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Tendencias para 2021: se consolida la ‘telenormalidad’

03/02/2021

El impulso tecnológico en los ámbitos laborales, educativos o sanitarios, que habría tardado en llegar años, se ha asentado en apenas unos meses. La telemedicina, la nube o la realidad virtual aumentada en el trabajo han llegado para quedarse.

Aprender a configurar una turbina eólica o hacer una consulta rigurosa médica eran prácticas puramente concebibles de forma presencial antes de la pandemia del coronavirus. Pero la irrupción de ésta ha impactado en cómo las personas aprenden, trabajan, se relacionan y se cuidan. La telemedicina, el uso de la nube o los dispositivos de realidad aumentada han llegado para quedarse.

De la virtualidad a la realidad

“Ha habido cinco años de cambio en cinco meses debido a la pandemia de la COVID-19”, sintetiza Deloitte Global en su informe ‘Predicciones en Tecnología, Medios y Telecomunicaciones’. El mayor uso de la nube o las soluciones de redes de acceso de radio (RAN, de radio access network) se presentan como alternativas para hacer el mundo y la sociedad más sostenibles, las empresas más competitivas y para reducir la brecha digital intergeneracional.

El mercado global para la Intelligent Edge aumentará en 12.000 millones de dólares durante este año, especialmente impulsado por el desarrollo del 5G, que suscita cierto escepticismo por los fantasmas del impacto de la radiación en la salud de las personas. Desde Deloitte Global destacan que “es muy improbable que el 5G afecte a la salud de una sola persona en 2021” y desmiente su influencia en el sistema inmune. “Hay más preocupación, pero su impacto potencial es menor que el de las anteriores generaciones de telefonía móvil”, recoge el informe, que destaca que la radiación que genera presenta niveles muy bajos. 

El mundo ‘inteligente’ ya formaba parte de nuestras vidas antes del estallido de la pandemia, pero ha vivido un efecto catalizador desde la llegada de la COVID-19. “Estamos entrando en una fase en la que Internet será 1.000 veces mayor de lo que es hoy”, recoge el documento. El gasto global en la nube crecerá siete veces más rápido que el gasto total en tecnologías de la información (TI) y la nube se presenta como una “solución dominante en todo tipo de negocios”. Con ella, las empresas tienen una oportunidad para ahorrar dinero, ser más ágiles e impulsar la innovación

Impacto educativo y empresarial

La enseñanza en tiempos de pandemia, de limitaciones y restricciones sociales y de centros de formación y colegios cerrados, se ha enfrentado a la necesidad urgente de adaptarse a la nueva realidad educativa digital. Pero, ¿cómo enseñar, por seguir con el ejemplo anterior, a configurar una turbina eólica a distancia? Las aulas y una parte importante del tejido empresarial han visto una alternativa para hacer frente a este nuevo escenario en la adquisición de dispositivos virtuales. Así, la compra por parte de las corporaciones de ordenadores portátiles o gafas de realidad aumentada para simular ambientes reales de trabajo ha crecido un 100% con respecto a los niveles de 2019, un incremento que se traducirá en 73.000 millones de dólares para 2024.

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Estudios revelan que estas prácticas de realidad virtual aumentan la productividad en un 32%, teniendo también una buena acogida por parte de los alumnos o trabajadores, y destacan menos margen de error en este método de aprendizaje “más eficaz que las videollamadas actuales”, ya que proporciona una mejor retención de los conocimientos. Deloitte Global pronostica que la tendencia al alza de estas tecnologías continuará en el mundo pos-COVID-19 debido a su “seguridad, bajo coste y el buen proceso de aprendizaje”. 

La telemedicina se asienta

“Aunque algunas tecnologías han seguido los patrones de crecimiento esperados, la realidad de una pandemia global ha causado una aceleración tecnológica sin precedentes que supone un cambio fundamental en cómo vivimos y trabajamos”, asegura Ariane Bucaille, responsable de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de Deloitte Global. Uno de estos impactos más tangibles es en el mundo de la medicina.

La crisis de la COVID-19 dejará un aumento global del 5% de consultas médicas a distancia, lo que se traduce en más de 400 millones de videollamadas. Si bien este ratio no continuará creciendo de forma exponencial cuando termine la crisis sanitaria en el sector de la medicina, la telemedicina tampoco regresará a los niveles establecidos antes de la llegada del virus.

Las compañías encargadas de ejecutar los servicios de ‘telesalud’ aumentarán sus ganancias en 8.000 millones de dólares este 2021. Por delante, tienen el objetivo de garantizar la eficacia de los diagnósticos y la confianza en estos servicios de los ciudadanos habituados históricamente a realizar estas consultas de forma presencial. Tecnologías como el 5G o la realidad aumentada harán más precisas las evaluaciones médicas. Aunque todavía se necesita tiempo para adaptar esta realidad, la mitad de las personas en el informe de Deloitte Global aseguran estar de acuerdo con las teleconsultas, ya que reducen el nivel de riesgo de contagio y la cantidad de desplazamientos.

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Este escenario es más desafiante para la población mayor de 65 años, mucho menos adaptada a la era digital. Sin embargo, se presenta como una oportunidad para dirimir la brecha tecnológica intergeneracional. El impacto sin precedentes de la COVID-19 se presenta como un revulsivo para la transformación digital de empresas y de sociedades. 

Fotografía de Huy Phan en Unsplash
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