Siempre es un buen momento para expandir un negocio. Para ello, hay que tener en cuenta los recursos propios con los que cuenta una empresa, la financiación que puede lograr tanto internamente como a través de vías externas y los riesgos que se derivan de entrar en otros mercados. Por ejemplo, una compañía puede contar con un plan de negocio realista y bien estructurado para su despegue internacional pero, a pesar de hacer las cosas bien, un factor exógeno como la fluctuación en el tipo de cambio puede dificultar el proceso. Para alcanzar el éxito, es clave contar con un servicio de asesoramiento y acompañamiento, como el que puede ofrecer el banco.
¿Qué tener en cuenta antes de expandir un negocio?
No existe una fórmula mágica, aunque sí existen indicadores para detectar que se puede llevar a cabo una estrategia de crecimiento empresarial.
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Ventas en auge. Uno de los más importantes es conocer si las ventas han crecido durante un periodo de tiempo, ya que eso refleja que los clientes confían en la marca y que la empresa se ha consolidado en los mercados en los que opera.
- Excedente de capital. Otro indicador a tener presente es el que certifica que se cuenta con un excedente en el capital circulante, es decir, que la compañía dispone de la liquidez suficiente para atender sin dificultad todos los compromisos de pago que tiene en el corto plazo.
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Acuerdos de colaboración. Contar con acuerdos de colaboración sólidos con proveedores que ya se encuentren operando en el mercado al que se quiere dirigir la actividad facilitará el proceso de desembarque.
¿Cómo afrontar la expansión de una empresa?
Además de todos estos indicadores, conviene tener en cuenta otros elementos, como:
- Productividad. Se debe evaluar qué valores añadidos diferenciales aportará la compañía, incidiendo en el porcentaje de recursos que se destina a la innovación de productos y de procesos, y el nivel de digitalización con el que se cuenta.
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Estrategia de expansión. Para analizar la situación real de la compañía, el mercado al que se quiere entrar, el estado de los competidores, la coyuntura económica y social actual, los posibles aliados y las tendencias del mercado de cara a futuro. Un análisis DAFO (siglas de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) puede suponer un paso imprescindible en este sentido.
Tres posibles estrategias para expandir un negocio
Existen tres alternativas principales para expandir la actividad de una compañía. En todas ellas, la elaboración de un plan de negocio es fundamental:
- Entrar en un nuevo mercado. Bien sea un sector de actividad o un país, para lo que hay que realizar previamente un análisis para evaluar el interés de los potenciales consumidores hacia los productos y los servicios de la compañía, la competencia, las posibles barreras de entrada o los requerimientos normativos y fiscales para comenzar a operar.
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Comercializar nuevos productos o servicios. Requiere llevar a cabo una estrategia de venta cruzada de cara a identificar a los consumidores potencialmente más abiertos a esta nueva oferta.
- Abrir nuevas sucursales o establecimientos comerciales. De modo que la oferta de bienes y servicios de la compañía llegue a un mayor número de usuarios.
En cualquier caso, es clave contar con el asesoramiento profesional de un gestor del banco antes de expandir el negocio, ya que resolverá cualquier duda y aconsejará qué es lo más adecuado según la situación de la empresa.
¿Quieres que un experto te aconseje sin ningún tipo de compromiso sobre qué le conviene más a tu empresa? Déjate asesorar por un especialista.
