El coche eléctrico está ganando adeptos. Más de un millón de estos vehículos circulan ya por toda Europa, arropados por las ayudas estatales. Sin embargo, ¿estamos preparados para pasarnos completamente a la movilidad eléctrica? ¿España cuenta con una red suficiente de puntos de recarga?
Las ayudas europeas a la movilidad sostenible han hecho que los países faciliten el acceso a la compra de vehículos eléctricos (VE) e inviertan en la infraestructura necesaria para que puedan circular por las carreteras.
En España, a través del Plan MOVES se han matriculado 1.174 de estos coches sólo en este mes de junio, según la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). Y, en la actualidad existen más de 3.800 puntos de recarga para estos coches, siendo las principales provincias donde se concentran Barcelona, Madrid, Gerona, Alicante, Valencia y Málaga.
Muévete con un coche eléctrico según adonde vayas
Andalucía, Cataluña y Madrid han sido las primeras comunidades en recibir las subvenciones que ofrece el Plan MOVES para agilizar el cambio hacia una movilidad eléctrica en sus ciudades.
Pero aún queda mucho por hacer. Mientras que en unas ciudades la movilidad eléctrica es apenas inexistente, otras han apostado fuerte por abandonar el uso de los combustibles fósiles, aumentando su dotación de ayudas a la compra de estos automóviles.
Ciudades y comunidades eléctricas
Es el caso de Barcelona. No sólo es la urbe española con más puntos de carga sino que los esfuerzos de su gobierno local la han situado en la escena internacional respecto a movilidad sostenible. El 15% de los coches eléctricos de todo el país se concentran en la Ciudad Condal, que cuenta con más de 460 estaciones de servicio destinadas a ellos. Una de las medidas estrella ha sido su amplia ayuda a la compra de estos automóviles, de hasta 6.000 euros.
Las ayudas de los gobiernos autonómicos resultan esenciales para fomentar la movilidad sostenible.
La Comunidad de Madrid le sigue en cuanto a puntos de carga gracias a su Plan de Movilidad Urbana Sostenible (MUS), que en diciembre de 2018 lanzó unos incentivos para la adquisición de automóviles sostenibles, tanto eléctricos como híbridos de gas natural. Ahora espera lanzar la segunda dotación, que asciende a 750 euros para comprar un coche de batería (BEV, en sus siglas en inglés).
El País Vasco es pionero en España al tener el primer punto de recarga ultrarrápida, una de las primeras abiertas en todo el sur de Europa. La firma Repsol es la encargada de esta estación en Vitoria que, adaptada a cualquier motor eléctrico, permite cargarlo en sólo seis minutos. Además, las subvenciones vascas para adquirir este tipo de vehículos ascienden a 3.000 euros.
España, a la cola de Europa
Sin embargo, a pesar del apoyo económico de la Unión Europea, el PLAN MOVES, que precedió al anterior Plan VEA, se encuentra muy por detrás de países como Holanda, Alemania o Noruega. Y es que España ha destinado una cuantía modesta de la partida europea para la compra de estos automóviles. De los 45 millones de euros provenientes de Europa, sólo destina entre un 20 y 50% para ello.
No será hasta 2023 cuando los coches eléctricos puedan competir económicamente con los convencionales, según un estudio de la consultora DELOITTE.
Además del alto coste que todavía tiene este tipo de vehículos, otra de las dificultades a las que se enfrentan los motores eléctricos es la falta de instalaciones privadas de carga, claves en el desarrollo de este tipo de movilidad. La recarga completa de un coche de batería (BEV) puede durar hasta ocho horas. Por lo que resulta necesario poder conectarlo en casa, sobre todo si se conduce diariamente.
No obstante, aunque el futuro del vehículo eléctrico en nuestro país es todavía muy incierto, cada vez damos más pasos hacia una movilidad sostenible. A medida que la tecnología e infraestructura lo pongan más fácil, resultará más atractivo para la ciudadanía este ambicioso plan que cuida (y mucho) el medio ambiente.