De los conciertos a través de Instagram a las ‘cañas’ por Zoom. El coronavirus ha dado lugar a todo tipo de iniciativas de ocio a través de Internet, y muchas de ellas han estado guiadas por la solidaridad. Por un lado, para proporcionar esa ‘compañía’ y entretenimiento durante las semanas más duras del confinamiento, y, por otro, con el fin de recaudar fondos para hacer frente a la crisis sanitaria. Ahora, con la desescalada, las empresas que se dedican al ocio, la cultura y el deporte se enfrentan al desafío de recuperar lo perdido.
Uno de los primeros que parece volver a ‘jugar’ es el deporte. Con el aval del Consejo Superior de Deportes (CSD), el Gobierno de España y el Ministerio de Sanidad, que han dado luz verde para que se vuelva a celebrar La Liga de Fútbol Profesional a puerta cerrada. Buenas noticias para nuestro país, ya que, si la liga no se reanudara causaría unas pérdidas de unos 700 millones de euros a los equipos por derechos de televisión, abonos y taquillas. En el caso específico del Barça, por ejemplo, su presidente, Josep Bartomeu, estimó pérdidas de seis millones de euros.
Por su parte, el próximo 17 de junio comienza la fase final de la liga de baloncesto, con partidos que se celebrarán a puerta cerrada durante el mes de julio. Los organizadores tomaron la decisión de cerrar así la temporada, con una fase final que se disputará entre los doce mejores clasificados cuando se suspendió la competición por la COVID-19.
De cara a la práctica deportiva amateur, ciudades como Barcelona se preparan para el retorno de las carreras populares. El Ayuntamiento de la ciudad condal, por ejemplo, ya ha cerrado fecha para la Cursa de la Mercè (20 de septiembre), eso sí, siguiendo todas las indicaciones sanitarias y extremando las medidas de seguridad.
Salas de cine al 50% de aforo
Durante los meses de confinamiento, en España se han consumido más de 100.000 películas al día, un 50% más que los meses anteriores, explica Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de Filmin, la primera plataforma de streaming española, en el Podcast de Banco Sabadell. Plataformas como ésta y otras como Netflix, HBO o Amazon Prime han sido nuestras grandes aliadas ante la imposibilidad de salir de casa. Pese a todo, el confinamiento ha supuesto una oportunidad para atraer a muchos usuarios al consumo de lo audiovisual, interés que ahora puede trasladarse a otros espacios con la desescalada.
Según datos del Ministerio de Cultura y Deporte, durante 2019 el cine recaudó 625 millones de euros, de los que 94 llegaron del cine español. Ahora, la Federación de Cines de España (FECE) asegura que cada día que permanecen cerrados los cines, se pierden 2,6 millones de euros.
Con más de la mitad de España ya en la fase 3 de la desescalada, han comenzado a abrir las primeras salas, con aforo limitado, mascarillas y distancia de seguridad. En este contexto, el sector se debate entre la rentabilidad de abrir con estas condiciones y mantener el parón de los meses anteriores. Los cines calculan que la reducción de aforo supondrá pérdidas mensuales de 43,5 millones y piden al Estado medidas proporcionales a las restricciones.
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Teatro y danza
Tras la declaración del estado de alarma, las asociaciones profesionales que integran el sector escénico y musical de España suscribieron un documento en el que demandaban un plan de choque con fondos suficientes para afrontar los efectos derivados de la crisis sanitaria. El sector deberá hacer frente a la suspensión, en el periodo comprendido entre marzo y mayo de 2020 de unas 30.000 funciones, lo que supondrá unas pérdidas superiores a los 130 millones de euros, que podrían incrementarse de forma significativa en los próximos meses.
Por esta razón, las organizaciones del sector, además de la ejecución total del presupuesto de gasto consignado en artes escénicas y musicales para el presente ejercicio, reclaman la protección del tejido empresarial artístico y creativo y otras acciones en materia laboral que tengan en cuenta la realidad de un ámbito estratégico para el Estado. Asimismo, solicitan que se incentiven campañas de consumo cultural una vez superada la crisis. Así las cosas, al igual que ocurre con el cine, aún son pocos los teatros que han subido el telón en España.
¿Qué alternativas existen para las empresas del sector?
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 5 de mayo un real decreto-ley por el que se destinan 76,4 millones de euros a ayudas para el sector cultural y a la financiación de las empresas culturales, y que incluye también medidas fiscales, el acceso extraordinario a la prestación por desempleo, cambios en los requisitos para las películas que optan a ayudas, que podrán estrenarse en plataformas, o el incremento del porcentaje de derechos de autor para la acción asistencial, entre otros aspectos. Por otra parte, se ha lanzado una línea de financiación específica para la industria creativa y cultural (CREA SGR) ante la COVID-19.
Ante esta situación, las compañías del sector han hecho gala de su imaginación y creatividad para superar los obstáculos que les ha impuesto la pandemia. Durante el confinamiento, muchas organizaciones han ofrecido contenidos gratuitos en un intento por acercarse a nuevas audiencias y fidelizar a los usuarios habituales. Ha sido posible realizar visitas online a grandes museos como el parisino Louvre o el Museo del Prado en Madrid, cuya pinacoteca digital superó los dos millones de visitas durante el confinamiento. Y también hemos podido consumir, de manera gratuita y desde nuestro sofá, obras de teatro, películas y partidos históricos de fútbol, tenis o baloncesto.
Estos reclamos en forma de descuentos, promociones o contenidos especiales han estado presentes durante el confinamiento y todo apunta a que continuará esta tendencia en la nueva normalidad. El Museo del Prado, por ejemplo, ha abierto ya sus puertas con aforo limitado y, para atraer más público, ha ofrecido entradas gratuitas y una colección especial. El Grec Festival de Barcelona 2020 también se ha sumado a los descuentos en sus entradas. Este festival que se desarrollará en los teatros de Montjuïc durante el mes de julio es uno de los pocos festivales en Europa que ha podido mantener su cita original. Se trata del primer festival post COVID-19, sus entradas tendrán descuentos y ofrecerá solo un tercio del aforo de las localidades de cada uno de sus espacios.
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