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Gestión financiera de tu empresa: ¿cómo mejorarla?
Carlos S. Ponz - Thu Nov 03 11:49:38 CET 2022
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Llevar a cabo una gestión financiera eficiente permite a una empresa ser más solvente y tener una mayor fortaleza para hacer frente a situaciones difíciles.

Para llevar a cabo una adecuada gestión de la liquidez en una empresa es imprescindible gozar de una buena salud financiera, que consiste en disponer de una solvencia y de una tesorería saneadas. Las herramientas de control contable y de auditoría, como el presupuesto o la contabilidad de costes, permiten conocer si una entidad puede atender sus compromisos de pago o si, por el contrario, es necesario redistribuir sus recursos para hacer que el negocio sea más operativo. Para mejorar su gestión financiera, una compañía cuenta con dos alternativas principales: implementar cambios en los periodos de cobro a los clientes y de pago a los proveedores, o recurrir a las fuentes de financiación externas, siendo la principal de ellas el canal bancario.

Herramientas para el control financiero de una empresa

El control financiero sirve sobre todo para detectar posibles desequilibrios financieros, por ejemplo, en la relación que existe entre los ingresos y los gastos. De este modo, pueden implementarse medidas para corregir ciertos desajustes, de manera que se subsanen posibles desviaciones que se estén produciendo en el plan económico general de la empresa.

Entre las principales herramientas de control financiero, cabe destacar:

  • El presupuesto. Sirve para conocer el balance real de ingresos y de gastos en una organización, así como el flujo de efectivo que se mantiene en un momento dado. Es la herramienta clave para tomar decisiones sobre estrategia financiera.
  • La contabilidad de costes. Permite controlar y distribuir todos los costes que tiene una entidad en cada una de sus actividades, de manera que se puedan optimizar todos los procesos bajo la óptica de conseguir una mayor rentabilidad.
  • El análisis financiero. Se utiliza para anticipar posibles escenarios a futuro en los que se puede encontrar la compañía, permitiendo adelantar la respuesta que se dará en el caso de que ocurra alguno de ellos. Para conseguir esta información, un buen análisis financiero evalúa la situación económica de la entidad a corto y a largo plazo, así como los mecanismos que tiene para generar rentabilidad.
  • El control de créditos. Donde se analiza la utilidad de cada crédito vigente que tiene la entidad, procurando conocer a qué inversiones se destinará la liquidez que se logre con ellos. Por regla general, una empresa que no desee ver comprometida su capacidad de endeudamiento no debe tener créditos que superen el 30% de las utilidades de la compañía.
  • Las auditorías. Permiten conocer el estado real de las finanzas de una compañía y tomar decisiones sobre las estrategias que seguir en el futuro. El objetivo de una auditoría es que los directivos puedan elaborar estrategias y planes de negocio precisos que se adapten a la realidad de la empresa y del mercado.
  • Los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés). Son plataformas informáticas para ejercer un control financiero efectivo de una organización, ya que permiten llevar a cabo una supervisión presupuestaria y establecer una monitorización constante sobre los gastos.

Estrategias para mejorar la gestión financiera

Existen dos alternativas para intentar mejorar la gestión financiera y contable de una entidad:

  • Ejercer un mayor control del fondo de maniobra, procurando incrementar el capital circulante por medio de algunas medidas como la reducción de los periodos de cobro a los clientes, o el incremento de los plazos de abono a los proveedores.
  • Recurrir a fuentes de financiación externas, siendo la principal de ellas el canal bancario. Entre las principales soluciones financieras que ofrecen los bancos, cabe destacar:
     
  1. Factoring. Permite vender las cuentas pendientes de cobrar a cambio de una pequeña rebaja en la cantidad final.
  2. Confirming. Ofrece la posibilidad a los proveedores de cobrar sus facturas antes de su vencimiento mediante el anticipo de su importe.
  3. Forfaiting. Consiste en vender documentos financieros de vencimiento a medio plazo, normalmente en operaciones con países que presentan un elevado riesgo.
  4. Línea de crédito. El banco pone a disposición de la empresa una determinada cantidad de dinero durante un plazo estipulado, y solo habrá que pagar intereses por la cantidad utilizada.

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En cualquier caso, es clave contar con el asesoramiento profesional de un gestor del banco antes de decantarse por una opción de financiación o por cualquier medida relacionada con la gestión financiera de una empresa, ya que resolverá cualquier duda y aconsejará qué es lo más adecuado según la situación.

¿Quieres que un experto te aconseje sin ningún tipo de compromiso sobre qué le conviene más a tu empresa? Déjate asesorar por un especialista.

Fotografía de Yan Krukau en Pexels.

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