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Nueva tendencias en bares y restaurantes

18/09/2019

Tan solo en 2018, más de 1.800 locales de restauración abrieron sus puertas en España. Se unían a una larga lista que suma, en total, casi 280.000 bares y restaurantes en todo el país. En algunas ciudades, como León, hay casi cinco bares por cada 1.000 habitantes. 

Cada vez más emprendedores deciden reinventar los conceptos de estos locales y apostar por nuevos formatos que los diferencien. Repasamos algunos que son tendencia en España y otros países de Europa. La mayoría, enfocados a un público joven que busca practicidad o vivir una nueva experiencia.

Bares y restaurantes pop-up

Su éxito se basa en la exclusividad. El fenómeno pop-up hace referencia a negocios que abren sus puertas durante periodos cortos de tiempo. Y no se limita a bares y restaurantes: tiendas y muchos otros negocios optan por este formato que, combinado con buenas estrategias de marketing, suele dar muy buenos resultados. 

“O lo pruebas rápido o te lo pierdes”. Esta es, en resumidas cuentas, la filosofía que hay detrás del movimiento pop-up. En el mundo de la restauración suele estar ligado a comidas gourmet y a platos que se preparan exclusivamente para la ocasión. Los restaurantes y bares pop-up suelen abrir en lugares originales y alternativos (una antigua estación, fábricas rehabilitadas, una librería o incluso casas particulares), que hacen que la visita sea ya una experiencia.

El público objetivo de este tipo de negocios suele ser gente joven, predominantemente urbanita, con ganas de probar nuevas experiencias. Algunos ejemplos de iniciativas pop-up en España son The Table By y We Pop Barcelona.

El boom de la comida sana y ecológica

El interés por llevar un estilo de vida sano y equilibrado, unido al compromiso con el medioambiente, hace que cada vez más personas opten por acudir a restaurantes y bares con opciones saludables. Sobre todo a aquellos de cocina vegetariana y vegana o que apuestan por productos de proximidad y ecológicos.

Suelen ofrecer información nutricional sobre los platos, ya que se se dirigen, sobre todo, a personas con un compromiso ético y sostenible y a aquellas con intolerancias o alergias (que no suelen tener muchas opciones en los locales más tradicionales). 

Parte de su público son, también, los trabajadores que comen diariamente fuera de casa y quieren acceder a menús saludables. Motivo por el que muchos de estos restaurantes abren cerca de edificios de oficinas de las grandes ciudades. Aunque no todos: existen iniciativas como la gallega Culler de Pau, en donde muchos de los productos proceden de su propia huerta.

Locales monoproducto

Como su nombre indica, hacen referencia a negocios que se especializan en platos o bebidas muy concretas. Algo que se ha hecho toda la vida en los negocios tradicionales y en algunas franquicias de comida rápida. Ofrecen una carta muy reducida (a veces, con tan solo tres o cuatro opciones) con un ingrediente principal. Los nuevos locales de cervezas artesanales son un buen ejemplo.

El secreto está a la vista: poca variedad (lo que reduce en gran medida los gastos) y especialización. Triunfan sobre todo entre aquellos que quieren consumir un producto muy concreto. A menudo, priorizando la calidad ante la cantidad.

Pay-per-minute 

En 2010, abría sus puertas en Moscú Ziferblat, una cafetería en la que no se paga por lo que se consume, sino por el tiempo que se pasa en el local. La comida y la bebida son gratuitas. El secreto de este formato es hacer a los clientes sentirse como en casa: los locales de esta cadena rusa están decorados como una sala de estar y cuentan con sofás, instrumentos musicales, juegos de mesa, lugares de trabajo… Son muy populares entre trabajadores freelance y otros profesionales creativos. 

Ziferblat tiene locales en diferentes ciudades de Rusia, Ucrania, Eslovenia y Reino Unido (en Manchester, muy pronto también en Londres). El pay-per-minute es una tendencia que (todavía) no existe en España. 

Food halls y mercados

Convertir antiguos mercados o fábricas en centros gastronómicos es ya una tendencia global. Tanto en ciudades grandes como en núcleos más pequeños es habitual encontrar varios negocios compartiendo el mismo espacio. La clave: los clientes pueden compartir mesa sin importar de qué puesto vengan la comida y la bebida. 

Esto permite a los negocios apostar por la especialización. Muchos se decantan, de hecho, por ofrecer platos y bebidas de diferentes partes del mundo, atrayendo así a foodies, a personas jóvenes con ganas de probar nuevas experiencias y a turistas.

La reinvención del take-away

 

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Aunque no se trata de una novedad, podría decirse que el fenómeno de la comida para llevar o a domicilio se ha reinventado en los últimos años. Sobre todo, gracias al servicio de plataformas como Deliveroo, Glovo o Just Eat. Dentro del sector de la restauración, el segmento del envío a domicilio es el que más creció en 2018, tras aumentar un 17% las ventas. 

En total, uno de cada tres españoles pide comida online para consumir en casa. Los que más, los jóvenes entre 25 y 34 años (el 60% de las personas en esta franja de edad lo hace). Aunque, en términos generales, es un servicio usado por personas de todas las edades.

Lo cierto es que el sector, en general, crece en España. En total, los españoles realizamos 7.450 millones de visitas a locales de restauración en 2018. Más o menos, una visita cada dos días. Y todo parece indicar que las cifras seguirán creciendo este 2019. Acompañadas, seguramente, de nuevos formatos y locales.

Fotografía de Jonathan Forage en Unsplash
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