El fenómeno de los emprendedores y las startups ha revolucionado el panorama económico de este siglo. Cada vez son más las empresas que comenzaron con escasa financiación y pocos medios, y que acabaron siendo modelos de éxito. Para iniciar un proyecto es necesario contar con el dinero suficiente para poder darle forma. Esta financiación se puede obtener a través de créditos bancarios, business angels o programas aceleradores de startups, entre otros.
Financiación de familiares y amigos
En numerosas ocasiones las startups comienzan su andadura con la ayuda de familiares y amigos. De esta manera, los futuros empresarios se pueden ahorrar los intereses del banco y el dinero llegará de manera rápida y más sencilla. Sin embargo, hay que tener en cuenta los riesgos que se corren. Según el mapa de emprendimiento elaborado por Spain Startup, aproximadamente el 50% de estas empresas fracasan. Un dato que ha ido mejorando, ya que, hace tres años fracasaban nueve de cada diez. Por tanto, si el empresario emergente decide comenzar su andadura con la financiación de sus personas más allegadas tiene que tener en cuenta que el fracaso del proyecto puede conllevar problemas en el ámbito familiar.
Muchas compañías triunfadoras comenzaron con la ayuda económica de sus familias. Es el caso de Northweek, la empresa de gafas fundada por dos jovencísimos emprendedores. A los 14 años, Héctor Rey y Álex Huertas comenzaron a comprar productos por internet para vendérselos a sus amigos y compañeros de clase. A los 18 quisieron crear una empresa de verdad y se decidieron por las gafas de sol. Necesitaban liquidez para hacer los primeros pedidos online pero nadie les financiaba, así que convencieron a sus padres, que les prestaron 20.000 euros. Así empezó todo. En pocos meses recuperaron la inversión y en su segundo año ya facturaban por encima de los dos millones. En 2016, Hawkers, su principal competidor, compró el 70% del negocio. En la actualidad continúan comercializando gafas y siguen con unas cifras espectaculares.
Crédito bancarios
Los bancos ofrecen muchas opciones para financiar nuevos proyectos. Es necesario que el emprendedor explique pormenorizadamente el proyecto que tiene entre manos y las necesidades, así como un plan de viabilidad. El banco estudiará las posibilidades y ofrecerá la mejor opción para cada caso. Los préstamos están sujetos a intereses, por lo que el emprendedor tendrá que devolver el dinero prestado con las tasas que imponga cada entidad. Eso sí, esta financiación permite una libertad total del uso de los recursos, una vez concedidos.
Cada empresa necesita un tipo de financiación acorde al modelo de negocio. Hay empresas que se inician con inversiones pequeñas,ya que no necesitan local ni adquisición de productos.
Por ejemplo, una persona puede abrir un blog de moda o un e-commerce, con una pequeña inversión. Basta con comprar el dominio de la web, cuyo coste es muy bajo, incluso gratuito. Si decide adquirir productos para luego venderlos puede partir de una pequeña inversión, solicitar un préstamo en su entidad bancaria y utilizar los fondos para comprar sus productos. Cada mes tendrá que devolver al banco la parte correspondiente al crédito con los intereses, por tanto, una parte de los beneficios se destinarán a cubrir los gastos de la inversión, y el resto se puede utilizar para reinvertir, comprar nuevos productos y pagar los gastos generales.
Business angels
Una vez que la empresa o startup va cogiendo forma, puede abrir una ronda de financiación para obtener inversores que aporten capital para seguir creciendo. La figura de los business angels es precisamente la de aquellos inversores particulares que ingresan dinero en un negocio con el fin de impulsarlo, hacerlo crecer y después venderlo. Normalmente invierten en la fase semilla cuando la empresa está empezando y cuenta con una pequeña financiación, procedente de familiares, amigos y ahorros propios. En este caso, el inversor aporta sus conocimientos y ayuda a impulsar el negocio a través de su red de contactos.
Wetaca es un ejemplo de startup triunfadora que ha crecido gracias a un business angel. Sus fundadores, Efrén Álvarez y Andrés Casal, comenzaron con inversión propia. Álvarez participó en Masterchef y con el dinero que ganó en el concurso compró una envasadora al vacío. Así nació Wetaca, la empresa de comida a domicilio que reparte tuppers para toda la semana. Comenzaron haciendo pruebas en sus casas y después se trasladaron a un garaje. Compraron lo mínimo imprescindible ya que repartían comida a unos 20 clientes. Poco a poco empezaron a crecer y vieron la necesidad de invertir para poder continuar con el negocio. Se pusieron en contacto con un business angel, que decidió aportar 300.000 euros de capital para que el negocio creciera. Ahora cuentan con más de 40 empleados, reparten aproximadamente 1.900 pedidos a la semana, unos 8.000 pedidos al mes, a los más de 32.000 clientes que han elegido esta opción para su comida del día a día. Desde 2015 han repartido aproximadamente 721.000 comidas, y siguen creciendo.
Crowdfunding
El micromecenazgo es otra de las opciones a las que un emprendedor se puede acoger para financiar su negocio. Es una práctica que se remonta a los años 90 pero es en la actualidad donde ha cogido más fuerza en nuestro país. Mediante pequeñas aportaciones económicas de gente anónima, muchos emprendedores han podido financiar sus proyectos, sobre todo en el ámbito de la cultura y de las artes escénicas.
‘El mayor regalo’ fue el documental más visto en España el pasado año y fue financiado a través de las aportaciones de 1.300 mecenas anónimos. Es el quinto largometraje de Juan Manuel Cotelo y se ha convertido en la cuarta película que más dinero ha logrado reunir a través de las aportaciones de los micromecenas. El documental ha traspasado nuestras fronteras y se podrá ver en 20 países.
Incubadoras y aceleradoras de startups
En la actualidad son muchas las corporaciones que cuentan con estos programas para asesorar y financiar a empresas emergentes. Las incubadoras ayudan a los proyectos más incipientes, les proporcionan un espacio físico donde pueden desarrollar su modelo de negocio. Por su parte, las aceleradoras harán lo propio con empresas que ya se encuentren más avanzadas, y aportarán inversión y mentorización. Telefónica tiene Wayra, Mercadona cuenta con Lanzadera, Renfe tiene TrenLab y Mapfre ha inaugurado recientemente insur_space.
Por tanto, no hay un modelo estándar para la financiación de un proyecto, ni existe una opción mejor que otra. Cada negocio ha de adecuarse a sus propias necesidades y estudiar sus riesgos. No todos los proyectos tienen los mismos márgenes de beneficios ni requieren la misma inversión, depende del tipo de empresa y del momento en que se encuentre.