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El movimiento 'slow': la respuesta para mejorar las ventas

Wed Jun 17 10:38:12 CEST 2020

Rentabilidad, ventas, beneficios, crecimiento,... son muchos los retos que deben cumplir los emprendedores y poco el tiempo que tienen para hacerlo si quieren sobrevivir a sus primeros años. El panorama actual, regido aún más por la obtención inmediata de resultados, sin importar el ‘cómo’, hace que sean pocas las empresas que llegan a cumplirlos, de hecho, según Spain Startup, el 90% de este tipo de empresas se ve obligado a cerrar tras los dos primeros años por no llegar a cumplir esos estándares en el plazo establecido. 

Se trata de una realidad que dificulta en gran medida, no solo el emprendimiento, sino   también el mantenimiento de las empresas con más rodaje en el largo plazo, cuando también sus obligaciones fiscales se acrecentan y su posición debe ser más sólida. Por ello, y, teniendo en cuenta las nuevas preferencias que está demostrando tener el consumidor pos-COVID-19 hacia una mayor personalización, un trato más cercano, el cuidado en los detalles y la preocupación y respeto por el medioambiente, quizás es hora de replantearse los objetivos empresariales y acercar las líneas de negocio  a los requerimientos actuales de los usuarios y los potenciales clientes para así mejorar los resultados de nuestro negocio.

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Esta nueva mentalidad en el consumidor, bautizada como movimiento ‘slow’, no ha surgido de repente ni es consecuencia exclusiva de la crisis sanitaria la COVID-19, sino que lleva cultivándose tiempo en la sociedad y calando poco a poco en algunos sectores. Se trata de una corriente cultural que promueve ralentizar el ritmo de las actividades humanas, lo que supone tomar el control del tiempo para eliminar la necesidad de producir en masa y en el menor plazo posible, algo que en ocasiones se traduce en un descenso de la calidad de muchos servicios y productos.  

Comenzó con el ‘slow food’, donde se impulsaba el consumo de alimentos de calidad, con buena materia prima y no procesados, poniendo de manifiesto lo perjudicial para la salud que resultaba su contrario, el ‘fast food’. El Grupo Ametller es uno de los pioneros de este concepto en el país como productor y vendedor de alimentos ecológicos. Su director general, Josep Ametller, asegura en este Podcast de Banco Sabadell que, después de la pandemia, “ha quedado demostrado que podemos vivir de una manera distinta, más sostenible”.

También llegó a la industria textil, con el ‘slow fashion’, donde nacieron negocios alternativos que impulsaban una industria que no producía en masa, garantizaba los derechos básicos de sus trabajadores y fomentaban la calidad y la durabilidad de su ropa. 

Esta filosofía, aplicada a la empresa, se traduce, en primer lugar, en el menos es más, ya que hacer menos no significa ser menos productivo, sino que requiere saber priorizar qué es lo importante. Bajo esta premisa, se puede reducir la ansiedad por conseguir un número mayor de producción o de clientes a toda costa y empezaremos a conseguir ‘más por menos’, centrándonos en aumentar la calidad de nuestro producto, el bien que mejor habla de nuestra empresa. Esto también tiene otra cara positiva como es la reducción de costes para la compañía.

En segundo lugar, el culto al detalle es un ‘must’ de esta forma de trabajar y de concebir un negocio ya que, de esta manera, se promueve y se da mayor importancia a las cosas bien hechas y al cuidado en el trato al cliente, procurando siempre su máxima satisfacción y generando, así, una mayor fidelización del mismo. Los clientes se convertirán en verdaderos embajadores de nuestro negocio.

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La calma es otro de los requisitos imprescindibles, pues trabajar con prisas y con presión suele provocar que se cometan errores y obligar a repetir el trabajo, ampliando el tiempo dedicado, finalmente, retrasando el tiempo de entrega, además de caer en costes adicionales innecesarios. Si realmente queremos ser rápidos, la calma nos ayudará a hacerlo bien a la primera y a aumentar la satisfacción del cliente, lo que acerca nuestro negocio al éxito.

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Fotografía de Henry & Co. en Unsplash
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