Las nuevas tecnologías han cambiado los hábitos de compra de los consumidores. Las marcas que forman parte del sector retail son conscientes de ello desde hace años y por eso han adaptado sus estrategias de venta a las nuevas necesidades del cliente, incluyendo instrumentos y mecánicas cuyo fin es mejorar cada día su experiencia a la hora de adquirir productos o servicios.
La realidad virtual, las entregas a través de drones o las redes beacon han llegado a las tiendas y a las grandes superficies comerciales para satisfacer las demandas de un consumidor cada vez más exigente. Exigente en cuanto a la calidad del producto que compra (desde el punto de vista de la sostenibilidad y la ética) y también en cuanto al proceso en sí, que ahora debe ser único e individualizado.
El sector vive un buen momento y prueba de ello es que en España se espera que este año las ventas de los retailers aumenten un 1,6%.