobierno español y de los organismos europeos por la transición ecológica, que copará el 37% de los recursos del Fondo de Recuperación Europeo. En esta línea, el plan de recuperación prevé que, durante los próximos tres años, se rehabilitarán más de 500.000 viviendas con el objetivo de hacerlas más eficientes desde el punto de vista energético. En este escenario, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de España proporciona el marco director del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, a través del cual el Ejecutivo nacional prevé la renovación de 1,2 millones de viviendas en los próximos 10 años, con foco en la envolvente térmica de los edificios.
Además, por su parte, el Gobierno trabaja ya en el Plan de Inversiones y Reformas 2020- 2022, con el que espera movilizar 2.000 millones de euros, que pueden proceder en parte de estos fondos europeos, pero que también necesitarán el apoyo de la inversión privada.
La digitalización de la construcción
Junto a la transición ecológica, la digitalización es el otro vector que guía los fondos europeos. En concreto, España destinará un 33% de los recursos procedentes de Europa a esta tarea, un porcentaje superior al 20% establecido por la Comisión Europea. Aquí, existen ciertas actividades que serán prioritarias para el impulso a la digitalización, entre las cuales destaca la construcción. La incorporación de tecnología de modelado digital y las edificaciones inteligentes son solo algunos de los ejemplos que impulsarán la transformación digital de este sector.
La construcción se encuentra entre las industrias de la economía española que tendrán un mayor impacto positivo de los Fondos de Recuperación Europeos, junto a las telecomunicaciones y las utilities.
Y es que en el ámbito de la vivienda, la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto más que nunca la necesidad de repensar el modelo de ciudad, teniendo en cuenta, además, que se espera que más del 70% de la población mundial vivirá en ciudades o en zonas urbanas en 2050, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por ello, es necesario avanzar hacia el concepto de ciudades multifuncionales, más accesibles, con contacto social en espacios abiertos y verdes y, todo ello, sin renunciar al concepto de sostenibilidad. Precisamente, el documento de los PGE también destaca que entre los objetivos que se pretenden lograr mediante la partida en vivienda está el impulso hacia una arquitectura más sostenible y saludable, la mejora y el fomento de las condiciones de accesibilidad y de calidad de la edificación y el refuerzo de las actuaciones de recuperación del patrimonio arquitectónico, entre otros.
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