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¿Puedo pedir un aval para mi empresa?

27/04/2022

Los avales sirven de garantía para el cumplimiento de obligaciones y permiten a una empresa respaldar sus compromisos financieros frente a terceros.

Un aval bancario es un contrato en el que se manifiesta el compromiso de cumplimiento por parte de una empresa de ciertas obligaciones ante un tercero. En todo aval intervienen tres sujetos: el avalado (que es normalmente una empresa, que contrata el aval y se compromete a cumplir con las obligaciones acordadas), el beneficiario (que suele ser un banco y que es el receptor del aval) y el avalista (que garantiza que el avalado cumplirá sus obligaciones respondiendo ante el beneficiario en caso de incumplimiento). Lo más habitual es que la figura del avalista recaiga en un banco o en una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR).

Un aval emitido por un banco permite a una empresa obtener la solvencia y la agilidad necesarias para poder asumir sus compromisos y garantizar que pueda seguir con su actividad.

Tipos de avales bancarios

Los bancos ponen a disposición de las empresas diferentes modalidades de avales, entre los que cabe destacar:

  • Preaval. Consiste en un compromiso que adquiere el banco para formalizar un aval definitivo en el momento en el que lo precise una empresa. Se suele utilizar en la concesión de un aplazamiento o de un fraccionamiento de una deuda contraída por parte de una compañía para su presentación ante la Administración.
  • Aval técnico. Sirve para garantizar el incumplimiento de compromisos no económicos asumidos por una empresa, como puede ser, por ejemplo, la participación en concursos y en subastas, o el funcionamiento de maquinaria vendida.
  • Aval económico- comercial. Se utiliza para garantizar el pago en la compraventa de bienes, para el abono de impuestos o para las devoluciones de cantidades recibidas a cuenta de la empresa en concepto de venta de mercancías o por el suministro de servicios.
  • Aval económico- financiero. Garantiza la devolución de créditos, de préstamos o de cualquier otro tipo de facilidad crediticia que una empresa tenga con cualquier otra entidad financiera.

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¿Cómo solicitar un aval?

Aunque cada banco establece sus requisitos para evaluar la concesión de un aval a una empresa, por norma general, se deben cumplir dos: que la compañía no se encuentre en concurso de acreedores y que esté al corriente de los pagos ante la Seguridad Social y ante la Agencia Tributaria.

Para pedir un aval, la entidad bancaria solicita a la empresa:

  • La solicitud formal del aval. Mediante la cual se indican los datos del avalado, el tipo de aval que se necesita, el importe y el plazo de devolución.
  • La información de la compañía. Se deben entregar las escrituras de constitución de la sociedad y la memoria de actividades económicas.
  • El balance de pérdidas y de ganancias. La cuenta de pérdidas y de ganancias de, al menos, los dos últimos ejercicios. Si se trata de una empresa de reciente constitución, lo más probable es que haya que presentar el plan de negocio que recoja la viabilidad económica y financiera.
  • El resumen anual del pago de impuestos. Es decir, definir formalmente lo que se ha pagado en el último ejercicio, principalmente, en relación al Impuesto de Actividades Económicas (IAE), al Impuesto de Sociedades (IS) y al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

Con esta información, el banco evalúa el riesgo de la operación y decide si avala o no a la empresa. Si considera que es viable, se informará a los responsables de la compañía acerca de los costes y de las condiciones. Normalmente, el coste de un aval se aplica en forma de tipos de interés y de comisiones de gestión.

¿Qué son las Sociedades de Garantía Recíproca?

En ocasiones, las empresas más pequeñas se ven obligadas a recurrir a otras vías de financiación alternativas, ya que no cumplen los requisitos para que el banco les apruebe un aval. La vía más habitual es la de las SGR. Las SGR son entidades cuya misión principal es facilitar el acceso al crédito para las pymes en las condiciones más beneficiosas posibles.

En cualquier caso, lo más recomendable es contar con el asesoramiento del gestor del banco, que responderá cualquier duda que tengan los responsables de una empresa acerca de los avales, aconsejando después de estudiar cada caso sobre cuál puede ser la opción más adecuada para cada negocio.

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Fotografía de Ketut Subiyanto en Pexels
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