Las aseguradoras ofertan un amplio abanico de pólizas que intentan responder a todas las necesidades de coberturas que tienen los clientes. En este sentido, además de otorgar garantías financieras a los tomadores, existen productos pensados para ofrecer un rendimiento superior en el largo plazo. Entre las distintas tipologías que existen, hay una que, aunque pueda sonar más complicada por su denominación en inglés, Unit Linked (seguro diversificado, en español) es, en realidad, una clase de seguro de vida (lo que significa que una parte del dinero invertido se destinará al pago de la prima) en el que el tomador asume el riesgo de la inversión, ya que la indemnización que finalmente perciba dependerá de la rentabilidad de los productos financieros a los que se encuentre vinculado.
En pocas palabras, consiste en una especie de fondo de inversión que la compañía aseguradora tramita en nombre de sus partícipes, que son los dueños de los activos financieros, pero que, como se acaba de ver, soportan también el riesgo. Esta fórmula operativa se sustenta en dos premisas: obtener a largo plazo mayor rentabilidad para el cliente que cuenta con otros productos de ahorro (incrementando el rendimiento de las primas si las inversiones resultan exitosas), y obtener una ventaja tributaria como seguro de vida y no como fondo de inversión.
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El único problema es que no está permitido que el tomador pueda modificar las inversiones ligadas a la póliza, si bien se le da a elegir entre diferentes perfiles de riesgo, para, a continuación, ofertarle posibles inversiones, con la posibilidad de que se puedan cambiar anualmente, aunque es verdad que muchas aseguradoras limitan el número de transformaciones y movilizaciones que se realizan, cobrando una comisión a partir de entonces. De este modo, se consigue una personalización prácticamente total según las necesidades y particularidades de cada persona.
Como principal hándicap, cabe destacar que no se garantiza una rentabilidad, por mínima que sea, lo que implica un riesgo para el cliente que es necesario conocer. Por ello, se suele indicar que este producto no está pensado para los inversores más conservadores. Por el contrario, al igual que cualquier otro seguro de vida, garantiza también una cobertura en caso de fallecimiento.
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Una fiscalidad ventajosa
Los Unit Linked destacan por ser productos líquidos y flexibles, puesto que no tienen ninguna restricción legal para que, en un momento dado, el cliente decida recuperar su dinero, ya que se puede rescatar total o parcialmente.
Desde el punto de vista fiscal, su principal ventaja es que los rendimientos acumulados tributan como cualquier otra renta del ahorro. O, dicho de otro modo, la fiscalidad de los Unit Linked es exactamente igual que en otros seguros, ya que los beneficios obtenidos tienen la consideración de rendimientos íntegros del capital mobiliario, tributando como renta del ahorro en el IRPF, y sometidos a una retención de entre el 19% y el 23% a practicar por la entidad.
También es importante subrayar que es el tomador el que decide quién va a ser el beneficiario, por lo que, a la hora de planificar una sucesión conviene saber que el Unit Linked no forma parte de la masa hereditaria. En caso de fallecimiento del asegurado, la tributación será según el Impuesto de Sucesiones, recibiendo el beneficiario el ahorro acumulado más el capital previsto por la defunción del titular. Algo que no ocurre en los fondos de inversión, por ejemplo, donde los herederos legales son los que se reparten el dinero, y no quien designe el titular.
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Existe un punto curioso en relación a la masa hereditaria de los Unit Linked, y es que en caso de fallecimiento se debe solicitar a la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones (DGSFP) conocer qué seguros tenía contratados la persona fallecida (acudiendo al registro único de seguros de vida), pero esta institución solo tiene el deber de informar de aquellos productos de los que sea titular el que realiza la consulta. De ahí que en países como EE.UU. o Reino Unido, este vehículo se utilice con relativa frecuencia para dejar dinero a personas que no son familiares directos del fallecido.
Ventajas e inconvenientes
Además de los beneficios sobre los Unit Linked ya citados, cabe destacar uno más y es que, al tratarse de un seguro, el dinero invertido no es embargable legalmente.
Volviendo al tema hereditario, al no estar sujetos al tercio de legítima, se puede dejar como beneficiarios a personas que no son los herederos legales, lo que otorga confidencialidad y libertad al cliente para disponer como quiera de su patrimonio. En este sentido, conviene señalar que no es necesario esperar a la aceptación de la herencia para recibir las prestaciones del seguro, basta con acreditar la condición de beneficiario y liquidar el Impuesto de Sucesiones para poder cobrarlas. Desde el punto de vista de la persona que lo recibe, al considerarse legalmente que el pago del seguro no forma parte de la herencia, se puede renunciar a recibir esta última y, no por ello, al cobro del seguro.
Entre sus posibles inconvenientes, hay que citar que la obligación de tener que destinar una parte del capital a la prima por el seguro de vida resta, en el largo plazo, potencial de rentabilidad a la inversión. Por supuesto, el otro gran obstáculo es que el dinero no está asegurado, algo que, al menos, el cliente debe conocer de antemano para ser consciente de los riesgos que asume.
En caso de quiebra del gestor o de la entidad aseguradora, el partícipe depende únicamente de la solvencia de la compañía y del Consorcio de Compensación de Seguros, ya que no es propietario de los activos del fondo, que pertenecen a la aseguradora.
A quién va dirigido
Los ahorradores que apuesten por los Unit Linked deben pensar en ellos como productos a largo plazo, lo que permite que la capacidad de asumir riesgos resulte más llevadera. Eso no quiere decir que estén solo indicados para personas jóvenes, sino que los objetivos vitales que se establezcan en relación a la inversión realizada debe ser en base a un horizonte temporal elevado.
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En caso contrario, existen otros productos de Vida Ahorro que pueden ajustarse más a otros perfiles más conservadores, como los planes de pensiones, los seguros individuales de ahorro a largo plazo o los capitales diferidos.
De todos modos, antes de contratarlo es conveniente recurrir al asesoramiento profesional para tomar una decisión definitiva, ya que permitirá al ahorrador recibir información más específica, de acuerdo a sus características y objetivos vitales en el largo plazo, recibiendo una guía sobre cómo poder complementar este producto con otros de cara a asegurarse una vejez tranquila y sin sobresaltos.
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