Cualquier crisis empresarial es todavía más difícil de sortear si la compañía afectada no dispone de las herramientas necesarias. Para las pymes es fundamental contar con seguros adecuados que cubran los principales riesgos que pueden poner en peligro su supervivencia.
Siete de cada 10 pequeñas y medianas empresas (pymes) desaparecen tras sufrir un siniestro importante si no están correctamente aseguradas. El estudio `Empresas 360´ elaborado por Mapfre y que analiza el grado de aseguramiento empresarial revela que la mayoría de las pymes en España no está lo suficientemente protegida. El informe pone de manifiesto que, aunque la gran mayoría (91%) cree que el nivel de cobertura que tiene contratado es bastante adecuado o muy adecuado a sus necesidades, la realidad es que el 36% de los potenciales riesgos no están cubiertos.
Entre las principales contingencias que amenazan la estabilidad de una pyme estarían las posibles reclamaciones de terceros en el ámbito de su actividad empresarial y los daños a sus instalaciones o bienes. Los datos reflejan que tan solo un 33% de las empresas tiene asegurada su maquinaria frente a las averías que pueda sufrir y solo un 25% tiene contratado un seguro que ampare las pérdidas de su cuenta de resultados ante un posible siniestro que les impida desarrollar normalmente su actividad. El informe subraya además que el 50% de las pymes no tiene identificado el coste que supondría parar su actividad lo cual pone en grave riesgo su viabilidad.
Las pymes presentan una gran exposición a siniestros de gravedad con consecuencias económicas importantes para la subsistencia de la empresa, explica José Manuel Veiga director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros, "un incidente de este tipo puede ocasionar importantes daños para un negocio que carece de la liquidez suficientemente para hacer frente, por ejemplo, a los daños ocasionados por un incendio, una inundación, la avería de una máquina o la reclamación de un tercero". Veiga destaca que “un correcto aseguramiento con la colaboración de un especialista es esencial para proteger el patrimonio de las empresas y para que un incidente no impida el normal desarrollo de su actividad”.
Los seis seguros imprescindibles para una pyme:
- Seguro de accidentes. Todas las empresas están obligadas a tener un seguro de accidentes laborales, que normalmente se establece según el convenio del sector, y que fija una serie de garantías, capitales asegurados e indemnizaciones. Esta póliza establece las coberturas frente a un accidente, fallecimiento o incapacidad permanente que los empleados puedan sufrir dentro del centro de trabajo.
- Seguro multirriesgo. “Este tipo de seguros cuenta con coberturas opcionales para poder adaptarse a las necesidades de cada empresa”, explica Veiga. Su objetivo es proteger los bienes materiales y las instalaciones frente a riesgos de incendio, robo, daños eléctricos, fugas de agua, fenómenos meteorológicos adversos, actos vandálicos, rotura de cristales, etc.
- Seguro de Responsabilidad Civil. Es una cobertura frente a los daños ocasionados debido a la realización de la actividad empresarial, ya sea durante la explotación de la actividad o una vez entregados los servicios o los trabajos prestados. Este seguro asume el pago de las indemnizaciones por las reclamaciones que realice un tercero derivadas de la responsabilidad en la que haya incurrido la empresa o los empleados, así como los gastos de defensa judicial y las fianzas.
- Seguro de Responsabilidad para Directivos y Altos Cargos. Los administradores y los directivos de cualquier empresa pueden cometer errores en su gestión y recibir reclamaciones de accionistas, socios, empleados, clientes, proveedores, de la Administración, etc. Deben responder con su patrimonio personal por los actos incorrectos que hayan cometido en el ejercicio de sus funciones. No importa en qué sector desarrollan su actividad ni si la reclamación tiene una base real o no. Una reclamación puede echar a perder el trabajo de años y la reputación de la empresa o la de sus Administradores y Directivos. Esta póliza asegura el patrimonio personal y el familiar por actos incorrectos de la persona asegurada, los gastos en defensas judiciales y el pago de indemnizaciones derivadas de su gestión.
- Lucro cesante. En caso de que se produzca un siniestro en las instalaciones de la empresa (por ejemplo, un incendio o inundación), ésta puede disminuir su actividad o, incluso, tener que pararla. Esto supone que, mientras no se percibe la indemnización y se reparan los desperfectos, mantiene unos gastos fijos, que tiene que seguir pagando (salarios, contratos, etc.), así como la pérdida de beneficios con respecto a los esperados de no haberse producido el siniestro.
- Seguro de crédito. Otorga un servicio integral de protección que incluye prevención de riesgos, gestión de recobro e indemnización en caso de que el anterior no llegue a producirse. Protege a las empresas del riesgo de no pago de las cuentas pendientes, tanto en el mercado nacional como en el internacional, causado por una insolvencia declarada (quiebra, cesación de pago con acreedores u otra situación similar) o por créditos impagos. El uso de esta herramienta se ha vuelto fundamental en el portafolio de negocios del empresariado para resguardar los flujos de efectivo que aseguran el capital de trabajo para seguir operando con normalidad.
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¿Qué seguros son obligatorios para las pymes?
Entre este abanico, hay una serie de pólizas que son de obligada contratación por parte de las empresas. Aquí destaca el seguro de accidentes de convenio: “En la mayoría de los convenios colectivos se establece la obligatoriedad por parte de la empresa de contratar un seguro de accidentes para los casos de incapacidad permanente total, incapacidad permanente absoluta y fallecimiento y que cubre los accidentes que pueda sufrir el trabajador en el desempeño de su labor”, señala Veiga.
Asimismo, existen determinadas actividades en las que se exige la contratación de un seguro de Responsabilidad Civil. “Esta obligación afecta sobre todo a las actividades profesionales, si bien es posible que en algunos trabajos sean los propios clientes quienes exigen este tipo de seguro aunque no haya una normativa que lo haga obligatorio”, apunta el director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros.
Por ejemplo, en el sector de la construcción, es obligatorio contratar un seguro decenal. “La Ley obliga a ofrecer una garantía de 10 años a los compradores de los inmuebles nuevos, que afectaría a los daños, a los defectos o a los vicios de la construcción, y para satisfacer esa garantía se contrata este tipo de seguros”, añade Veiga.