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Jubilación
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Por qué invertir en planes de pensiones de ciclo de vida

Thu Nov 26 08:39:26 CET 2020

Es una de las vías más interesantes para cualquier ahorrador que quiera planificar una jubilación tranquila, gracias a que, apoyados en la labor de gestores profesionales, adaptan de manera automática la cartera de inversiones a la situación del partícipe.

A lo largo de la vida de una persona se suceden distintas etapas, cada una de ellas con sus metas y con sus necesidades. No requiere lo mismo alguien que se independiza por primera vez que ese mismo individuo, años más tarde, cuando contrata su primera hipoteca o tiene un hijo. Como tampoco tendrá los mismos objetivos al acercarse en su madurez a la edad de jubilación o cuando, tras abandonar su vida laboral, entre en ella. En el caso del ahorro ocurre algo similar, ya que en cada momento y en cada situación se dispone de unas capacidades de ahorro diferentes, debido tanto a los ingresos periódicos que se generan como a los gastos que hay que atender.

La industria de la inversión se adapta a la edad de cada persona gracias al amplio abanico de productos financieros que se comercializan en la actualidad, y entre los que destacan los planes de pensiones, por su vocación de servir de complemento, en el futuro, a los ingresos de la jubilación. Existen muchas clases, como, por ejemplo, según los sujetos que los constituyen, hay planes individuales, planes de empresa y planes asociados. Si, en cambio, se tienen en cuenta sus obligaciones, los hay de aportación definida, de prestación definida o mixtos. Incluso, si en lo que se fija el ahorrador es en los activos en los que se invierte el capital, existen planes de pensiones de renta fija, de renta variable, de renta variable mixta o garantizados, que es la clase más conservadora de todas.

Importantes ventajas

Entre todas estas variantes de planes de pensiones, cabe destacar aquellos que se conocen como planes dinámicos o de ciclo de vida que, especialmente en los últimos años, han ganado una gran popularidad, debido a que son capaces de adaptar de manera automática su binomio entre rentabilidad y riesgo para combinarse con la edad de sus partícipes y sus características particulares. En realidad, se trata de una gama de instrumentos financieros diseñada para colocar el capital en distintas inversiones, de acuerdo a la fecha estimada de jubilación que se tiene prevista. Tal y como afirma Esther Pichardo, Directora de Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones, “los productos de ciclo de vida permiten una gestión adaptada al plazo que le queda a cada cliente para cobrar el plan, adaptando automáticamente las inversiones con el transcurso de los años y reduciendo el riesgo cuando se está cerca de cobrar el plan”.

Los productos de ciclo de vida adaptan automáticamente su binomio entre rentabilidad y riesgo para combinarse con la edad de sus partícipes y sus características particulares

De este modo, una persona que apueste por ellos mantendrá los dos beneficios principales que tienen los planes de pensiones. Por un lado, ir ahorrando de manera periódica con vistas a, en el futuro, disponer de una jubilación tranquila y sin sobresaltos, en la que sus necesidades económicas se vean satisfechas tanto por la pensión pública que reciba como por el complemento generado a través del rendimiento que ha logrado con su dinero en este producto. Por otro lado, se disfrutan de las mismas ventajas que, en la actualidad, tienen los planes de pensiones en España, como, por ejemplo, que el dinero que se aporte a uno de ellos a lo largo del año se descuenta de la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), aunque el reciente proyecto de los Presupuestos Generales del Estado de 2021 proponga recortar hasta dejar en 2.000 euros la aportación máxima de los planes de pensiones individuales con derecho a deducción en la declaración de la renta, desde los 8.000 euros actuales.

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Junto a estas ventajas, los planes de ciclo de vida suman otra más, como es que los partícipes dejan su dinero en manos de especialistas financieros con experiencia que, además de adaptar las inversiones a las características propias de la edad de cada ahorrador, analizan el entorno económico del mercado en todo momento, de cara a que se mantenga o, incluso, se incremente la rentabilidad. Tal y como señala Esther Pichardo, “uno de los principales beneficios de los productos de ciclo de vida es que invierten diferente en función de la edad y adaptan la estrategia de inversión a medida que se cumplen años”.

Cómo obtienen rentabilidad

De acuerdo al informe ‘Preventing Ageing Unequally’, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2050 en España habrá 76 personas jubiladas por cada 100 trabajadores. Un dato muy preocupante teniendo en cuenta que, hace apenas un lustro, esta proporción era de 30 jubilados por cada 100 empleados. Desde hace años, el debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones está instalado entre la opinión pública, y parece que serán necesarias algunas reformas profundas en el futuro cercano para hacerlo más viable. Quizá por ello, y según datos de la patronal del sector asegurador Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), hoy casi 10 millones de españoles tienen contratado algún producto exclusivo para la jubilación.

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Esta preocupación de los ciudadanos acerca de los riesgos actuales del sistema y de las consecuencias para su futura jubilación ha provocado un incremento en la oferta de planes de pensiones en el mercado. Por ello, antes de contratar uno, conviene tener claros algunos aspectos como  el tipo de plan que se desea tener (planes que requieren la gestión activa por el cliente, decidiendo en cada momento el cambio de plan en función de los mercados; o planes que delegan la gestión en el equipo de gestores expertos de la entidad gestora); o como el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir, y que, muy probablemente, influirán en la rentabilidad final que se obtenga. Por ejemplo, dado el contexto actual de tipos de interés próximos a cero, en los últimos años se ha observado una mayor presencia de los planes de pensiones con más peso de la renta variable, como son los casos de los de renta fija mixta y los de renta variable mixta.

El concepto clave en estos productos es el horizonte temporal: a largo plazo, más peso de renta variable y menos de renta fija; a corto plazo, la estrategia opuesta

En este contexto, las entidades financieras están ofreciendo, cada vez más, planes de pensiones basados en el ciclo de vida que se configuran a partir de dos variables: la fecha estimada de jubilación y el perfil de riesgo. Tal y como analiza Esther Pichardo, a medida que se aproxima el día de abandonar la vida laboral, pensando en el corto plazo, el peso de la renta variable disminuye, ajustando los porcentajes y la duración de la renta fija de acuerdo al perfil del partícipe. “Los planes de pensiones, que son un producto con un horizonte temporal a largo plazo, deberían invertir así, para aprovechar las oportunidades de los mercados cuando aún falta tiempo para cobrar, y reduciendo el riesgo y la volatilidad cuando se acerca el momento de cobrar el plan”, añade.

Es decir, que el concepto clave en este tipo de productos es la inversión en el largo plazo, dado que, de este modo, se puede mitigar el efecto que tiene la volatilidad en momentos puntuales del ciclo económico en los mercados, mientras que la rentabilidad tiene unas perspectivas de crecimiento mayor. Cuanto más joven es el ahorrador se otorga una mayor preponderancia a la inversión en activos de renta variable, modificándose con el paso de los años hasta que, poco a poco, pierde protagonismo en favor de la renta fija. De este modo, se intenta lograr un mayor beneficio controlando el riesgo, en el que la labor del gestor es fundamental para ir modificando de manera paulatina la configuración de la cartera.

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Eso no quiere decir que, en una estrategia a largo plazo, estos productos no apuesten por la renta fija, pero lo hacen con una mayor duración, dado que los tipos de interés a largo plazo son normalmente superiores a los del corto plazo, y ya que el horizonte temporal está lejano, es mejor aprovecharlo. En edades cercanas a la jubilación, la duración de la renta fija será a corto plazo.

En conclusión, aunque alguien sea muy joven y acabe de comenzar a trabajar, es importante que dedique tiempo a planificar sus finanzas a futuro, ya que, si suscribe un plan de pensiones de ciclo de vida, podría invertir en activos de mayor riesgo y optar a ganancias muy relevantes cuando, dentro de muchos años, decida retirarse. En definitiva, podrá maximizar su beneficio acotando el riesgo y de una manera cómoda y tranquila, ya que ni siquiera tendrá que cambiar de plan de pensiones para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado o de su propia situación vital.

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Fotografía de Anthony en Pexels
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