La mochila austriaca lleva ya más de una década entrando y saliendo de la agenda política. Y hoy vuelve a situarse en el centro del debate después de que el Banco de España haya incluido esta ‘nueva vieja’ receta como una de las grandes medidas para acabar de una vez por todas con el maltrecho mercado laboral español.
Tal y como sostiene el organismo en su último Informe Anual, las deficiencias estructurales que padecemos desde hace décadas explican, en buena medida, que nuestra economía registre tasas de desempleo significativamente más altas que otros países. Cuando el viento sopla a favor y, sobre todo, cuando la economía se tuerce.
España perdió la oportunidad de superar estas deficiencias antes de la COVID-19 y ahora que se asoma la recuperación, tiene la obligación de aprovechar el momento para poner en marcha reformas que, a su parecer, pueden hacernos más fuertes y estar más preparados en el futuro.
La mochila austriaca es una de sus recetas, un modelo basado en una cuenta individual para cada trabajador que lo acompaña a lo largo de toda su vida laboral, con independencia de dónde trabaje.
¿En qué consiste la mochila austriaca?
Es un modelo que combina la posibilidad de acumular por anticipado una parte de los costes de despido en una mochila que se puede trasladar de un empleo a otro. Los trabajadores pueden recurrir a los fondos acumulados cuando son despedidos, por motivos de movilidad geográfica, si sufren una incapacidad o en el momento de la jubilación. En caso de fallecimiento, la familia lo percibe también.
¿Cómo se hacen las aportaciones?
Las aportaciones las hace siempre el empresario, cada mes y de forma obligatoria. La contribución varía en función del sueldo del trabajador (1,53% del salario bruto mensual). Los fondos acumulados en la mochila los gestionan entidades privadas autorizadas por la Administración, que invierten lo acumulado en el mercado de capitales para obtener una rentabilidad.
Puede interesarte: Salario emocional, clave para fidelizar el talento
¿Qué pasa cuando alguien se cambia de trabajo?
El trabajador no pierde lo acumulado. Se lleva la mochila a su nuevo trabajo, donde sigue acumulando aportaciones del nuevo empleador.
¿Se podría implementar en España?
En Austria se puso en marcha en 2003, pero lo cierto es que es un país muy diferente a España, más pequeño y con menos paro. Quizá la idea que ha cobrado más fuerza en nuestro territorio es la posibilidad de combinar el sistema de capitalización austriaco con el tradicional de indemnizaciones actual, como transición hacia un nuevo sistema.
La mochila austriaca no es la única receta que puso sobre la mesa el supervisor en su Informe Anual. Recomendó también revisar los mecanismos de protección del empleo, plantear los contratos con costes de despido crecientes y reforzar las políticas activas de empleo a corto y medio plazo. Con estas medidas, pretende poner fin de una vez por todas a las deficiencias que el mercado laboral lleva años arrastrando.
Puede interesarte: Los cambios laborales que han llegado para quedarse
Según el organismo, la economía ya se enfrentaba a estos retos antes de la crisis de la COVID-19, y ahora se han intensificado. El severo ajuste que ha sufrido el país por la crisis sanitaria no ha hecho otra cosa que poner de manifiesto viejas vulnerabilidades y acentuar la necesidad y urgencia de dar una respuesta adecuada a estos desafíos.