La inversión en megatendencias se está reivindicando como una alternativa de rentabilidad en medio de la volatilidad económica y social que está dejando la pandemia. La diversificación de carteras y la apuesta por tendencias como la sostenibilidad o la robótica se consolidan como una gran oportunidad a largo plazo.
La crisis de la COVID-19 ha obligado a las empresas y a la sociedad a adaptarse a una ‘nueva normalidad’ que ha alterado los pilares de cómo se relacionan, trabajan o viven las personas. Pero también ha cambiado la forma en la que se invierte. Temáticas como la robótica o la sostenibilidad no solo se han reivindicado como ámbitos clave para salir de la crisis, sino que han salido reforzados de ella. Su crecimiento estratégico conlleva el aumento de expectativas de rentabilidad en el horizonte a largo plazo, por lo que pueden suponer una opción interesante, por ejemplo, de cara a la jubilación.
Y es que en el corto plazo, el mercado se puede ver afectado por múltiples factores. Sin embargo, “en el largo plazo, el mercado es más fiel a su tendencia de fondo y se ajusta al crecimiento económico de un país o de un sector”, explica Jaume Vilalta, experto del área de Dirección de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell. En este sentido, la apuesta largoplacista se presenta como una de las vías más óptimas, ya que “se minimiza el riesgo al optar por un horizonte temporal más amplio y se puede hacer uso de ese excedente de riesgo para invertir en productos con más riesgo y mayor rentabilidad esperada”, apunta Vilalta. “Al final, el interés compuesto potencia estas estrategias y el incremento de rentabilidad potencial crece de forma exponencial con el paso de los años”, añade.
Con esta estrategia a largo plazo y con vistas a planificar los ahorros de manera que los años que lleguen tras la jubilación se presenten en las mejores condiciones posibles, “invertir en fondos de pensiones temáticos puede constituir una buena opción”, señala el experto de Banco Sabadell.
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¿Qué son las inversiones temáticas?
Las inversiones en megatendencias rompen con el esquema tradicional de poner el foco en un índice concreto, como puede ser el IBEX 35 o el S&P 500, o en ciertos sectores (telecomunicaciones, banca, etc.) y pasa a centrarse en “las tendencias subyacentes con un potencial de crecimiento más estratégico y con unas expectativas de retorno superior para el inversor”, apunta Vilalta.
Cuando se habla de tendencias, se hace referencia a áreas temáticas como la automatización y la robótica; los cambios sociodemográficos, como el envejecimiento global de la población y su necesidad de disponer de servicios específicos (farmacéuticas o geriátricos); o la sostenibilidad, que aprovecha la mayor transparencia actual en aspectos medioambientales, sociales y de buena gobernanza de las empresas (los ya conocidos como criterios ESG).
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La pandemia, un revulsivo para la transformación
Cabe destacar que la tecnología, el medioambiente o el reto demográfico son, a su vez, los ejes centrales que liderarán las reformas y los nuevos proyectos desarrollados con Next Generation EU, también conocido como Fondo de Recuperación Europeo, a través del cual España recibirá 140.000 millones de euros en transferencias y préstamos. El país empleará el 37% del total de las ayudas europeas en proyectos que impulsen la transición ecológica y el 33% en aquellos destinados a consolidar la transformación digital.
El valor añadido de esta apuesta puntera de inversión es que pivota sobre los cambios sociales y económicos que cuentan con expectativas de crecimiento en el corto y medio plazo. El mundo virtual de las videollamadas, del teletrabajo o de la telemedicina ha venido para quedarse y no desaparecerá una vez superada la crisis sanitaria, como ya anticipan los expertos. Al tratarse de inversiones con un horizonte temporal amplio, permiten redirigir los intereses alcanzados en nuevas oportunidades empresariales que marcarán los patrones sociales y económicos del mañana.
Así se invierte en megatendencias
Invertir en megatendencias es hacer una inversión con miras al futuro. Y es hacerlo con la posibilidad de aprovechar la diversificación de temáticas en torno a diferentes sectores y países. Por ejemplo, apostar por las empresas farmacéuticas o por el Internet de las Cosas es hacerlo eliminando las barreras geográficas y minimizando los riesgos. La combinación temporal y territorial innata a las inversiones temáticas ayuda a dirimir el efecto de la volatilidad y de la incertidumbre que la pandemia actual ha dejado sobre los mercados financieros.
La clave para rentabilizar los ahorros con las megatendencias pasa por realizar un buen asesoramiento previo y un análisis del mercado que permita maximizar el potencial de la cartera de inversión. “Es importante recordar que a la hora de invertir debemos tener en consideración: la diversificación en productos que incorporen múltiples activos, la paciencia, respetando los horizontes de inversión y la constancia, realizando aportaciones periódicas”, explica Vilalta.
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