Ser autónomo es un camino repleto de dificultades. A los obstáculos propios de la actividad se le unen las obligaciones administrativas a las que hay que hacer frente. Entre ellas, quizá la más importante es la que tiene que ver con la Seguridad Social. Todos los autónomos están obligados a cotizar para empezar su actividad y, por tanto, también obligados a pagar la cuota correspondiente.
Por suerte, la Seguridad Social ha establecido una serie de bonificaciones en la cuota para facilitar la actividad de muchos autónomos, que permitirán dar un respiro a todos estos profesionales. Estas son todas las bonificaciones disponibles actualmente.