El bitcoin, la criptomoneda más popular, está en una enloquecida montaña rusa. Ha pasado recientemente de tocar máximos históricos, hasta los 42.000 dólares (34.500 euros), seis veces más que en el ejercicio anterior, a caer a los 29.000 dólares (24.000 euros) una semana después. Todo es misterio en torno a un producto que nadie ha visto y nadie ha podido tocar. Pero pese al vértigo de los vaivenes y el desconocimiento general son muchas las personas y las empresas que apuestan por las criptomonedas. El DUX Internacional de Madrid, un club de fútbol que compite en la Segunda División B, protagonizó el primer fichaje con cibermoneda el 15 de enero y cada vez son más los negocios que la aceptan como medio de pago. ¿Qué es lo que sabemos del bitcoin y del resto de criptomonedas? ¿Podemos confiar en ellas? Estas son algunas de las preguntas que los inversores se formulan.
¿Qué es una criptomoneda?
Es una moneda virtual basada en la tecnología blockchain, que actúa como un libro de contabilidad en el que se registran las operaciones y que cuenta con programadores independientes como verificadores. De esta forma, las transacciones no pasan por un único lugar central, sino que se aprueban desde diferentes sitios. La criptomoneda se compone de un archivo digital con un código único que se lee a través de diferentes programas que sirven para visualizarlo, conservarlo y realizar transacciones. Jorge Soriano, cofundador y director ejecutivo de Criptan, plataforma de compraventa de criptomonedas con servicio de custodia, anuncia que se trata “de una nueva forma de dinero que trae un modo distinto de interactuar con él”.
El bitcoin fue una de las primeras criptomonedas en aparecer en el mercado. Lo hizo de la mano del japonés Satoshi Nakamoto tras la crisis financiera de 2008. Un misterioso personaje del que no se conoce su identidad, incluso se sospecha que pudiera ser el nombre de un colectivo. Ese año publicó un artículo sobre bitcoin y generó un debate que desembocó en la creación de un software para realizar transacciones.
Se trataba de la creación de una moneda digital descentralizada, es decir, sin un banco central que la controlara, sin comisiones en sus transacciones y sin ningún grupo de élite que tomara decisiones sobre su uso o valor.
¿Cuántas criptomonedas diferentes existen en el mercado?
Se cuentan más de 7.000 tipos de criptomonedas, según datos de CoinMarketCap, una web en la que se muestra su mercado de capitalización. Cinco son las más extendidas: bitcoin, ethereum, litecoin, dash y ripple. El bitcoin acapara el mercado de las criptomonedas, seguido del ethereum.
¿Para qué se usan las criptomonedas?
La inversión es uno de sus puntos fuertes, pero se crearon como medio de pago. Empresas como Criptan tienen en proyecto lanzar una tarjeta de débito y una pasarela de pagos en bitcoins para más de 10.000 hoteles y para una cadena de supermercados. Existen inmobiliarias que permiten pagar viviendas en bitcoins y en noviembre del año pasado PayPal anunció que permitiría pagos con este tipo de monedas en 2021. El 15 de enero, además, se realizó el primer fichaje de un jugador de fútbol con criptomonedas: David Barral, ex del Real Madrid Club de Fútbol, el Real Sporting de Gijón y el Real Racing Club de Santander, fichado a los 37 años por el DUX Internacional de Madrid, un club de fútbol de Segunda División B, del que Criptan es patrocinador. La cantidad aún no se ha revelado.
¿Cómo y dónde se pueden comprar las criptomonedas?
Para acceder a ellas las opciones son comprarlas, aceptarlas como pago o crearlas. El sistema está diseñado para que los llamados mineros resuelvan problemas matemáticos con los que se generan más criptomonedas. Su trabajo es remunerado con esta misma divisa.
Grandes equipos informáticos controlados por potentes grupos económicos, a los que se conoce como ballenas, son los principales productores. “Hay auténticas granjas de ordenadores dedicadas a este trabajo”, reconoce Jesús Pérez, fundador de Crypto Plaza, un centro que funciona como ecosistema de emprendedores sobre encriptación y finanzas, y director de la consultora Digital Assets Institute.
Otra forma más segura y fácil es hacerlo a través de una plataforma de compra o un intermediario financiero. Se pueden adquirir también en cajeros creados exclusivamente para ello. Antes de hacerlo, conviene leer las condiciones, ya que cada entidad cobra comisiones diferentes. Una vez compradas, se les asigna una contraseña única y personal, que conviene tener a buen recaudo.
¿Cuál es el valor de la criptomoneda más popular: el bitcoin?
No tiene un valor único ni estable, ya que este fluctúa según la oferta y la demanda. Por ejemplo, a principios de 2020, el bitcoin cotizaba a poco más de 7.000 dólares (5.760 euros) y al comienzo de 2021 marcó un récord histórico de 42.000 dólares (34.500 euros), mientras que, en la semana del 18 de enero, el bitcoin había perdido hasta un 30% de su valor llegando a cotizar en algo menos de 29.000 dólares (24.000 euros). El viernes 22, sin embargo, protagonizaba una recuperación hasta los 31.000 dólares (25.500 euros). Para conocer el valor de cada criptomoneda en cada momento conviene consultar páginas especializadas.
¿Puedo invertir en criptomonedas?
Sí, pero es un mercado arriesgado y especulativo donde es posible ganar y perder grandes cantidades en poco tiempo. Las más rentables y menos peligrosas son, según apuntan los expertos, el bitcoin y el ethereum.
El bitcoin es en la actualidad el séptimo activo que más capitaliza en el mundo, alrededor de unos 700.000 millones de dólares (casi 575.000 millones de euros), por detrás de Amazon o Google. Es importante tener presente el dicho que circula en Bolsa: rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.
¿Dónde se guardan las criptomonedas?
Se almacenan en los llamados monederos (wallet en inglés) que hay que crear ex profeso, de los que según Statista hay unos 64 millones en todo el mundo. Se trata de un software que se puede almacenar en un ordenador, en un móvil o en cualquier otro dispositivo digital, pero la forma más cómoda es dejarlos en custodia en un banco de criptomonedas.
¿Existe una regulación para las criptomonedas?
No, pero desde 2015 la Unión Europea (UE) considera el bitcoin y otras criptomonedas como forma de pago, con la misma validez que el euro. Pese a esto, Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), muestra sus reticencias y ha declarado que es necesaria una regulación del bitcoin por ser “un activo muy especulativo”. El BCE ha anunciado la creación de un euro digital, una forma electrónica de dinero que los europeos podrían usar para realizar sus pagos diarios como complemento al efectivo. No se trataría de una nueva divisa ni una criptomoneda, sino que un euro digital tendría el mismo valor que un euro en efectivo.
El modelo se centrará en probar la creación de tokens, que representan de forma digital el dinero, y su distribución sectorial por parte de los bancos a sus clientes a través de la Red-i, un entorno de pruebas controlado ya disponible. Se pretende experimentar con los aspectos prácticos y posibles opciones de diseño, analizando su posible impacto en el sector, además de fomentar la innovación en pagos y la digitalización de la economía, preparando nuevos servicios digitales basados en dinero digital programable e inteligente.
Esta prueba se produce como una continuación de la iniciativa sectorial de pagos programables Smart Payments llevada a cabo también por las grandes entidades españolas, como Banco Sabadell, que se completó con éxito en julio de 2020, y que permitió validar la viabilidad de iniciar transferencias inmediatas programadas en contratos inteligentes (smart contracts) desde redes blockchain, mediante su conexión con el Sistema Nacional de Compensación Electrónica (SNCE). De esta manera, se logró completar más de 20.000 transferencias inmediatas.
En España, cualquier gasto o ingreso derivado de operaciones de compraventa con criptomonedas debe incluirse en la declaración de la Renta. En octubre de 2020 se publicó el Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal en el que se introduce la obligación de suministrar información sobre los saldos y los titulares de las criptomonedas y de las operaciones de compra, cobros, pagos, transferencias, entre otras transacciones.
Fuera de la UE, a medida que se extiende su uso se regula. El cantón de Zug, en Suiza, aceptará desde febrero el pago de impuestos con bitcoins. Japón también ha reconocido esta moneda como medio de pago, Estados Unidos (EEUU) ha abierto un mercado de futuros (donde se especula con materias primas, monedas…) para bitcoins y en China apuestan más por el yuan digital que por las criptomonedas, salvo en Hong Kong donde el uso de bitcoins es habitual.
¿Cuáles son las ventajas de las criptomonedas?
Para Jesús Pérez, de Crypto Plaza, los principales beneficios son la descentralización, no dependen de ningún banco,—”solo el comprador tiene la contraseña para acceder”—, el envío a cualquier parte del mundo rápidamente y sin coste y la imposibilidad de falsificarlo.
La escasez es otra de las ventajas, ya que no sujeta la criptomoneda a la inflación. De hecho, bitcoin (no así el resto) está limitado a 21 millones (hasta ahora se han emitido unos 18,6 millones) y se calcula que se llegará al tope en 2140, fecha establecida por el creador. Los poco más de dos millones de bitcoins que restan se irán minando a un ritmo mucho menor que hasta ahora.
¿Qué riesgos conlleva la inversión en criptomonedas?
El principal riesgo es la volatilidad (fuertes subidas y bajadas de valor) que puede provocar grandes pérdidas en horas. “Aunque también hay criptomonedas estables que tienen paridad con el dólar o el euro como el USD Coin (USDC) o el DAI”, aseguran desde Criptan.
Otro nada desdeñable es la pérdida de la clave del monedero. “Es irrecuperable”, apunta Pérez. Según los datos de Chainalysis, empresa experta en blockchain, entre un 17% y un 23% de los bitcoins están perdidos. Varios casos han saltado a la prensa. El más reciente es el de un programador de San Francisco (EEUU) que perdió el papel donde había anotado la contraseña del monedero donde almacenaba 7.002 bitcoins, que hoy alcanzan más de 220 millones de euros. Aunque no sea un riesgo, cabe señalar que las transacciones son fijas, es decir, si se realiza un envío a otra persona no se puede parar ni deshacer. El riesgo de estafas asociado a las criptomonedas también debe tenerse en cuenta: según señala un informe de la compañía Cipher Trace, dedicada al desarrollo, la seguridad y el rastreo de divisas digitales, los ciberdelincuentes se han embolsado más de 4.260 millones de dólares (3.501 millones de euros) en 2020.