El estallido de la crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto que la falta de transformación digital de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas es una de sus mayores debilidades.
Los expertos, sin embargo, subrayan que el Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU, supone una oportunidad única para colmar esta laguna y fortalecer el tejido productivo español, del que las pymes constituyen la mayoría. ¿Sabrán aprovecharla?
El 99,8% de las compañías españolas son pymes. De ellas, solo el 14% tenía un plan de digitalización antes del inicio de la pandemia, según datos de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). El secretario general de la patronal, Luis Aribayos, asegura que, si se contabilizaran solo a las microempresas, es decir, aquellas que tienen menos de 10 trabajadores, la proporción sería notablemente inferior.
Según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales elaborado por la Comisión Europea, "España ha perdido puntuación en la dimensión vinculada a la Integración de Tecnología Digital por parte de las empresas, situándose justo por debajo de la media y pasando a ocupar el decimotercer lugar en el ranking europeo”, subraya Erik Rigola, consultor de Marketing y Estrategia Digital en RocaSalvatella, quien participó en el webinar 'Fondos Next Generation EU: ¿Cómo pueden beneficiarse las pymes del plan de digitalización?', organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell. En el ámbito de las pymes, eso se refleja en que “tan solo el 29% de las pymes tiene presencia en redes sociales o que solamente el 19% de ellas realiza ventas en línea”.
La digitalización, clave
No obstante, tras la irrupción de la COVID-19, “el esfuerzo para empezar a utilizar la comunicación digital, las videoconferencias o el almacenamiento en la nube ha sido notorio”, defiende Aribayos. Esta adaptación a las nuevas tecnologías ha constatado que "la digitalización es un instrumento clave para reforzar la capacidad de resiliencia de las empresas y permite mantener o reactivar rápidamente la actividad de las mismas", asegura Rigola.
“Aún así, las pymes se han adaptado de una forma menos satisfactoria, sobre todo en aspectos críticos como la ciberseguridad”, remarca el secretario generl de Cepyme.
Tanto es así que, a finales de marzo del año pasado, solo el 5,44% de las empresas encuestadas por la patronal se planteaba invertir en tecnología para hacer frente a la situación provocada por la crisis sanitaria, muy por detrás de otras medidas como en el teletrabajo (48,04%).
Con estas premisas, el Fondo de Recuperación Europeo podrían constituir no solo una oportunidad para hacer frente al impacto de la crisis, sino también la ocasión perfecta para que las pymes aprovechen el impulso de las nuevas tecnologías. De los cerca de 70.000 millones de euros que España espera recibir procedentes de Europa en los próximos cinco años para transformar la economía del país, “el sector empresarial opta a más de 50.000 millones”, calcula Javier Robledo, consultor senior y experto del Fondo de Recuperación Europeo en la consultora Zabala Innovation. En su opinión, las pymes serán las protagonistas en este proceso de transformación y, para financiar su digitalización, “podrían llegar a acceder a unos 15.000 millones de euros”.
Por su parte, el secretario general de Cepyme es más conservador, y apunta a que, “por ahora, las pymes podrán acceder a 4.000 millones de euros”, de los que la mayor parte (unos 3.000 millones de euros) se distribuirá a través del Programa Digital Toolkit, cuyo objetivo es fomentar la adopción de soluciones digitales básicas por parte de las pymes y las microempresas y de los trabajadores autónomos.
En concreto, tal y como detalla el consultor de Marketing y Estrategia Digital en RocaSalvatella, este programa abordará soluciones digitales para impulsar tres ámbitos: el marketing digital, el comercio electrónico y la administración digital de las empresas.
Cambio cultural
Para Rigola, con estos fondos no se trata solo de implementar tecnologías, sino también de “fomentar el cambio cultural y la capacitación de los equipos de trabajo para que estos tengan las habilidades adecuadas para avanzar con la digitalización de procesos”.
En su opinión, es imprescindible y prioritario que “los directivos o propietarios de las pymes entiendan de qué se está hablando, por un lado, para asegurar que las propuestas de colaboradores externos realmente cumplen con las necesidades de la empresa y, por el otro, fomentar este conocimiento e implementación de proyectos digitalizadores a todos los niveles organizativos”.
Pese a valorar muy positivamente la aprobación por parte de la Comisión Europea del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) español y a la espera de que el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea (ECOFIN) haga lo propio a mediados de julio, Aribayos apunta que las ayudas pueden parecer muy cuantiosas pero, en realidad, deben cubrir la necesidad de muchas empresas y, además, pueden "ser un fracaso si no llegan".
Sobre el papel, el PRTR despliega una amplia batería de actuaciones dirigidas a las pymes. “El componente 13 del Plan está específicamente dirigido a impulsar el crecimiento, la digitalización y la innovación de las pymes, así como su internacionalización”, detalla Natán Díaz, socio responsable de Sector público, Infraestructuras y Transportes para Consulting Corporates de la consultora KPMG. “Otros apartados recogen acciones complementarias, como la formación de pymes en competencias digitales prevista en el componente 19 o los bonos de conectividad para este tipo de empresas, en el componente 15”, añade.
Acceso a ayudas
No obstante, uno de los temas que más preocupan a los expertos es cómo facilitar a estas empresas el acceso a estas ayudas. “Bien es cierto que algunos programas estrella como los macroproyectos tractores o los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) estarán liderados por grandes grupos empresariales que asumirán inversiones millonarias”, admite Robledo.
“El Gobierno, sin embargo, ha incluido como requisito la participación de al menos un 40% de pymes en estos PERTE, con el objetivo de garantizar su presencia en la recuperación del tejido empresarial”, subraya.
Para los expertos, a pesar de que se están dando pasos en la dirección correcta, son insuficientes, ya que aún falta mucha información. En las pymes “hay cierto desconocimiento de las partidas disponibles y de dónde se enfocan”, señala Cristobal Álvarez, profesor de Marketing Digital y Online de ESIC Business & Marketing School. “Hasta el momento, entre las pymes hay una sensación generalizada de desinformación sobre cómo pueden verse beneficiadas por las ayudas europeas”, coincide Robledo. De esta forma, solo el 33% de los encuestados en el ámbito de la mediana empresa española asegura conocer el procedimiento para acceder a ellas y estar preparado para solicitarlas, según un informe de la consultora Grant Thornton.
Álvarez señala que también hay ciertos procedimientos administrativos "que se deberían simplificar". La Administración, además, podría “promover acciones divulgativas de información dirigidas a las pymes, desarrollar herramientas de comunicación y participación entre instituciones y organismos públicos y empresas privadas, tanto grandes como pequeñas, diseñar convocatorias de proyectos cooperativos liderados por pymes o formar parte de clusters para fomentar el diálogo entre compañías de este tipo”, sugiere Robledo.
En cuanto al trabajo que deberían hacer las pymes, Álvarez destaca la importancia de “diseñar bien los programas de digitalización y, sobre esta base, detectar necesidades y recursos asociados”. Todo ello, sin embargo, “exige metodología, adecuación y tiempo; algo que a muchas pymes les falta”, recalca.
Una vez obtenido el asesoramiento sobre las ayudas, el éxito de un proyecto dentro del Plan de Recuperación dependerá de si este cumple algunas características fundamentales. En primer lugar, deberá “responder a los cuatro objetivos transversales del Plan: una España más verde, digital, cohesionada e igualitaria”, explica Robledo. Además, tendrá que poner en valor “la colaboración entre los sectores público y privado, porque se trata de un proyecto de país que requiere de la participación de todas las Administraciones Públicas, los agentes económicos y el conjunto de la sociedad”, agrega. Por último, los proyectos que se beneficien de estas ayudas deberán "promover el empleo de calidad", concluye.
Accede aquí al simulador de Banco Sabadell que permite cuantificar las ayudas