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COVID-19: Así se ha replanteado el mundo laboral

Wed Jun 10 08:50:30 CEST 2020

El mercado laboral tendía a la digitalización, y el confinamiento forzoso que hemos vivido ha demostrado que esos perfiles vinculados a la transformación digital son más necesarios que nunca

El 85% de los trabajos que se ofertarán en el año 2030 aún no se han inventado. Esta sorprendente cifra, revelada por Randstad en su estudio 'Talent Trends Report 2019', cobra todavía más sentido al pensar en una nueva realidad, la era pos-COVID-19, en la que la digitalización se está convirtiendo en un requisito esencial para la supervivencia de muchas empresas.

"Las profesiones más demandadas llevan el apellido 'digital': Marketing, Recursos Humanos, Finanzas…", enumera Pilar Llácer, experta en trabajo del futuro dentro de la EAE Business School. Este hecho va, según María Monge, directora de The Valley Talent, mucho más allá del término "digital" como tal: "Las compañías que inician un proceso de transformación tienen como objetivo ser más ágiles, reducir costes, optimizar procesos e incluso estudiar nuevas oportunidades de negocio", apunta.

"El panorama actual refuerza el proceso de transformación digital y acelera los cambios. Habrá destrucción de ciertos empleos, creación de otros y reconversión en otros tantos", explica Marc Calero, director de Planificación de Personas de Banco Sabadell.

La experta de The Valley Talent coincide: la pandemia ha llevado a que la transformación se agilice. "Dada la reciente situación, muchas compañías están priorizando aspectos que antes estaban en segundo plano y han sido capaces de lanzar en pocas semanas iniciativas que, en otro contexto, habrían llevado años", explica. "Esto es la transformación: el ser capaces de adaptarnos a las circunstancias, ser ágiles y saber anticiparnos, en la medida de lo posible, a los retos que se nos presentarán".

Dicha adaptación y anticipación de algunas empresas acaba marcando un camino: la tendencia hacia la contratación presente y futura en la que, al igual que en esas empresas, los profesionales tienden a ser más flexibles.

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¿Cuáles son los perfiles más demandados?

La cultura organizativa de las compañías primará sobre todas las cosas, añade el director de Planificación de Personas de Banco Sabadell, quien apunta que "se van a buscar perfiles más técnicos, más especializados y, ante todo, perfiles humanos, que empaticen y generen innovación".

El 'Informe de Empleos Emergentes 2020' de LinkedIn coincide en tendencias con lo que apuntan los expertos en captación de talento y formación: la digitalización y la innovación tienen un peso imbatible.

Este completo estudio revela los puestos más demandados durante el año pasado, lista que encabeza el de Especialista en Inteligencia Artificial, con un crecimiento de demanda del 75,97% respecto al año 2018. No es de extrañar ya que, según la consultora PwC, la automatización de tareas pasará del 4%, cifra actual, al 21% a mediados de esta década; en 2030, los avances en Inteligencia Artificial podrían lograr una automatización en nuestro país de hasta el 34%.

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Por detrás de ese puesto, y con una tasa de crecimiento de demanda del 75% se encuentra el de Desarrollador de Salesforce, seguido por los de Especialista en Customer Success (69,83% de crecimiento), Ingeniero de Robótica (65%) y Especialista en Ciberseguridad (60%).

Seguridad ante todo

Con el teletrabajo implementado en tiempo récord, los hogares se transforman en oficinas pero han de mantener un requisito básico: cuidar la seguridad. "El teletrabajo hace que haya un flujo de datos constante entre los trabajadores y, en muchas ocasiones, se trata de información sensible y crítica para el negocio", apunta Monge que señala la dificultad añadida que supone el teletrabajo para controlar que estos intercambios informativos se den en entornos seguros. "La seguridad de la información es, sin duda, una de las áreas que más ha crecido y más va a crecer en los próximos años en lo relativo a perfiles técnicos".

Los perfiles que cuidan esa seguridad son una gran muestra del cambio y del avance hacia nuevas formas de trabajo. "Hemos percibido una creciente demanda de perfiles de ciberseguridad, data, arquitectura, producto y de áreas digitalizadas como las relacionadas con marketing, canales y analítica", resume la experta. El objetivo: que el engranaje funcione perfectamente en un nuevo ecosistema digitalizado.

"Es importante conocer qué ocurre en nuestra compañía prácticamente a tiempo real, para eso son necesarios los datos pero también la tecnología y los profesionales que hagan posible la extracción, el trabajo y el análisis de esos datos", explica Monge.

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Este cambio se da, aunque con otra perspectiva, en compañías con vistas en el consumidor final: "Cada vez es más importante el dato de esos consumidores para optimizar costes de marketing y adquisición, personalizar la venta y mejorar el ratio de conversión", argumenta Monge. "Adicionalmente, los canales de venta también están cambiando, por lo que las compañías han de ser capaces de identificar al consumidor independientemente del canal a través del cual se ejecute la venta. El marketing digital permite a la compañía analizar en detalle cada acción".

Soft y Hard Skills

Además de los aspectos técnicos, el perfil demandado por las empresas suele tener ciertas características de base. "Los profesionales más demandados cumplen tres requisitos: cuentan con competencias digitales y marca personal, son polímatas -es decir, personas con grandes conocimientos en diversas materias- y tienen actitud de adaptación y capacidad de aprendizaje", enumera Llácer, de EAE.

Monge, de The Valley Talent, coincide en varios aspectos: "Resaltaría la flexibilidad como una de las aptitudes principales; además, muchos de estos perfiles son personas que han estado varios años dedicándose a disciplinas que, hasta entonces, eran prácticamente desconocidas por muchos otros profesionales. Esto hace que sean autónomos y autodidactas: por mucho que sepan, siempre quieren más, ya que siempre surgen nuevos retos".

En ese sentido, hoy en día la movilidad laboral pierde su connotación negativa: muchos perfiles cambian de puesto cada pocos años, precisamente, en busca de estos nuevos retos, según un estudio del Bureau of Labor Statistics estadounidense. Este documento marca que un trabajador que entre en la actualidad en el mercado laboral pasará, de media, por 12 empresas diferentes hasta su jubilación, con un periodo medio en cada empresa de cuatro años.

La importancia de la formación

Según la Grand Coalition for Digital Jobs, una plataforma sustentada por la UE, en el año 2020 existen, solo en territorio europeo, más de 825.000 puestos de trabajo digitales que no han sido cubiertos. La razón: se necesita un nivel de formación digital que la mayoría de los profesionales todavía no poseen.

Pilar Llácer, de EAE, es experta en formar esos y otros tantos perfiles. Ella pone el foco en la "empleabilidad sostenible que permita a los profesionales ser atractivos para las empresas a lo largo de su vida en entornos de trabajo complejos". Adaptarse a esos cambios digitales es algo a desarrollar, por tanto, durante toda la vida laboral.

La formación, por supuesto, no se orienta solo a nuevos trabajadores: también ha de tenerse presente en los empleados con los que la empresa ya cuenta. EAE tiene una iniciativa, 'El trabajo del futuro', en la que conversan con casos reales de profesionales que han reorientado su profesión. "Existen ejemplos de muchos sectores, funciones, género y edad; a través de ellos, se dan pistas para determinar los factores de éxito de la reinvención; la formación es clave para esa transformación", explica Pilar.

Esta formación a empleados es, según María Monge de The Valley Talent, más accesible que nunca. Desde su empresa cuentan con una propia escuela The Valley DBS, especializada en líneas de negocio digital. "Existen miles de opciones para formar a los empleados. La formación ya no es como antes, rígida, presencial y limitada. Es todo lo contrario; flexible, en remoto e ilimitada", argumenta.

Admite que esta adaptación "depende mucho del perfil y del tipo de compañía: Hay empresas que pueden permitirse invertir tiempo y recursos en formar al personal interno, otras que prefieren incorporar a una persona que lo lidere, y que sea ella quien forme a los equipos y les involucre en los nuevos proyectos, e incluso otras que optan por formar equipos mixtos, dando la oportunidad a personas internas a involucrarse y mezclándose con talento externo", apunta.

Lo más importante, en sus palabras, es encontrar beneficio en cada etapa, incluyendo momentos como el actual. "Hay que aprovechar esta situación para formarse, para aprender, para cambiar y dotar a los empleados de recursos para que sean ellos quienes dibujen su propio camino profesional", concluye.

 

Fotografía de Headway en Unsplash
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