La leyenda popular dice que los unicornios eran tan raros de ver que, con suerte, una persona lograba ver uno en su vida. Con esta idea en la cabeza, el inversor Aileen Leen acuñó este término en 2013 para referirse a una startup que alcanza una valoración de, al menos, 1.000 millones de dólares. Entonces, solo había una treintena de empresas en todo el mundo que cumplía con estas características. Hoy, según los datos de Crunchbase, ya hay más de 800 en todo el mundo, con una recaudación que supera los 654.380 millones de dólares.
Una de las más recientes en incorporarse a esta lista tiene nacionalidad española. Es el caso de Wallbox, fundada en 2015, y que, a través de una fusión inversa con un special purpose acquisition company (SPAC) con Kensington Capital Acquisition Corp II (KCAC), ha conseguido comenzar a cotizar en la Bolsa de Nueva York. Se trata de la cuarta startup nacional en adquirir el estatus de unicornio, tras Glovo, Cabify e Idealista. Esta última fue la que, hasta la fecha, más recientemente se había unido a este grupo, después de que, en 2020, el fondo sueco EQT adquiriera a Apax Partners sus acciones en la compañía a un valor de 1.575 millones de dólares, de manera que se convertía en el principal accionista aunque manteniendo al equipo directivo. Esta adquisición suponía la mayor venta de una tecnológica en la historia de España.
El caso de éxito de Wallbox
Con solo cinco años de vida, Enric Asunción, antiguo responsable de instalaciones domésticas de Tesla en Países Bajos, decidió abandonarlo todo para mejorar los cargadores que suministran energía a los vehículos eléctricos. Junto a otros compañeros puso en marcha Wallbox con el objetivo de desarrollar cargadores inteligentes que, por ejemplo, permitan a los coches eléctricos cargados ser fuentes de energía para una vivienda.
En su primer año de vida, la compañía logró recaudar alrededor de 357.810 dólares de financiación, lo que le permitió comercializar su primer producto. Unos meses más tarde, captó otros 894.525 dólares, y, en 2017, 2,03 millones de euros más.
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En 2018, la compañía abrió su primera fábrica en China y obtuvo unas ventas que rondaron los seis millones de dólares. Un año después, cerró una ronda de financiación de alrededor de 18 millones de dólares y entró a operar comercialmente en Estados Unidos. En 2020 y 2021, ha concretado dos rondas de financiación más, de cerca de 27 millones y de 39 millones de dólares, respectivamente, y ha comprado Electromaps.
Hoy, ya está presente en más de 60 países y cuenta con cerca de 500 empleados. A través de la operación de SPAC, cuatro fondos de inversión entraron en el capital de la compañía invirtiendo en el entorno de los 330 millones de dólares, por lo que la valoración de la entidad se ha fijado en 1.500 millones de dólares. De este modo, Wallbox confía en consolidarse en el mercado norteamericano, compitiendo directamente con algunos gigantes mundiales, como ChargePoint, Blink Charging o Tesla, valorada en más de 575.000 millones de dólares.
La próxima generación de unicornios españoles
Ciberseguridad, telemedicina y servicios financieros son los sectores que más unicornios han generado en 2021. Si bien, las dos startups que en menos tiempo han logrado alcanzar tal condición pertenecen al segmento de los semiconductores (la china Moore Threads) y al de mensajería (la alemana Gorillas).
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En España, parece que Wallbox no será la única empresa que se convierta en unicornio este año. Según el listado ‘Top 100 Next Unicorns’ que publica cada año Viva Technology, hay otras entidades nacionales que aspiran a alcanzar la condición de unicornio en los próximos meses. Son los casos de Codigames, Jobandtalent, Paack, Playtomic, RavenPack y Wallapop. Curiosamente, cada una de ellas está especializada en una industria totalmente diferente del resto.
