Además de instalar una alarma para evitar robos, hay que prestar atención a otros aspectos para que los imprevistos domésticos no arruinen las vacaciones.
Llegadas las deseadas vacaciones es momento de preparar bien la maleta para disfrutar de tan ansiado descanso, pero también de preparar la vivienda antes de marcharse. Si se viaja durante un periodo largo -como son las vacaciones estivales- hay que tomar algunas medidas en la vivienda para evitar sustos indeseados a la vuelta:
1. Seguridad. La mejor opción es instalar una alarma (suele suponer una inversión de 500 euros al año, aunque existen sistemas sin cuotas que rondan los 250 euros), previo análisis de los riesgos de la vivienda, capaz de detectar la entrada de manera anticipada. En este sentido, y por precaución, se pueden esconder los objetos de valor, avisar a algún vecino de confianza de la marcha y pedir que recoja la correspondencia, además es recomendable desviar las llamadas del teléfono fijo. También se puede adquirir un temporizador, que encienda las luces cada cierto tiempo para dar sensación de habitabilidad.
2. Los electrodomésticos. Hay que recordar que los aparatos en 'standby' siguen consumiendo, por lo que es importante desconectar de la corriente la televisión, los equipos de música y demás electrodomésticos. Antes de ello, hay que asegurar que los aparatos de la cocina están limpios, para evitar malos olores, humedades y más suciedad a la vuelta. En el caso de la nevera y el congelador, se puede dejar en modo ahorro de energía o modo ‘eco’ o a la mínima temperatura.
3. Luz, gas y agua. Conviene dejar las regletas y todos los enchufes desconectados, para evitar problemas de sobrecargas o cortocircuitos, cerrar la llave del gas y la del agua, para evitar goteos o fugas.
4. Ventanas. Además de asegurarse de que estén bien cerradas, se recomienda no dejar las persianas totalmente bajadas, porque eso es una señal de que la casa está cerrada o vacía.
5. La puerta. Es recomendable instalar una cerradura con tres puntos de anclaje, pues es más difícil de abrir. Cuanto más tiempo se tarde en acceder a la vivienda, más probable es que el ladrón se marche. Los ladrones utilizan señales para marcar las viviendas, por lo que si se ve alguna raya extraña en la puerta, en el suelo o en la pared de la vivienda, conviene avisar a la policía antes de la marcha. Los símbolos más habituales no solo indican si es fácil o no robar en la vivienda (con círculos y rayas) sino el mejor momento para entrar (una ‘W’ significa que se recomienda hacerlo por las noches; triángulos de diferente inclinación por las tardes y las mañanas; una ‘X’ si los propietarios están de vacaciones); o quién vive en la casa (si es una mujer, una persona mayor, si hay niños o si hay perro, por ejemplo).
6. Las plantas. Si no tenemos un vecino o familiar que amablemente pueda acceder a casa y regar las plantas, se pueden dejar los tiestos en un barreño de plástico con agua, cerca de las ventanas.
7. Insectos. Para evitar que hormigas u otros insectos se cuelen por algún lugar y se conviertan en los nuevos habitantes de la casa se puede aplicar vinagre o un insecticida químico en las esquinas, los azulejos y en los rodapiés a la altura del suelo, sobre todo en el baño y la cocina.