La crisis del coronavirus (COVID-19) ha supuesto un cambio en el sistema productivo y laboral a nivel mundial. La pandemia ha puesto de manifiesto algunas carencias y virtudes en el músculo económico que se traducen en la consolidación de algunos trabajos y en la proliferación de otros que hasta entonces pasaban desapercibidos o, directamente, eran desconocidos. Esta crisis ha aflorado la polaridad de muchos sectores que han demostrado ser esenciales y que han estado en primera línea de batalla.
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Un mercado laboral marcado por la demanda de perfiles tecnológicos
Según Singularity Experts, el 85% de los nuevos empleos están relacionados con el sector tecnológico, muchos de ellos tienen que ver con el Big Data y la Inteligencia Artificial. Dentro de esta rama está el Data Science que, según el informe "EPYCE 2019. Posiciones y competencias más demandadas", elaborado por la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos, ocupa la segunda posición de las profesiones más demandas en nuestro país, solo por detrás de la ingeniería informática. En el sector salud, la IA ha supuesto un salto exponencial ya que ayuda a realizar diagnósticos rápidos, detectar patologías y buscar tratamientos de manera rápida gracias al cruce de datos y a patrones médicos.
- Big Data e Inteligencia Artificial. Pero tanto el Big Data como la IA no solo se aplican en el terreno puramente médico, también tienen mucho peso en el campo de la investigación, de hecho, la startup BlueDot, especializada en IA, predijo la expansión de la COVID-19 antes que los estados y los organismos internacionales. Su tecnología, que visualiza enfermedades de todo el planeta mediante la combinación de algoritmos de procesamiento natural, detectó un site en el que se hablaba de una nueva e inusual enfermedad localizada en Wuhan y decidió rastrear todas las comunicaciones que partían de esa zona para saber hacia dónde podía haberse extendido. Así elaboró un esquema de la extensión de la pandemia antes, incluso, que la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Robótica. Muchos empleos del futuro estarán íntimamente relacionados con las nuevas tecnologías. El sector de la robótica será uno de los más demandados ya que la industria tiende a la automatización de los trabajos. En los últimos meses ha sido crucial para la fabricación de ciertos productos de primera necesidad como respiradores o EPIS, en grandes cantidades y en tiempo record. Pero la robótica no se va a imponer solo en el sector industrial, ya que, los robots cada vez están más integrados en el día a día y, en esta nueva realidad, muchos empleos podrían pasar a ser desarrollados por máquinas con el objetivo de minimizar las concentraciones de gente. La robótica será imprescindible también en el campo de la salud. La cirugía moderna o cirugía digital utiliza las nuevas tecnologías y la robótica para operar de manera mucho menos invasiva, de esta forma, operaciones que antes requerían mucho tiempo ahora se hacen de manera más sencilla con la ayuda de máquinas perfectamente diseñadas para cada caso.
- Marketing Digital. Existe una demanda creciente de empleo en el campo del marketing digital, un sector que ayuda a las empresas a darse a conocer y a posicionarse en la red. El marketing digital utiliza estrategias de comunicación y recursos digitales para enviar mensajes que estimulen la venta, a través de una comunicación directa, campañas personalizadas y ofertas y promociones adaptadas y, además, permite medir y analizar los resultados en tiempo real. Los e-commerce han servido de salvavidas a muchas empresas que han podido continuar su actividad durante el confinamiento, de ahí que el proceso de digitalización de muchos negocios se haya acelerado; sin embargo, esta transformación va mucho más allá de tener una tienda online, hay que darla a conocer y, por ello, estas técnicas del marketing aplicadas a la red se hacen imprescindibles en estos momentos.
- Ciberseguridad. El teletrabajo se ha impuesto en muchos sectores. Aunque en nuestro país todavía no era una práctica muy extendida, la crisis provocada por la COVID-19 ha catalizado esta metodología subrayando la necesidad de reforzar la seguridad para que el trabajo a distancia se pueda desarrollar de manera óptima y sin los problemas de ciberataques que se produjeron en la primera fase del confinamiento, cuando las empresas y sus trabajadores se vieron forzados a implementar el teletrabajo rápidamente y sin garantías. El mercado mundial de ciberseguridad rozó los 10 mil millones de dólares en ventas en el último trimestre del año pasado, según datos de Canalys, lo que supone un 14% más que en el mismo periodo del año anterior. Además, la situación crítica en cuanto a ciberataques derivada de la situación que hemos vivido ha marcado un punto de inflexión y, según Precise Security, se prevé que el mercado mundial de ciberseguridad siga creciendo en los en los próximos años hasta llegar a unos ingresos de aproximadamente 151.200 millones en dos años. Las empresas están reforzando sus estrategias de seguridad tanto en la infraestructura general como en las aplicaciones y programas y, en los próximos años, se intensificará el análisis de seguridad, software de respuesta y la inteligencia, entre otros aspectos.
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Trabajos esenciales durante la pandemia
En esta crisis han destacado muchos trabajos que se han demostrado puramente esenciales. Los profesionales de la salud, del transporte, de la limpieza o de la logística no han parado y han requerido de gran esfuerzo para dar respuesta a las demandas diarias.
Según el listado de profesiones más demandadas durante el estado de alarma, realizado por Adecco, además de la indiscutible labor llevada a cabo por el personal sanitario, los repartidores, los transportistas y el personal de almacén son algunas de las profesiones que más relevancia han tenido en los últimos meses, ya que han jugado un papel muy importante para que la actividad industrial y económica siguiera moviéndose y para que toda la población tuviera acceso a productos de primera necesidad.
Junto a ellos, la lista incluye a los operarios de fábrica, los cajeros, los reponedores y el personal de atención al cliente, que no han parado de trabajar durante toda la pandemia. De estas profesiones, Adecco pronostica que surgirán nuevos trabajos como, por ejemplo, operarios de gestión de pedidos online, o personal cualificado en tratamiento de sistemas.
Con esta crisis han salido fortalecidas muchas profesiones que han demostrado una gran capacidad operativa y, gracias a ella, nacerán otros oficios que hasta este momento no eran necesarios, como el personal encargado de controlar la temperatura o los responsables de la desinfección de ropa y espacios comunes.
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