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Sostenibilidad
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La fiebre del mercado ‘eco’ se consolida

26/04/2021

España lidera la producción de cultivos ecológicos en Europa. Una tendencia que continúa al alza en todo el mundo y que se ha disparado un 96% en los últimos nueve años

España es el principal productor ecológico de la Unión Europea (UE) y se encuentra en el top 10 de mayor mercado a nivel mundial. Con más de 2,35 millones de hectáreas dedicadas al cultivo sostenible, el país representa el 17,1% total del bloque comunitario en este tipo de agricultura, seguido de Francia con 2,24 millones de hectáreas; Italia con 1,99 millones y Alemania con 1,29 millones, según los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) correspondientes a 2019.

El informe anual de producción ecológica en España, elaborado por Ecovalia, destaca que el consumo de estos alimentos ha crecido un 96% desde 2012. La industria ‘eco’ mueve actualmente en el país 2.133 millones de euros y emplea a 93.000 personas. Los cultivos de frutas, cítricos y legumbres son los que han experimentado un mayor crecimiento.

La industria ‘eco’ mueve 2.133 millones de euros en España y emplea a 93.000 personas

Además, seis de cada 10 consumidores españoles se han iniciado en el consumo de estos productos en los últimos cinco años. A través de una radiografía del sector, la investigación constata su tendencia al alza. En 2018, la superficie de cultivos orgánicos en España aumentó un 7,8% con respecto al año anterior. Los ciudadanos destinan, de media, 46,6 euros anuales a este tipo de productos, un monto, eso sí, muy alejado de países como Dinamarca, donde el gasto asciende a los 312 euros. 

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Aumento de la producción europea y global

La superficie destinada a la producción ecológica se ha disparado en todo el mundo un 546% en los últimos 21 años. La agricultura ecológica emana de la producción de alimentos a través de procesos naturales, lo que reduce el impacto medioambiental de los cultivos y mejora la fertilidad de suelos o de sistemas de mantenimiento del agua

La protección del medioambiente y la apuesta por un crecimiento más sostenible son dos de las prioridades europeas para los próximos años. De hecho, Europa quiere ser en 2050 el primer continente neutralmente climático. Además, el Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU, pone la transición ecológica en su centro neurálgico. 

Esta ambición sostenible comenzó a fraguarse hace años en la cadena de producción y consumo ecológica. Durante los últimos 10 años, las tierras de cultivo orgánico en suelo europeo han experimentado un importante crecimiento hasta suponer un 8,5% del total.  

Este desarrollo ha tenido un doble impacto en el mercado de estos productos: las ventas han pasado de suponer 18.000 millones de euros en 2010 a más de 41.000 millones de euros en 2019, según las cifras que maneja la Comisión Europea. Además, cada europeo gastó de media en 2018 unos 50 euros en alimentos ‘eco’, el doble de lo registrado en 2008, según un estudio del Instituto de Investigaciones para la Agricultura Orgánica (FiBL, por sus siglas en inglés). 

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Nuevo Pacto Ecológico Europeo

La Comisión Europea presentó recientemente un nuevo Plan de Acción Ecológico, que tiene por objetivo consolidar el consumo de este tipo de productos más sostenibles y alcanzar el 25% de tierras agrícolas destinadas a ello para 2030. La UE es el segundo mercado más grande de productos orgánicos del mundo, solo por detrás de Estados Unidos. 

Así, los Estados miembros están llamados a incluir medidas en esta línea en sus planes nacionales para acceder a la Política Agrícola Común (PAC). La ambición es que la futura PAC de entre 2023 y 2027 contemple entre 38.000 y 58.000 millones de euros para este fin.

Con el objetivo de darles un impulso, el Ejecutivo comunitario desveló una nueva hoja de ruta que se sustenta en tres arterias: incentivar el consumo de alimentos ‘eco’, aumentar su producción y apoyar al sector para garantizar su sostenibilidad en esta transición. “La agricultura es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad, y la pérdida de biodiversidad representa una grave amenaza para la agricultura. Tenemos que restablecer urgentemente el equilibrio de nuestra relación con la naturaleza”, señaló Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea.

Bruselas estima que la producción ecológica garantizará un futuro más sostenible para los agricultores, la biodiversidad, los consumidores y los animales, que reciben a través de este método menos antibióticos. Para incentivar a los productores a optar por esta vía, la Comisión dedicará el 30% de su presupuesto de investigación e innovación al desarrollo de una agricultura y una silvicultura ecológicas. Además, los ciudadanos europeos pueden identificar de forma inmediata la certificación de alimentos orgánicos a través de un logotipo ecológico común que facilita su compraventa y certificación en todo el bloque comunitario. 

Fotografía de Gregory Hayes en Unsplash
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