La industria de la construcción evoluciona integrando la sostenibilidad, que ha ido ganando terreno en el sector hasta convertirse en un factor determinante en la decisión de compra de algunos clientes, y la automatización y la conectividad para optimizar sus procesos.
La sostenibilidad y la automatización son los dos grandes retos que tiene por delante el sector de la edificación en la nueva era pos-COVID-19, según concluye el informe `Retos, tendencias y oportunidades´, que han presentado conjuntamente Barcelona Building Construmat y TechEstate, la nueva plataforma de innovación del salón de la construcción de Fira de Barcelona, junto con el Hub de transformación inmobiliaria Innomads.
Como si de un análisis DAFO se tratara, los principales actores que han participado en este informe, en total 20 líderes del sector, coinciden en señalar que la sostenibilidad ya es un factor determinante en la decisión de compra de una vivienda. Sin embargo, no todos los expertos consideran que los potenciales compradores estén dispuestos a pagar un plus por adquirir productos inmobiliarios sostenibles.
En este sentido, una de las amenazas recurrentes señaladas en este estudio es la falta de visibilidad pública y privada que tiene la sostenibilidad en el sector. “No parece ser un criterio suficientemente incentivado por la contratación pública a nivel nacional, autonómico o local”, señalan los expertos.
Otro de los grandes retos emergentes en la edificación sostenible es la digitalización, que ha encontrado en su falta de desarrollo la mayor amenaza al limitar la eficiencia y la optimización de las operaciones desde una lógica de consumo de recursos.
Las oportunidades del valor de la sostenibilidad
El estudio también analiza las principales oportunidades de colaboración en torno al valor de la sostenibilidad, como son los quick wins o acciones rápidas y eficaces, de fácil permisividad por parte de la Administración para abordar mejoras sostenibles en el parque inmobiliario existente. Por ejemplo, la posibilidad de la ocupación de la vía pública para la rehabilitación energética de fachadas.
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La optimización en la gestión de residuos en relación a la posibilidad de reciclar, reutilizar y, especialmente, valorizar los materiales de la construcción sostenibles, es otra de las oportunidades que ofrece la fabricación y la producción eficientes en el sector.
Además, el aumento de la eficiencia y la optimización de las operaciones mediante la tecnología para aprovechar los recursos existentes, por ejemplo, con una simulación de procesos en entornos de realidad virtual o aumentada, se ha convertido también en un aspecto interesante a analizar.
Por último, cabe destacar en este nuevo escenario la posibilidad que existe para desarrollar mecanismos eficaces tendentes a financiar inversiones en las comunidades de propietarios que tengan una repercusión en pro de la sostenibilidad. El estudio cita la oportunidad que representa la llegada del Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU. En concreto, de los cerca de 70.000 millones de euros que España espera recibir a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), el 40% irá destinado a proyectos relacionados con la transición ecológica. Y aquí, la edificación sostenible y la rehabilitación con el objetivo de aumentar la eficiencia energética juegan un papel clave.
La sostenibilidad también ha generado una serie de tendencias en el segmento residencial que ha motivado una oferta más competitiva por parte de los inversores. Han surgido nuevos negocios basados en la prestación de servicios de gestión energética, especialmente para los bloques de viviendas, como es la realización de auditorías, la instalación de placas solares fotovoltaicas o la colocación de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Asimismo, en el mercado hay un crecimiento de materiales y de productos relacionados con la economía circular.
La industrialización, cada vez más presente
“En el sector de la construcción, hasta ahora, los enfoques de trabajo han venido siendo por proyecto y no por producto: en cada obra se `reinventa la rueda´. ¿Por qué la industria de la construcción no se puede parecer más a la de la fabricación de aviones en su nivel de industrialización?”, reflexionan los expertos en el informe.
Y es que, esta industrialización y automatización de los procesos constructivos también tiene una serie de amenazas, como son la resistencia al cambio de todos los agentes implicados o un mayor intercambio colaborativo entre promotor, arquitecto y constructor antes incluso de iniciar la fase de diseño.
La falta de integración vertical del sector, dada la fragmentación y el elevado número de agentes intervinientes en la obra, algunos de ellos escasamente digitalizados, es otra de las dificultades a superar, apunta el estudio.
Por el contrario, este documento enumera las oportunidades que pueden surgir a través de la implantación de la digitalización, como es la reducción de imprevistos, un mayor control de los procesos, una reducción de tiempos de ejecución y de costes, un menor impacto ambiental y un menor incremento de la generación de residuos en obra.
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Entre las ventajas del modelo automatizado, el informe destaca la posibilidad de emplear el Fondo de Recuperación Europeo en digitalizar las pymes que participan en los procesos de obra para, de esta manera, facilitar su integración vertical, o la creación de plataformas o apps con proyectos, a través de las cuales los proveedores puedan establecer una comunicación y una coordinación más efectiva. Así las cosas, el principal reto es llegar a un paradigma como el del sector automovilístico, “donde existe un universo de proveedores, y un modelo digitalizado de diseño y de construcción”.
Tecnológicamente, llegar a un proceso industrializado al 70%- 80% ya es viable, recalca el informe. Y se apoya en dos realidades: la posibilidad de segmentar el proceso a través de la digitalización para según qué tipo de edificio, y de habilitar mecanismos que posibiliten al potencial comprador personalizar su activo inmobiliario.