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Internacionalización y Competencia
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La India, un país en auge con la COVID-19

Mon Oct 26 09:58:45 CET 2020

Existen grandes oportunidades en sectores como el del comercio electrónico, el de la salud y el de la tecnología

Según The World Economic Forum, la India será el tercer mercado de consumo del mundo tras China y Estados Unidos (EE.UU.), y en 2027 superará al gigante asiático en número de habitantes, con una población estimada de 1.500 millones. 

“Su clase media crece en decenas de millones de personas cada año. Este factor, unido a una estabilidad económica y política, convierten a la India en el polo de atracción del centro y el sur de Asia, con un papel clave en la economía y la geopolítica globales”, explica Óscar Esteban, presidente de la Cámara de Comercio de España en la India.

El país también ha mejorado los mecanismos para hacer negocios: es la economía de Asia meridional mejor posicionada en el ‘Ease of Doing Business 2020’ del Banco Mundial, y desde 2017 ha escalado de la posición 142 a la 63 del ranking global.

Sin embargo, como cabía esperar, la India no ha sido inmune a la crisis de la COVID-19. Su Producto Interior Bruto (PIB) se desplomó un 23,9% durante el primer trimestre fiscal (entre abril y julio) de 2020, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ido rebajando sus estimaciones de crecimiento para el año fiscal 2020- 2021 hasta situarlas en una previsión de recesión de -4,5%. A pesar de estos datos, el país presenta brotes verdes para los próximos meses.

Liberalización de sectores y de zonas de comercio

España se sitúa en la decimoquinta posición del listado de países inversores en la India, con una cantidad que asciende a los 2.858 millones de dólares desde el año 2000, según el ‘Informe económico y comercial India 2020’ del ICEX. Los flujos de inversión española en 2019 fueron de 19,55 millones de euros, y se concentraron principalmente en la industria de la alimentación, la fabricación de bebidas, el comercio mayorista y la intermediación comercial y en la fabricación de material y equipo eléctrico.

“La presencia española en la India asciende a algo más de 250 empresas, una cifra muy inferior comparada con los principales países de la Unión Europea. La falta de conocimiento mutuo ha sido un obstáculo, pero el interés va en aumento, ya que en 2008 solo 60 empresas operaban en el país”, explicó Reena Arora, gerente comercial de la oficina de representación en Delhi de Banco Sabadell, en el webinarIndia: visión macroeconómica e información práctica para operar en el país’, organizado por HUB Empresa de Banco Sabadell.

Para Esteban, España tiene mucho margen de crecimiento. Los casos de éxito españoles llevan establecidos en el país aproximadamente diez años y trabajan en sectores tan diversos como el sanitario, el auxiliar del automóvil, el del embotellado y el de la gestión de proyectos.

“India desea y necesita inversión extranjera. Ha hecho grandes avances en la liberalización de la actividad sectorial, especialmente en los últimos siete años. Además, y como elementos de ayuda al establecimiento, existe un entramado de más de 400 zonas de libre comercio en el país, distintas ayudas en forma de subvención en cada estado e incluso agencias gubernamentales, como Invest in India, creadas con dicho propósito”, continúa Esteban. 

Cristóbal Alvear, asesor legal para Asia Meridional, profesor asociado de Derecho Comparado del IE Law School y experto colaborador de la Fundación Consejo España- India, destaca la colaboración entre España y la India en proyectos bilaterales de investigación y desarrollo, que cuentan con un presupuesto adjudicado por ambos países y que promueven la colaboración, la cooperación y las alianzas tecnológicas entre socios españoles e indios.

Oportunidades de mercado con la COVID-19: comercio electrónico e industria farmacéutica

En el informe ‘South Asia Economic Focus 2020’, el Banco Mundial prevé una contracción del PIB de la India del 9,6% para lo que resta de año, lo que ha impulsado la aprobación de una serie de medidas por valor de 300.000 millones de dólares (el 10% de su PIB actual) dirigidas, sobre todo, a la agricultura y a las pymes. Estas cifras la sitúan “entre los cinco primeros países del mundo que han destinado un mayor paquete de ayudas”, señala Arora.

“Las inversiones locales y foráneas se han paralizado durante cinco o seis meses, aunque se está retornando a una incipiente actividad económica, la denominada globalmente ‘nueva normalidad''', afirma, por su parte, Esteban. “Las infraestructuras, la biotecnología y la modernización del sector agrario continúan siendo prioritarias. La necesidad de manufactura local por las recientes y crecientes trabas a la importación es otra de las estrellas emergentes”, continúa.

Otros sectores definidos como ‘ganadores’ son el del comercio electrónico y el de la industria farmacéutica. Sobre estos, Guillermo Rodríguez, director de la Casa de la India en Valladolid, afirma que el país se está beneficiando de la apuesta que hizo hace años para convertirse en un centro tecnológico, lo que ha permitido, además, que muchas pymes ya estuvieran digitalizadas

Rodríguez indica que existen “nuevas oportunidades en el comercio electrónico”, pues el país cuenta con 565 millones de usuarios de internet que crecen a un ritmo de entre un 7% y un 8% cada año. Además, se espera que el mercado de e-commerce aumente de los 75.000 millones actuales a 200.000 millones de dólares para 2026.

Arora, por su parte, apunta a que el papel de la India como “farmacia del mundo”, por su elevada producción y suministro global de medicamentos genéricos, se fortalecerá una vez se empiece a comercializar la vacuna contra la COVID-19.

Cómo empezar a invertir en la India

“El primer paso para un buen asesoramiento sobre la internacionalización en la India es un estudio de mercado completo. Es un proceso que requiere tiempo y para el que, en el caso de las medianas y grandes empresas, una buena opción es la incorporación de una entidad no corporativa como una branch o liaison para explorar el mercado desde el terreno”, recomienda Alvear.

El experto colaborador de la Fundación Consejo España- India advierte de que existen restricciones regulatorias importantes en varios sectores para los que se necesita obtener una autorización previa por parte del Gobierno indio. “En estos ámbitos la inversión extranjera está limitada a un porcentaje del total de la sociedad, por lo que es necesaria la participación de un socio local”, asegura. 

Esteban subraya la importancia de contar con un socio local y recomienda crear un equipo de personal con mucha experiencia. “India es un país relacional para los negocios en el que la antigüedad es un valor que predispone la futura relación comercial”, afirma. 

El siguiente paso es elegir la forma societaria, una private limited company o una limited liability partnership, esta última es “muy interesante por la flexibilidad que ofrece”, señala Alvear. Aunque, aclara, que solo es posible crearla en los sectores plenamente liberalizados. 

“Una vez estas decisiones han sido tomadas, empieza un periodo farragoso de registro de la compañía y de comienzo de la actividad, con enormes solapamientos burocráticos a pesar de los esfuerzos gubernamentales para facilitar el proceso, en el que un buen asesoramiento garantiza que sea rápido y sin obstáculos recurrentes”, agrega Alvear.

Para acabar, Esteban lanza una advertencia: “La India es un mercado complejo y complicado en el que hay que competir a la manera local con una mentalidad a largo plazo”. Sin embargo, destaca que las empresas españolas cuentan con una superioridad técnica y tecnológica respecto a otros países inversores.

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