Tras más de un año desde el estallido de la pandemia de la COVID-19, la campaña de vacunación, el fin del estado de alarma y la reducción de las restricciones han hecho que los españoles se animen a volver a los bares y los restaurantes. La mayoría de los clientes ha preferido consumir en este tipo de establecimientos durante los meses de marzo y abril, un 24% más que enero y febrero, gastándose, de media, 1,5 euros más, según se desprende del informe ‘La vuelta al bar’, elaborado por Kantar.
Según los datos de Pulso, la herramienta de Banco Sabadell que permite analizar la evolución de la recuperación, los restaurantes aumentaron su actividad un 16% en el último mes respecto al mes anterior. “Se está produciendo una recuperación gradual, conforme se van eliminando las restricciones. De hecho, muchos de los negocios creen que puede haber un efecto rebote, una vez volvamos a una situación de cierta normalidad”, señala Juan Antonio Vicente Serrano, gestor de Negocios de Banco Sabadell.
Precisamente, de este efecto rebote habla Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, en el webinar ‘La reactivación del sector de la restauración’, organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell, pero que él denomina ‘efecto champagne’. Este fenómeno se basa en la vuelta repentina y conjunta de la actividad en los bares, los restaurantes y los hoteles tras el verano. “Ahora mismo, sigue habiendo inseguridad, pero ya vemos que hay muchas más reservas cerradas puntualmente para los meses de octubre y noviembre, cuando se prevé que se pueda prescindir de las mascarillas y de las PCR. Va a haber una acumulación de celebraciones que se han aplazado”, señala Gallego.
La reactivación del sector no será igual en todos los territorios
Sin embargo, esta vuelta a la actividad no será igual en todas las comunidades autónomas. La población de cada territorio tiene unas características concretas, a lo que se suma que cada región ha impuesto unas medidas de restricción para contener los contagios por coronavirus de manera diferente. “En España, somos 17 países en uno”, destaca Gallego.
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En este sentido, desde Hostelería de España señalan el empleo como el máximo indicador de esta diferencia entre territorios. Sobre una caída del empleo de en torno al 20% en el país de media, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Baleares se han registrado caídas del 52%, por la ausencia de turismo internacional. Y, en el extremo opuesto, la Comunidad de Madrid ha experimentado un descenso del 12%, debido a una restricciones más moderadas que en el resto del territorio nacional y por el incremento del consumo residente y del turismo local. “Las zonas más dependientes del turismo internacional todavía están en unos niveles de negocio y de facturación muy lejanos a los niveles pre-COVID-19. Como ejemplo está el caso de Benidorm, que depende mucho del turista extranjero en general y británico en particular, y cuyos negocios siguen muy impactados por la ausencia de estos clientes”, señala Vicente Serrano.
Un ‘nuevo’ sector de la restauración
Además de las diferencias que ya está habiendo entre territorios, a medida que avanza la reactivación del sector se vislumbra que este no volverá a ser tal y cómo se conocía antes de la COVID-19. Eduardo Abadía, director ejecutivo de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), señala en el webinar que “si nos hubieran preguntado hace año y medio cinco requisitos que debería tener un establecimiento para ir, seguramente nunca hubiéramos dicho la salud. Porque nunca antes habíamos tenido el reto de pensar cómo de seguro me siento al acudir a un local”.
Y es que, al igual que la seguridad y la higiene, hay otras tendencias que, aunque ya estaban presentes, han experimentado un crecimiento exponencial y se han convertido en el presente del sector de la restauración. Se trata de las cartas en formato código QR, la comida a domicilio o delivery, la mayor digitalización y la necesidad de la comunicación en el entorno online para ampliar el espectro de clientes, con el objetivo principal de transmitir confianza al potencial consumidor.
”Esto obedece a cambios sociales profundos y a una transformación de los momentos de consumo: cada vez se cocina menos en el hogar, lo cual se une a una mayor presencia de aplicaciones móviles y establece una facilidad en ciertas zonas del país de tener este servicio en casa”, señala el secretario general de Hostelería de España, quien considera que lo que se está viendo hoy es solo el principio y que en pocos años esta tendencia se desarrollará mucho más.
Para impulsar esta transformación, el Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU, juega un papel crucial, ya que precisamente uno de sus objetivos es promover la adaptación de los sectores a la nueva realidad de la sociedad y a lo que esta demanda.
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