La calidad de vida significa muchas cosas y ninguna, ya que es una impresión totalmente personal. A la pregunta de dónde se vive mejor, se le puede responder con tantas opciones como personas a las que se le hace esta pregunta. Sin embargo, una serie de datos objetivos determinan qué zonas son las que mejores condiciones reúnen para las necesidades más comunes, y qué zonas deben evitarse si lo que se busca es una vida llena de calidad.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) 'Calidad de vida', la medición de la calidad de vida viene determinada por indicadores basados en nueve dimensiones distintas. El instituto estadístico señala como primera dimensión las condiciones materiales de vida, para cuyo análisis tiene en cuenta distintas variables como los ingresos, la renta, la riqueza, los gastos y el hecho de llegar a fin de mes, así como la seguridad y certeza económica de sus residentes. En segundo lugar, la medición de esta calidad de vida también pasa por otras dimensiones importantes como el trabajo, tanto su cantidad como calidad; la salud, distinguiendo en cuanto a esperanza de vida, salud percibida, morbilidad, acceso a cuidados sanitarios y determinantes de salud como ejercicio y sedentarismo, y también la educación, analizada desde las competencias y habilidades de sus ciudadanos y la posibilidad de la formación continua.
El INE también tiene en cuenta el ocio y las relaciones sociales en lo referente a la satisfacción con el tiempo disponible, la asistencia a eventos culturales y deportivos, la frecuencia de encuentros con amigos; la seguridad física y personal, en relación a los homicidios, la delincuencia y la percepción de seguridad; la gobernanza y los derechos básicos, que tiene en cuenta las instituciones y servicios públicos y la participación ciudadana; el entorno y el medioambiente, que versa sobre la contaminación, los ruidos, el acceso a zonas verdes y el entorno en general, y por último analiza la experiencia general de la vida, en la que valora la satisfacción global con la vida y los sentimientos y las emociones.
Navarra, con la mayor calidad
Con todo este amasijo de variables sí es posible decidir dónde se puede vivir con mayor apacibilidad. Así, se desprende de todas estas variables que las comunidades con mejor calidad de vida son Navarra, País Vasco, Baleares, La Rioja, Aragón, Cantabria, Madrid, Asturias y Cataluña. En una situación media se encuentran Valencia, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Murcia y Extremadura. A la cola de la calidad de vida en España se encuentran, en orden decreciente, Andalucía, Canarias, Galicia, Melilla y Ceuta. Aunque son numerosos los estudios al respecto por parte de diferentes instituciones, los resultados suelen ser similares, incorporando algunos cambios de posición.
Grandes ciudades
En cuanto a las grandes ciudades, donde se concentra la mayor parte de la población que busca comprar piso, Madrid y Barcelona son las ciudades con mayor calidad de vida de España. Sin embargo, en ellas la calidad de vida está más garantizada en las zonas residenciales que en el ajetreado centro, de ahí que sus precios sean también los más prohibitivos. Según un informe de la tasadora Tinsa, en Madrid, las zonas que más se ajustan a esta descripción, y por lo tanto gozan de una gran calidad de vida, son el Barrio de Salamanca, Moncloa-Aravaca y Chamartín, mientras que en Barcelona destacan Sarrià-Sant Gervasi, el Eixample y Gracia. En Valencia, los barrios con mayor calidad de vida, y por ende precios más elevados, son Ciutat Vella y El Pla del Real; en Sevilla despuntan Los Remedios y Bellavista-La Palmera.
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