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Así serán las inversiones con más potencial de 2021

Fri Jan 08 10:46:58 CET 2021

Mercados como el asiático o tendencias como la digitalización o los criterios ESG ofrecen un gran atractivo

Si 2020 va a pasar a la historia como el año de la pandemia de la COVID-19, 2021 probablemente lo hará como el año de la recuperación. Con diferentes vacunas para luchar contra el coronavirus ya en proceso de distribución y de aplicación en varios países, comienza a verse un atisbo de esperanza, tanto en el ámbito social como en el económico.

 A este respecto, el Banco de España mejoró hace poco más de dos semanas sus previsiones para el año que viene y el siguiente. Así, proyectó que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá entre un 4,2% y un 8,6% en 2021, frente a la horquilla del 4,1% y 7,3% que manejaba anteriormente. Del mismo modo, en 2022 este organismo prevé un avance de entre el 3,9% y el 4,8%, rango superior al del 1,9% y el 3,3% que estimaba.

En clave mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) espera que el PIB crecerá alrededor de un 4,2% en 2021 y otro 3,7% en 2022, ayudado por el lanzamiento de la vacuna y por las políticas fiscales y monetarias. "Si 2020 fue el año de la pandemia, los confinamientos generales y la recesión global, se prevé que 2021 sea el año de las vacunas, la reapertura y la recuperación", indica Federico Servetto, director de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell.

A este respecto, el experto explica que la naciente expansión de la actividad, a la que se está asistiendo en los últimos meses tras las reaperturas escalonadas, va a ir ganando tracción durante el próximo año gracias a las contundentes políticas de estímulos, tanto en materia de gasto fiscal e inversión pública, como a través de políticas monetarias expansivas con unos tipos de interés que se mantendrán muy bajos y con los programas de compras de deuda de gobiernos y empresas que se mantendrán activos.

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Sin ir más lejos, el Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado un programa de compras contra la pandemia (PEPP) que asciende hasta un total de 1,85 billones de euros, y lo extenderá hasta marzo de 2022. Además, mantiene sin cambios los tipos de interés de referencia en el 0,00%, el tipo de facilidad de depósito en el -0,50% y el tipo de facilidad marginal de crédito en el 0,25%. Como apunta Servetto, "esto garantiza al acceso a la financiación y a unos costes financieros bajos para los gobiernos y las empresas". Por su parte, la Reserva Federal (Fed) compra actualmente al mes 80.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y otros 40.000 millones de dólares en activos hipotecarios y su balance alcanza los 7,24 billones de dólares.

Eso sí, la recuperación global de la economía se dará con distintos grados de intensidad, ya que como recuerda el director de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell, "la pandemia tiene y seguirá teniendo un impacto negativo significativo en sectores como el del turismo o el de la hostelería". Y es que hay que recordar que las vacunas no lograrán la ansiada inmunidad de manera inmediata, lo que abre la puerta a sufrir nuevas olas, si bien lo que no se volverá a producir es una paralización total de la economía.

Pasar de ahorradores a inversores

Este contexto dibuja un panorama poco atractivo para las inversiones en los denominados activos seguros, puesto que con los tipos de interés en mínimos históricos no se logrará superar a la inflación. La subida del precio de forma continuada de los bienes y los servicios provoca que lo que se puede adquirir hoy con 100 euros no es lo mismo que lo que se podrá comprar dentro de una década con la misma cantidad, ya que el dinero va perdiendo valor y, por tanto, la persona ve mermado su poder adquisitivo. De este modo, no se puede perder de vista el concepto de la rentabilidad real, es decir, el resultado de restar al rendimiento nominal de un activo el efecto de la inflación. Cuanto mayor sea ésta, más interés tendrá que ofrecer un producto para que sea rentable.

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"De acuerdo con un estudio elaborado por la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO) en colaboración con el Banco de España, al cierre del primer semestre de 2020 el ahorro de los españoles representaba casi 2,4 billones de euros. De esta cantidad, más del 40% se encuentra aún en efectivo y en depósitos. Posiciones que no sólo no generan rendimiento, sino que no lo generarán en los próximos años, y que además podrían llegar a costar mantener", apunta Servetto.

A la apuesta de los españoles por productos garantizados, se une el bajo nivel de ahorro. Como pone de manifiesto el primer informe elaborado por el Observatorio del Ahorro Familiar de la Fundación Mutualidad Abogacía y Fundación IE, para la mitad de las familias españolas el ahorro financiero por unidad de consumo dentro del hogar es inferior a dos meses del salario medio, situándose éste en 27.000 euros anuales aproximadamente. Y en casi un tercio de los hogares (30%), este ahorro por unidad de consumo no llega a dos semanas.

Así, dentro del entorno europeo, España se incluiría en el grupo de países con hogares más vulnerables en términos de ahorro financiero, mostrando una resiliencia inferior a la de países como Alemania o Bélgica, aunque mayor a la de Italia y Portugal. Según el estudio, la cifra media de ahorro en España se sitúa en 56.300 euros y la mediana, muy baja, en torno a los 9.000 euros. Esto lleva al 40% de los hogares en España a quedar por debajo del umbral de la seguridad financiera al no poder contar con un ahorro acumulado del 60% de salario medio de tres meses.

"El ahorro familiar es esencial porque constituye un mecanismo de resorte ante imprevistos como el que hemos vivido este año con la COVID-19 y de nivelación de ingresos y de gastos a lo largo de la vida. La resiliencia financiera de los hogares no es una cuestión puramente de mayores ingresos, es una cuestión de planificación financiera. Es necesario modificar la visión que tenemos del ahorro, que prioriza el gasto, y transformarla en una visión que priorice el ahorro sobre el gasto", expone Laura Núñez, profesora de Finanzas de IE Business School y directora del Observatorio del Ahorro Familiar.

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Por su parte, Servetto subraya que "el cómo generar retornos en este mundo de tipos de interés muy bajos, que no nos protegen de la inflación, será el foco de la estrategia de inversión de 2021, en la que los ahorradores tendrán que dar el paso para convertirse en inversores".

Oportunidades de inversión

La superación de la pandemia y los estímulos monetarios y fiscales supondrán que el 2021 será un año de fuerte rebote del crecimiento económico global. En este entorno, se prevé que los mercados, y sobre todo aquellos activos más vinculados al ciclo económico, presentarán un buen desempeño. "Es cierto que el riesgo es inherente a cualquier inversión, pero no es menos cierto que no estar dispuesto a asumir ningún riesgo lleva a perder muchas oportunidades. Para lograr superar este desafío, la alternativa pasa por invertir en aquellos activos que se verán favorecidos por la recuperación", explica el director de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell, quien detecta cuatro grandes líneas de inversión.

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En primer lugar, las bolsas se beneficiarán de la mejora de las expectativas empresariales y de unos beneficios más dinámicos y con tendencia al alza, gracias a que, con un incremento de las ventas, la reducción de los costes ya implementada hará subir los márgenes. Asimismo, las políticas monetarias expansivas contribuirán a un entorno estable en las valoraciones.

En segundo lugar, Servetto destaca la deuda de empresas europeas, ya que seguirá contando con la demanda del BCE y con ayudas públicas que garantizarán la continuidad y la viabilidad de los negocios. Además, la búsqueda de rentabilidad por parte de los inversores seguirá atrayendo un flujo de dinero continuo hacia las emisiones de deuda empresariales.

Otro de los mercados que ofrece un gran atractivo es el asiático, "más expuesto al ciclo económico, gracias a que estará respaldado por la reactivación productiva a nivel global y un menor grado de ruido político tras la victoria de Joe Biden en Estados Unidos (EE.UU.). A esto se unen las previsiones de un dólar estable o ligeramente más débil y tipos reales cerca de cero, que serán elementos de apoyo adicionales", argumenta Federico Servetto.

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A mediados de noviembre, una quincena de países de Asia Pacífico firmaron la creación de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el mayor tratado de libre comercio del mundo, con China a la cabeza. El tratado supone un tercio de la economía global y un mercado de unos 2.300 millones de personas.

Por último, las grandes tendencias de inversión tendrán un nuevo impulso. La pandemia ha traído consigo cambios sociales que permanecerán y que contribuyen a acelerar estas tendencias. "La digitalización y la automatización de la economía son un claro ejemplo de ello", apunta el experto. El uso de la tecnología ha permitido impulsar modelos de negocio optimizando los costes y generando nuevas fuentes de ingresos. En este sentido, el 48% de las empresas encuestadas por Sage en su último estudio afirman que invertirán en digitalización como parte de su estrategia empresarial para adaptarse a la 'nueva normalidad'.

Según un informe de PwC, la Inteligencia Artificial (IA) y la automatización supondrán en 2030 en torno al 14% del PIB mundial, unos 15 billones de dólares, mientras que el Foro Económico Mundial estima que estas tecnologías permitirán a las grandes economías mundiales duplicar sus tasas anuales de crecimiento durante los próximos 15 años.

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La inversión con criterios ESG (siglas en inglés de factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) es otra de las tendencias que se verá fortalecida. No en vano, según Morningstar, los activos de los fondos sostenibles alcanzaron un récord de 1,3 billones de dólares a finales de septiembre de 2020. "En Europa se impulsan medidas para que la recuperación económica tenga un marcado carácter 'verde'. A su vez, en EE.UU. Biden marcará un cambio de rumbo hacia la sostenibilidad. Y todo ello, con un grado cada vez mayor de sensibilidad social en esta materia", concluye Servetto.

Fotografía de freddie marriage en Unsplash
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