Invertir en tiempos de crisis: el mercado continuo | EDE
movi-image-invertir-tiempos-crisis-mercado-continuo-1
Envíanos sugerencias
Ahorro e Inversiones
4 min de tu tiempo

Invertir en tiempos de crisis: el mercado continuo

Tue Aug 11 08:52:27 CEST 2020

Cualquier inversor puede sentir dudas ante una coyuntura marcada por la volatilidad. Sin embargo, el acceso a fuentes fiables de información y la concreción de una estrategia financiera pueden ser las mejores recetas para que nuestra cartera salga reforza

Dos intelectuales alemanes del siglo XX dejaron para la posteridad reflexiones sobre lo que significaban, para ellos, las crisis. Mientras que en el caso del dramaturgo Bertold Brecht, uno de los máximos referentes del teatro en Europa, "una crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer", para Albert Einstein, el padre de la teoría de la relatividad, lo mejor de ellas es que “es el único momento en que la imaginación es más importante que el conocimiento”. Desde hace ya un tiempo, los mercados financieros se encuentran convulsos, sumidos en una gran volatilidad como consecuencia de la reciente crisis sanitaria global, y precisamente, ahora más que nunca, los inversores necesitan consejos para saber qué hacer y ser flexibles en su toma de decisiones ante la incertidumbre que existe de cara al futuro.

Sin embargo, en un contexto de bajos tipos de interés en el que productos como los depósitos o las cuentas remuneradas apenas aportan rentabilidad, los inversores precisan de información sobre qué hacer con su dinero. Por ejemplo, si en la anterior recesión de 2008, los bonos y la renta fija, en general, aportaban una rentabilidad considerable, ahora es muy complicado que ni siquiera logren batir la inflación, por lo que pueden llegar a suponer un coste negativo para las carteras. En este sentido, sólo cabe dejarse guiar por el asesoramiento profesional para analizar qué estrategia seguir entre el resto de alternativas que hay, como la inversión en Bolsa, la apuesta por los fondos y otros productos financieros, la inversión inmobiliaria, las commodities y los futuros, las plataformas de crowdlending o los Exchange Traded Funds (conocidos más comúnmente por sus siglas, ETF, que son básicamente fondos de inversión tradicionales, pero con costes asociados bajos).

Más allá de la compra de acciones o de la renta fija, existen multitud de opciones para invertir, como los fondos, los activos inmobiliarios, las ‘commodities’ o los ETF

El mercado bursátil en España

En 1988 se aprobó en España la Ley del Mercado de Valores, que, entre otros hitos, reguló la aparición de nuevos intermediarios financieros, como las agencias y las sociedades de valores, y normalizó la adopción de un sistema de negociación electrónico de acciones que sustituía a los antiguos corros, y que recibiría el nombre de SIBE (Sistema de Interconexión Bursátil Español).

Puede interesarte: El factor clave de los expertos para invertir bien: volatilidad

SIBE permite a los operadores enviar las órdenes de negociación desde un terminal informático autorizado a un ordenador central, que está conectado a los cuatro mercados a la vez. El sistema ordena cada mandato según su precio y su momento de introducción, a la espera de contrapartida que llegue desde otro ordenador diferente. Por su parte, las liquidaciones se hacen a través del Sistema de Compensación y Liquidación de Valores (SCLV). Gracias a la Ley del Mercado de Valores y al éxito de SIBE, en 2001 se propició la integración de las cuatro Bolsas españolas como filiales de Bolsas y Mercados Españoles (BME), que se ocuparía desde entonces de gestionar todos los mercados secundarios españoles.

En el mercado continuo español existen cinco grupos: el mercado general, donde operan las empresas que cotizan en las cuatro bolsas de valores y en el que se encuentra la cotización del índice de referencia español Ibex-35, que agrupa a las empresas de mayor cotización, y que supone alrededor del 98% del total de operaciones bursátiles; el mercado alternativo bursátil (MAB), para las pequeñas empresas de alto crecimiento que no pueden cumplir con los requisitos exigidos para el mercado general, así como los fondos de capital riesgo, Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicavs) y Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (Socimis); el mercado de bloques, pensado para operaciones de gran volumen, desde 50.000 hasta 500.000 euros, según el grado de liquidez de las acciones; Latibex, para la negociación de las acciones de las empresas más importantes de Latinoamérica, con la condición de que las cotizaciones se realizan en euros; y el mercado de ETF.

En líneas generales, el mercado más volátil de todos es el mercado continuo, porque en él están presentes las empresas que, de acuerdo al Comité Asesor Técnico de la Bolsa, no pueden formar parte por su capitalización del Ibex-35. En él concurren entidades de todo tipo de industria y tamaño, con mayor o menor solidez en sus balances, y con diferentes niveles de riesgo. Traducido a un lenguaje más llano, significa que, normalmente, las variaciones en los precios de las acciones serán mayores, lo que representa más oportunidades para el inversor, pero, también, mayores amenazas. Eso quiere decir que antes de tomar cualquier decisión financiera en este sentido, conviene sopesarla con cautela y recurrir a la ayuda de los profesionales.

En el mercado continuo suele haber más oportunidades para los inversores que en el Ibex-35, pero, también, más volatilidad y un mayor riesgo

Estrategias de inversión en momentos de crisis

Muchos inversores se preguntan constantemente en los momentos de caídas en los mercados cuándo será el momento adecuado para entrar y tomar el rally alcista de la rentabilidad. Sin embargo, grandes gurús financieros, como, por ejemplo, Warren Buffet, empresario y uno de los hombres más ricos del mundo, huyen por completo de esa estrategia. Buffet es un gran defensor de la filosofía Value Investing (inversión en valor), que apuesta por las compañías bien gestionadas y que tienen capacidad de crecimiento por delante, con independencia del punto del ciclo económico en el que se encuentren. En su opinión (materializada en el axioma ‘wonderful companies at fair prices’), la clave está en identificar empresas que tengan o estén en disposición de conseguir una ventaja competitiva en su sector, ya que, en el futuro, eso prácticamente garantizará un buen comportamiento en la Bolsa. Una vez seleccionadas, hay que realizar inversiones periódicas en ellas para compensar posibles momentos de caídas con otros de revalorización. En los últimos años, esta estrategia le ha llevado a ganar millones de dólares con valores como IBM, Coca-Cola, Apple o American Express, entre otros.

Otra recomendación es ser cautelosos y esperar a que surjan buenas oportunidades en los mercados volátiles. A este respecto, sobre todo en momentos de crisis, es muy importante contar con un fondo de seguridad para emergencias, ya que la liquidez puede convertirse en nuestra mejor aliada. Por un lado, permitiendo mantener nuestro portfolio de inversiones sin sobresaltos, y atendiendo a todos los pagos y los costes en los que incurramos. Por otro lado, porque contando con un excedente en forma de capital será posible apostar por una determinada compañía si surge la oportunidad. En este contexto, no hay que ver esa reserva de liquidez puntual como un dinero que no está ‘trabajando’ y, por tanto, que no ofrece rentabilidad, sino como una parte de nuestra estrategia con la que podremos tomar decisiones de inversión importantes a futuro.

La inversión en valor o crear un fondo de seguridad de liquidez pueden ser buenas opciones en época de crisis para conseguir rentabilidad en el largo plazo

Desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicaron hace unos meses la guía ‘Psicología para inversores’, donde se recomienda salir del contexto de negatividad generalizada, dosificar bien las fuentes fiables de información y huir del llamado efecto halo, que consiste en la tendencia a enjuiciar a una empresa sobre la base de una única cualidad positiva o negativa que hace sombra a todas las demás. El máximo supervisor financiero español pide encarecidamente a los inversores que no se dejen llevar por la parte emocional del cerebro y que hagamos más caso a la racional, siguiendo los preceptos de Daniel Kanheman, Premio Nobel de Economía en 2002, que habló de los dos sistemas de pensamiento que afectan a nuestra toma de decisiones financieras: uno más intuitivo y emocional, y el otro más frío y analítico. En cualquier caso, desde esta institución exhortan a los inversores a que, en momentos de volatilidad en los mercados como el actual, la mejor decisión que pueden tomar es acudir al asesoramiento profesional.

-Temas relacionados-
up