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¿Cómo usar la tecnología para optimizar el consumo energético en el hogar?

Fri Jul 16 10:44:57 CEST 2021

Los sistemas de automatización en las viviendas, para regular la iluminación o el aire acondicionado, y el uso de electrodomésticos de alta eficiencia energética pueden reducir a la mitad de la factura de la luz

Las familias consumen cada vez más energía en sus hogares y esta no deja de encarecerse. Las cifras son de récord, sobre todo, en el caso de la factura de la luz. En junio, el mercado mayorista de la electricidad cerró en su nivel más alto de la historia, con una media de 83,3 euros por megavatio hora (MWh). Desde mayo, el precio de la luz ha subido un 16%, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Para un hogar medio que tiene 4,6 kilovatios (kW) contratados y consume 292 kW al mes, el recibo de la luz se eleva a 69,30 euros, un 28% más caro que en junio del año pasado. La medida puesta en marcha por el Gobierno para reducir el IVA del 21% al 10% en la factura de la luz hasta final de año puede suponer un ahorro de unos 6 euros al mes por usuario, pero, para las organizaciones de consumidores, no causará un gran impacto.

Del confort al ahorro y a la ecología

En este contexto, los hogares deben buscar fórmulas para hacer frente al incremento de los precios de la luz y una de ellas es recurrir a la tecnología aplicada a las viviendas. La domótica resulta una solución para controlar mejor el consumo de electricidad, gas o agua y puede suponer un ahorro en frente a la nueva tarifa eléctrica. “Los sistemas de automatización se instalaban hace unos años por confort. Hoy se opta por la domótica sin renunciar a la comodidad, pero para ahorrar energía y ser más ecológicos”, explica Jordi Sabaté, secretario técnico de la Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM).

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La domótica convierte las viviendas en ‘espacios inteligentes’. Sistemas de iluminación eficientes, que detectan la presencia de personas en zonas de paso o que se encienden, se apagan o varían en función de la luz solar; persianas y toldos que suben y bajan según la luz exterior o la hora del día; sistemas de calefacción que se regulan en función de la temperatura interior y exterior o sistemas que permiten ahorrar agua detectando fugas son algunos ejemplos de la domótica aplicada al hogar.

"Los sistemas de automatización se instalaban hace unos años por confort. Hoy se opta por la domótica sin renunciar a la comodidad, pero para ahorrar energía y ser más ecológicos". Jordi Sabaté, Secretario técnico de la Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM)

Todo ello puede controlarse fácilmente desde un dispositivo móvil y adaptarse al consumo que determinen el usuario o las circunstancias. “Por ejemplo, si en verano el sistema detecta que hay mucha radiación y baja los toldos o las persianas para evitar el calor, no será necesario poner el aire acondicionado o al menos no durante tanto tiempo”, cuenta Sabaté.

Cuánto cuesta instalar sistemas de domótica en el hogar

“En el mejor de los casos, con un sistema domótico se puede obtener un ahorro de hasta el 50% del consumo de la energía y se puede recuperar la inversión en un periodo de dos o tres años”, comenta Sabaté. Si bien, este experto advierte que el ahorro final depende de varios factores como “el consumo energético, las funciones que realice el sistema de control instalado, la cantidad de dispositivos que se utilicen y el número de estancias que se pretenda domotizar”. 

Dar una cifra estándar sobre lo que cuesta un sistema domótico “es difícil”, asegura el experto, ya que depende de cada usuario. “Se puede comprar un sistema que lo haga todo u optar por un sistema modular escalable, es decir, que inicialmente hace funciones muy concretas, como controlar la luz y la temperatura de algunas estancias. Luego, es acorde al gusto del consumidor y el ahorro es notable, se pueden añadir otras funciones. De esta forma no se hace toda la inversión desde el principio”, explica.

"En el mejor de los casos, con un sistema domótico se puede obtener un ahorro de hasta el 50% del consumo de la energía y se puede recuperar la inversión en un periodo de dos o tres años". Jordi Sabaté, Secretario técnico de la Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM)

Por qué optar por electrodomésticos más eficientes

Otra manera de ahorrar en la factura es disponer de electrodomésticos de alta eficiencia energética. “Los electrodomésticos suponen el 70% del consumo eléctrico del hogar”, afirma Carlos Moreno, secretario general de la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE). “Un producto de alta eficiencia energética puede ahorrar cerca de un 50% respecto a otro que no tenga una buena clasificación”, añade.

El frigorífico, que siempre está encendido, es el electrodoméstico que más consume. Con uno de alta eficiencia se puede llegar a ahorrar 150 euros al año, advierte el experto de la FECE. “La forma más fácil y directa de ahorrar es tener productos de esa categoría. Lo mismo pasa con la lavadora, el horno, la secadora o el lavavajillas. En tres años se amortiza la inversión y, a partir de entonces, todo es ahorro”, explica Moreno. 

"Los electrodomésticos suponen el 70% del consumo eléctrico del hogar. Un producto de alta eficiencia energética puede ahorrar cerca de un 50% respecto a otro que no tenga una buena clasificación". Carlos Moreno, Secretario general de la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FECE)

Atención al nuevo etiquetado: de la A a la G

Para saber si un producto eléctrico es de alta eficiencia energética hay que prestar atención a su etiquetado, que ha cambiado este año. Se han eliminado las clases energéticas A+, A++ y A+++, y se ha retomado la escala de clasificación que va de la A a la G, en la que la A clasifica a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, y la G engloba a aquellos de mayor consumo y menor eficiencia energética.

“Por el momento, no se verán aparatos con el distintivo A, porque se deja el espacio de las categorías más altas para futuros productos. Los electrodomésticos que son hoy A++ podrían ser B o C con el nuevo etiquetado europeo”, comenta Moreno, que añade otra manera de ahorrar: que los aparatos cuenten con una programación diferida, ya que esto permite utilizarlos de forma estratégica. Un plan que cobra todo el sentido teniendo en cuenta que la nueva factura de la luz incluye tres tramos de diferentes precios según la hora del día, si es fin de semana o festivo nacional.

Tener en cuenta los horarios (y los años) al consumir

“Si tienes un lavavajillas, por ejemplo, de alta eficiencia energética y lo programas de madrugada –cuando la tarifa es más económica– y utilizas un programa eco, que tarda unas tres horas en lavar pero consume menos agua, al final del año tu ahorro será importante”, explica Moreno, quien cree que los consumidores no siempre podrán tener en cuenta estos horarios. “Con el frigorífico no se puede hacer, ni tampoco con el horno, porque se utiliza siempre o cuando se necesita. En estos casos, lo más recomendable es tener aparatos de alta eficiencia energética”, aconseja. 

Al final, como en el caso de la domótica, la inversión a la hora de comprar productos de alta eficiencia energética se nota en la factura. “Antes una lavadora duraba 15 años y ahora menos, pero que dure tantos años no resulta rentable. Si se utiliza una de hace 15 años el derroche energético es mayor que con una más actual”, asegura Moreno. “Los fabricantes buscan abaratar los consumos de la energía porque saben que es un bien escaso y que cada vez será más caro”, concluye este experto. 

 

Fotografía de Thomas Kolnowski en Unsplash
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