El plan de transición hacia la nueva normalidad avanza a distintos ritmos pero de forma organizada en todo el país. Aunque no existen todavía fechas definitivas para abandonar las fases de desescalada, sí podemos contar con un calendario aproximado para la mayor parte de las provincias.
Cada una de las fases, salvo excepciones, tiene una duración mínima de dos semanas. En cada una se va ampliando lo permitido para la población, a la vez que se van relajando las restricciones en los negocios. Algo fundamental para recuperar poco a poco la actividad económica mientras se protege la salud de clientes y trabajadores.
Para permitir el paso de una fase a otra, el gobierno tiene en cuenta ciertos marcadores. En primer lugar, la capacidad sanitaria de cada provincia (por ejemplo, la situación general de los hospitales y centros de atención primaria y las camas disponibles en las UCI). Se tiene en cuenta también el control de la pandemia en ese momento (con baremos como la tasa de contagios), así como otros datos de movilidad y socioeconómicos.
Desde el 1 de junio, las islas de La Graciosa, El Hierro y la Gomera (Canarias) y Formentera (Baleares) se encuentran en fase 3. Se adelantaron, así, al grueso de las provincias españolas, que comenzaron esta fase el 8 de junio.
Un paso por detrás están las provincias que fueron más azotadas por el virus, como las de Castilla y León; la Comunidad de Madrid; Toledo, Ciudad Real y Albacete en Castilla la Mancha; la Comunidad Valenciana; y Barcelona, parte de Lleida y Girona, en Cataluña. Todas ellas se mantienen en fase 2.
Aunque no hay fechas oficiales, se espera que todas las provincias abandonen las fases de desescalada e inicien la nueva normalidad, como muy tarde, a principios de julio, cuando el país se abra oficialmente al turismo internacional. Dada la complejidad de la situación, hay numerosas excepciones. Por ejemplo, los municipios de menos de 10.000 habitantes cuentan también con normas más flexibles, tanto para los ciudadanos como para los negocios.
Analizamos cuál es la situación de los negocios en cada fase de la desescalada teniendo en cuenta el calendario aproximado para el grueso de las provincias.