Si hay una lección que ha dejado el 2020 a su marcha ha sido la de que no hay nada escrito y menos cuando se trata de prever el comportamiento de los mercados financieros. Así lo afirma Nicolás Fernández, director de Análisis de Banco Sabadell en el webinar ‘Perspectivas de los mercados en 2021. Expectativas con la vista puesta en las vacunas contra la COVID-19’, organizado por HUB Empresa de Banco Sabadell: “El año pasado, comenzábamos recomendando prudencia en los mercados, pero nadie esperaba la llegada de la COVID-19 y una caída en los mercados que llegó hasta el 30% y el 40% dependiendo de los índices. Por eso, tanto los mercados como los inversores deben ser capaces de adaptarse a cualquier escenario”.
Ahora, con la mirada puesta en el nuevo año, Federico Servetto, Director de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell, comenta que “se observan condiciones para una continuada recuperación de la actividad mundial en medio de fuertes estímulos fiscales y monetarios”. Y es que los bancos centrales mantendrán los tipos de interés en niveles mínimos y la liquidez para asegurar que las condiciones financieras siguen siendo lo más positivas posibles.
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Tanto es así que 2021 presenta un escenario macroeconómico favorable para las bolsas, ya que vuelve cierta sincronización del crecimiento. Es decir, que los principales motores de la economía mundial crecen simultáneamente. A ello hay que añadir la llegada de la vacuna contra la COVID-19, un hecho al que la bolsa lleva reaccionando positivamente desde que la Agencia Española del Medicamento (AEM) la aprobó el pasado 21 de diciembre, independientemente de los datos de incremento de contagios por COVID-19. En este sentido, Nicolás Fernández apunta que, de cara al 2021, el mercado debería descontar este hecho positivamente ya en la primera mitad del año.
Disminuyen los riesgos relacionados con la COVID-19
Los riesgos del nuevo año, los relacionados con la COVID-19, el mayor conocido hasta la fecha, son cada vez más bajos y es cuestión de tiempo que se llegue a controlar definitivamente la pandemia. Sin embargo, el incremento de contagios y los nuevos cierres que se siguen produciendo generarán volatilidad a corto plazo, según comenta Fernández, quien añade que los verdaderos riesgos para los mercados son los que no se pueden prever.
Así, si bien es cierto que el riesgo es inherente a cualquier inversión, no es menos cierto que no estar dispuesto a asumir ningún riesgo lleva a perder muchas oportunidades. Servetto señala entonces que, para lograr superar este desafío, la alternativa pasa por invertir en aquellos activos que se verán favorecidos por la recuperación. Así, gracias a la superación de la pandemia y a los estímulos monetarios y fiscales que harán que el 2021 sea un año de fuerte rebote del crecimiento económico global, se prevé que los mercados, y sobre todo aquellos activos más vinculados al ciclo económico, presenten un buen desempeño.
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El auge de la bolsa como única alternativa
En concreto, Servetto señala las bolsas como la primera gran línea de inversión, ya que estas, asegura, se beneficiarán de la mejora de las expectativas empresariales y de unos beneficios más dinámicos y con tendencia al alza. Esto se explica gracias a que con un incremento de las ventas, la reducción de los costes ya implementada hará subir los márgenes y, además, las políticas monetarias expansivas contribuirán a un entorno estable en las valoraciones.
Así, aunque sigue sobrevolando la incertidumbre sobre cómo será la recuperación en los distintos países, de lo que no hay duda es que el mercado de acciones no tendrá ningún claro rival el próximo año. Los tipos de interés seguirán bajos después de los anuncios de los bancos centrales para estimular la economía: La Reserva Federal (FED) argumentaba el pasado mes de diciembre que seguiría con los tipos bajos de interés y con la compra de deuda.
De hecho, en Estados Unidos (EE.UU.), hace tiempo que se habla del TINA (There is no Alternative) Effect, para referirse a la importancia de la bolsa como única alternativa de inversión, hasta el punto de que últimamente ya ha derivado en el TRINA (There is Really no Alternative) Effect. Sin embargo, no hay que perder de vista que un exceso de estímulos fiscales y monetarios, tal y como señala Fernández, podría llevar a un repunte de las expectativas de inflación y tipos que lastrarían la valoración de las bolsas, haciendo que estas ya no sean la única opción.
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Cuáles son los potenciales de crecimiento estimados
A día de hoy, el escenario actual de tipos de interés tan bajos es positivo, ya que no se les puede exigir a las bolsas potenciales de crecimiento muy fuertes, asegura Fernández. Así, estima un potencial del +6% para el EURO STOXX 50 y del +3% para el IBEX 35 a diciembre de 2021 y recomienda la inversión en bolsas emergentes asiáticas (China), EE.UU. (S&P 500) e índices europeos cíclicos con peor evolución acumulada. Y es que, tras los rebrotes de finales de 2020, se espera una mejor evolución de las compañías de pequeña capitalización y de los sectores y los valores más cíclicos de calidad y más castigados, combinados con opciones defensivas que se vean favorecidas por una vuelta a la normalidad.