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Planes de previsión asegurados: ventajas e inconvenientes

Mon Oct 05 15:11:00 CEST 2020

Se trata de un producto de ahorro que tiene importantes beneficios para sus asegurados, aunque, quizá, no goza de tanta popularidad como otros. Está dirigido principalmente a un cliente cercano a la jubilación o muy conservador que desea planificar su futuro económico sin sobresaltos.

La Grecia antigua no solo tuvo brillantes hombres relacionados con la filosofía, como Aristóteles, o con la literatura, como Homero, sino que, también, hubo grandes poetas, como es el caso de Hesíodo, un autor tan importante que, incluso, un cráter en la luna lleva hoy su nombre. Además de versos sobre los mitos y las leyendas helenas, Hesíodo fue autor de grandes frases que han quedado para el recuerdo, como aquella que dice que "si añades lo poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho".

Mientras se está trabajando, y más en edades jóvenes, es habitual pensar en la jubilación como algo muy lejano sobre lo que no es preciso preocuparse hasta mucho más adelante. Sin embargo, el tiempo transcurre inexorable y es crucial invertir parte de él en planificar el futuro a largo plazo, ya que es imposible conocer de antemano las circunstancias personales y económicas que tendrá cualquier persona cuando se retire. De hecho, a medida que aumenta la esperanza de vida en los países desarrollados, la cantidad de personas que se incorporan al mundo laboral disminuye, como consecuencia del menor número de nacimientos que se llevan produciendo desde hace algunas décadas. De este modo, la denominada Caja de las Pensiones mengua, obligando a todos a pensar en cómo complementar la pensión pública para disfrutar de una vejez tranquila y sin sobresaltos.

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En España, existe una amplia variedad de productos de vida- ahorro en el mercado de los que, quizá, los planes de pensiones son los más conocidos, aunque, según cada caso, puede que existan otros que se adecúen mejor a las características particulares del usuario. De todos modos, todos ellos gozan de ciertas ventajas y beneficios fiscales que, desde el punto de vista financiero, son interesantes y que hay que conocer, tanto para desgravarse durante los años que se está en activo, en los que se les nutre económicamente, como con vistas a rescatarlos en la jubilación.

Se comercializan diferentes productos de vida- ahorro que gozan de ciertas ventajas y beneficios fiscales que conviene conocer antes de decantarse por uno

Comparativa frente a otros productos similares

Mediante un plan de pensiones, el partícipe va realizando aportaciones periódicas a este instrumento de ahorro, con el objetivo de recuperar en el futuro ese capital más los intereses que se hayan ido generando con el paso del tiempo. Tal y como explica Esther Pichardo, Directora de Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones: “La mayoría de los planes de pensiones, al tratarse de productos a largo plazo, incorporan una parte de la inversión en renta variable. Esto es especialmente importante en un contexto de crisis como el actual, que ha provocado unas caídas importantes de los mercados bursátiles. Ahora se presenta una gran oportunidad para realizar aportaciones a precio bajo, teniendo en cuenta que el objetivo de cobro es la jubilación y, por tanto, son inversiones a largo plazo”. 

Además de la jubilación, también está previsto su rescate en otros casos: “Los planes de pensiones permiten también el cobro durante el periodo de acumulación, en caso de invalidez, en caso de enfermedad grave del titular, del cónyuge, de un hijo o de un padre, o de paro cuando se ha agotado la prestación pública de éste”, indica Pichardo. 

Los planes de pensiones pueden servir, ocasionalmente, para mitigar situaciones difíciles por las que puede atravesar una persona. “En la década anterior, cuando hubo problemas de liquidez, los planes se pudieron utilizar para hacer frente a pagos de la cuota de hipotecas. Del mismo modo, ahora también los planes de pensiones colaboran con el bien general permitiendo complementar los ingresos de autónomos y empleados que hayan visto reducida su facturación por la crisis de la COVID-19”, afirma la experta.

Además de este producto, existe otro bastante semejante, los planes de previsión asegurados (PPA), que se diferencian en que “se trata de un seguro y por tanto, garantizan que, con independencia de lo que ocurra en los mercados financieros, los partícipes recuperarán, al menos, el dinero invertido al vencimiento”, explica. Por otro lado, y solo para los residentes en el País Vasco, existen las entidades de previsión social voluntaria (EPSV), que son, de hecho, muy parecidos a los planes de pensiones, si bien su supervisión corresponde en exclusiva al Gobierno vasco.

Al centrarse en la comparativa entre planes de pensiones y PPA, Pichardo indica que se pueden establecer varios puntos en común, como son las ventajas fiscales de que disfrutan (recordamos que son los únicos productos del mercado que permiten reducir la base imponible del IRPF del año en que se realizan aportaciones), que no es posible rescatar el dinero hasta la jubilación (a excepción de los casos mencionados anteriormente), que resulta posible traspasar el capital ahorrado de un producto de ahorro a otro sin sufrir ninguna penalización, y que disponen de unos límites anuales de inversión equivalentes y conjuntos de 8.000 euros al año.

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También tienen un ámbito en el que se diferencian y que resulta crucial a la hora de que un ahorrador se decante por uno u otro: mientras que el PPA, como se ha visto, garantiza una rentabilidad, como mínimo a vencimiento, el plan de pensiones no puede hacerlo. “Esto significa que, en un entorno de tipos bajos como el actual y hablando de una inversión a largo plazo, existen más posibilidades de obtener una mayor revalorización en un plan de pensiones, pero, también cuentan con el riesgo de sufrir pérdidas con los vaivenes de los mercados. Los PPAS en cambio, no tienen el riesgo de sufrir pérdidas si se mantienen hasta el vencimiento acordado, pero tampoco aportan actualmente rentabilidades interesantes”, explica Pichardo.

Los PPA garantizan al partícipe recuperar, al menos, su dinero invertido, si se mantienen hasta el vencimiento acordado

Por qué apostar por un PPA

Cuando se quiere ahorrar para la jubilación, como se acaba de ver, un PPA ofrece un tipo de interés mínimo garantizado hasta su vencimiento, por lo que es interesante para gente cercana a la jubilación que desea garantizar el saldo acumulado hasta este momento en un plan de pensiones, así como para personas extremadamente conservadoras, que prefieren no asumir el riesgo que comportaría invertir, al menos parcialmente en renta variable, para intentar obtener rentabilidades más elevadas.

Junto a todo ello, hay que sumar las ventajas fiscales antes descritas, así como otra serie de beneficios que son importantes a tener en cuenta pensando en que se trata de productos que se mantendrán en cartera a lo largo de un periodo prolongado de tiempo:

  • Liquidez en caso de enfermedad grave o paro de larga duración. Cualquier partícipe puede tener acceso a los ahorros de su PPA antes de la jubilación para cubrir estas contingencias económicas. Además, de acuerdo a la ley, a partir de 2025 se podrá tener acceso al capital cuando las aportaciones tengan, al menos, diez años de antigüedad.
  • Posibilidad de traspasar los derechos económicos inherentes del PPA de manera total o parcial a otro plan de pensiones o PPA.

Es importante reseñar, en relación a la fiscalidad, que las aportaciones anuales realizadas en Planes de pensiones individuales y de empresa, y PPAS están limitadas a 8.000 euros en conjunto. Además, si el cónyuge tiene unos rendimientos netos del trabajo o de actividades económicas inferiores a 8.000 euros, el contribuyente puede aportar hasta 2.500 euros al plan de su cónyuge.

Todas aportaciones realizadas reducen la base imponible del IRPF, con el límite del 30% de la suma de rendimientos netos trabajo y actividades económicas, y siempre que no dejen la Base Imponible negativa.

A la hora de rescatarlo, se puede optar por obtener el capital del PPA de una sola vez, en forma de renta, o bien, de un modo mixto, aunque, en cualquier caso, las dos modalidades tributan como rendimientos del trabajo en la declaración de la renta.

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Antes de tomar ninguna decisión en relación a contratar un producto de estas características, lo más oportuno es recurrir al asesoramiento profesional y experto que permitirá aclarar cualquier duda, además de establecer una pauta de ahorro en base a los objetivos vitales y financieros que se contemplen pensando en el largo plazo.

Fotografía de D A V I D S O N L U N A en Unsplash
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