En el ámbito empresarial -y en todos los demás- la virtud suele nacer de la necesidad. Durante los meses del confinamiento provocado por la COVID-19 se ha dado un boom de las soluciones de software orientadas al teletrabajo, así como un notable desarrollo de la innovación en áreas como la prevención de contagios y la seguridad.
El verano de desescalada ha sido el semillero perfecto para el surgimiento de grandes ideas tecnológicas en sectores clave como el turismo y los servicios, obligados a salvar la temporada y adaptarse de la mejor manera posible a las restricciones impuestas por el Gobierno. Está claro que el camino a esa quimera llamada ‘nueva normalidad’, aunque duro y lleno de riesgos, también presenta grandes oportunidades para los que sepan aprovechar esta implementación exprés de la I+D.
Inteligencia artificial y robots, aliados contra el contagio
La apertura de las terrazas nos ha dejado la imborrable imagen de Alexia, un simpático robot que ejerce las funciones de camarero en un bar de Pamplona. Más allá de la pintoresca estampa de este autómata de la hostelería, la robótica y la inteligencia artificial (IA) ofrecen un servicio inestimable en la construcción de entornos asépticos y libres de contagios.
Uno de los ejemplos más ostentosos es el de Amazon, que ha instalado en sus almacenes de Estados Unidos la herramienta Distance Assistant, un conjunto de cámaras con un sistema de IA integrado que les dota de capacidad para detectar las vulneraciones de la distancia de seguridad entre los empleados. En este caso hablamos de un coloso, pero los expertos pronostican que en las empresas de tamaño medio y pequeño las máquinas pensantes también serán un compañero más.
De esta opinión es Gerardo Lanau, CEO de ESI Soluciones TIC, quien prevé un "crecimiento continuo" de la IA en las compañías de todos los tamaños, especialmente en tareas relacionadas con la detección y la prevención vírica. "Poco a poco se irá trasladando a las pymes desde el mundo de la gran empresa", afirma. La propia Amazon parece darle la razón, ya que el gigante planea liberalizar la herramienta antes mencionada. La startup Landing.ai también ha desarrollado un interesante sistema de monitorización basado en machine learning.
Esta sinergia entre la gran y la pequeña empresa es la razón de ser de E-Sprints B2B, iniciativa dirigida a conectar grandes firmas con startups y scaleups (empresas que ya han logrado reunir al menos un millón de dólares) capaces de ofrecer soluciones tecnológicas a los problemas derivados de la crisis sanitaria. La Fundación Empresa y Sociedad (FES) ha patrocinado el proyecto, y su director y fundador, Francisco Abad, destaca el gran protagonismo de la IA en la convocatoria, incluso en aspectos que van más allá de las necesidades de la desescalada. "La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), por ejemplo, demanda herramientas de IA que identifiquen nuevos usos y valores para los activos inmobiliarios que acumula", relata.
Abad menciona también la metamorfosis del sector de los eventos, "que necesita ingenios de control de acceso, monitorización y control automático de distancias".
Prevención vírica y desinfección
Limitar en lo posible el contacto con cualquier superficie ha sido uno de los mantras más repetidos desde que el mundo entero está en jaque por el coronavirus. El cambio de paradigma que vivimos cambiará incluso actos tan nimios como el de 'fichar' al llegar a la oficina: "La huella digital ya no es recomendable por el riesgo de contagio", cuenta Lanau, y añade: "Se está dando el paso hacia sistemas más avanzados, como la tarjeta de proximidad o el reconocimiento facial".
Las herramientas de reconocimiento de voz también ganan prominencia, tanto para acciones tan mundanas como activar el ascensor como para el trascendente acto de firmar un contrato. Ejemplo de ello es la app FirVox, que permite dar un consentimiento jurídicamente vinculante a través del teléfono móvil.
Los protocolos de limpieza e higiene son ahora, si cabe, aún más importantes que antes. La tendencia, de hecho, es aprovechar las posibilidades de la revolución tecnológica para que esta crucial tarea sea realizada sin exponer a las personas a los agentes víricos. En este punto hay que mencionar la destacable labor de ZenZoe, que, junto con el ya mencionado camarero-robot Alexia, es otro de los iconos del impulso tecnológico anticontagio: un robot diseñado por las empresas españolas ASTI Mobile Robotics y BOOS Technical Lighting para desinfectar el Hospital de Burgos con luz ultravioleta.
Un sector tan importante para la economía española como es la construcción también le está haciendo hueco a la revolución robótica: "Sacyr pide robots especializados para la desinfección de grandes superficies y han llegado soluciones hasta de Israel", cuenta Abad.
Trabajar en equipo a kilómetros de distancia
El inusitado auge que ha experimentado el teletrabajo tras el estallido de la pandemia ha generado la creación de nuevas herramientas que llevan sus funcionalidades mucho más allá que las que se conocían hasta el momento. Las empresas que quieran mantener su competitividad necesitan entornos virtuales completamente equipados, rápidos y, por supuesto, seguros.
"Las soluciones TI que tendrán más éxito serán aquellas que permitan de verdad no pisar la oficina", opina Landau. "Las videollamadas y la mensajería son solo una parte; el futuro está en disponer una red privada virtual que permita al usuario tener el mismo acceso en casa que si estuviera en la sede de la empresa".
Una conexión remota ágil a la sala de conferencias virtual y la biblioteca de documentos será fundamental, así como un centro de mando que permita el seguimiento. En este área, plataformas como Work.com marcan la pauta, con un diseño multifuncional que habilita la evaluación de los empleados, la gestión de los turnos, el seguimiento de los contactos e incluso incluye funciones específicas para la gestión de subvenciones, becas y voluntariados.
"Estas redes privadas tendrán que estar bien protegidas a través de protocolos de ciberseguridad y firewalls eficientes", afirma el experto, quien lamenta que la seguridad cibernética "es la gran olvidada de las pymes". Landau sostiene que toda empresa, por pequeña que sea, tendrá que implementarla, pues el teletrabajo multiplica las oportunidades de los hackers y los ciberdelincuentes. "La información tiene que ser eficazmente encriptada, de modo que se pueda enviar por la red con confianza cuando trabajamos en remoto", añade.
La tecnología proporciona eficiencia y limpieza y arrincona al papel, que cada vez tendrá menos presencia gracias a la nube y las herramientas de documentación online. El ámbito sanitario es de los que más esfuerzos está consagrando a reducir lo máximo posible el uso de registros físicos, incompatibles con un entorno aséptico. "El Hospital 12 de Octubre (en Madrid) está valorando varias opciones para la implementación de la firma digital en las solicitudes de consentimiento", destaca Abad.
Hay mucho que lamentar en estos tiempos, pero también motivos para la esperanza. Uno de ellos, acaso el más importante, es la inyección de creatividad extra que permite sobrellevar las dificultades y quemar etapas más rápidamente: "Lo que antes llevaba un año, ahora es funcional en un mes", declara el director de la Fundación Empresa y Sociedad. "Estas soluciones han llegado para quedarse, y la aceleración que se ha producido en los procesos tecnológicos que llevan a ellas marcará el futuro".
