La forma de moverse, sobre todo en las ciudades, es cada vez más ‘a la carta’, como ya ocurre en otros ámbitos como el del deporte o el de la moda. El usuario busca cada vez más “ir de un punto a otro y disfrutar del trayecto, más que tener un vehículo en propiedad”, comenta Josep Nadal, clúster manager de la Industria de la Automoción de Cataluña en el Podcast de Banco Sabadell.
Se trata de la ‘nueva movilidad’, un concepto que lleva gestándose y redefiniéndose de manera continuada durante la última década y que se rige por las siguientes tendencias: está conectada, es autónoma, compartida, y eléctrica.
En este modelo de movilidad es en el que el sector de la automoción lleva trabajando los últimos años, en lo que la industria denomina el CASE (siglas de connected, autonomous, shared, electric). “Solamente en España, la automoción ha invertido más de 12.000 millones de euros en los últimos cinco años para avanzar hacia esta movilidad sostenible y eficiente”, señala Noemí Navas, directora de Comunicación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
COVID-19: ¿de la apuesta por la movilidad compartida al retorno del vehículo privado?
Sin embargo, la irrupción de la COVID-19 ha modificado “no tanto la hoja de ruta de los profesionales del sector en torno a esta evolución hacia el CASE, sino el marco temporal de la misma”, apunta Nadal. Y es que los hábitos de movilidad de los ciudadanos se han visto modificados, siendo la movilidad compartida, que hace unos meses era la gran tendencia en movilidad, una de las más afectadas por la pandemia.
Entre los motivos, se encuentran las reticencias a usar esta modalidad por cuestiones de prevención ante la pandemia, lo que ha provocado que esta reduzca su crecimiento, tal y como se desprende del informe ‘El Vehículo Digital 2020’, realizado por PwC. En este sentido, el estudio señala que el mercado se está viendo impactado por el cambio de los hábitos de consumo que permanecerán en el mundo posterior a la COVID-19.
Consecuencia de ello, tal y como señala la directora de comunicación de la ANFAC, es que los conductores se hayan inclinado hacia el uso del vehículo privado. Pero, ¿qué tipo de vehículo está eligiendo el usuario a día de hoy? Mirando los datos del mapa global, la Unión Europea y China están liderando la carrera por el coche eléctrico: se espera que en estos dos mercados los vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés)supongan, respectivamente, el 17% y el 19% de las ventas en 2025. En Estados Unidos esta penetración será del 5% en ese mismo año, debido al menor apoyo por parte de las administraciones públicas norteamericanas, según el citado informe de PwC.
Las matriculaciones de vehículos eléctricos aumentan en los últimos meses en España
El cambio de hábitos hacia los vehículos cero y de bajas emisiones es una tendencia que lleva en continuo crecimiento en los últimos años en España. Los usuarios están más concienciados y comprometidos con el medioambiente y el sector de la automoción ha respondido a esta tendencia incorporando más opciones de este tipo en el mercado. Existen modelos híbridos, que cuentan con una etiqueta ECO y que combinan un motor de gasolina con otro eléctrico, que se auto recarga a través de los momentos de frenada y arranque. Además, hay modelos híbridos enchufables, que disponen de una etiqueta 0, que también cuenta con los dos motores (gasolina y eléctrico) y que necesitan de un punto de recarga. Y, también, están los modelos 100% eléctricos, con etiqueta 0, cuya autonomía aún puede parecer limitada para viajes largos y para los cuales es necesario disponer de un punto de recarga.
En cuanto a las ventas, si bien es cierto que la pandemia de la COVID-19 ha supuesto un importante retroceso en la compra de vehículos nuevos en los últimos meses, los planes de ayuda, principalmente, han logrado aumentar el número de matriculaciones de los vehículos eléctricos, comenta Navas.
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Sin embargo, el vehículo eléctrico, la opción sostenible y eficiente por la que apuesta la industria, no acaba de ‘despegar’. Esto se debe a tres principales barreras: el precio, la autonomía y las infraestructuras de recarga.
Aunque actualmente hay más de 200 modelos a la venta, cuando hace 10 años apenas había seis eléctricos en el mercado, se trata de una tecnología que se está empezando a extender y que, por el momento, cuenta con un precio de salida más elevado que una de combustión. “Esta situación se irá equiparando”, apunta Navas, pero, mientras tanto “hacen falta apoyos gubernamentales para minimizar esta diferencia y fomentar su compra por parte de los usuarios”, añade.
La puesta en marcha de los planes de ayuda, ya sea el Plan Renove, con el principal objetivo de renovar el parque automovilístico, o el Plan MOVES, con el propósito de estimular la demanda de la electromovilidad, ha sido importante y, sin su aplicación, el mercado español caería más del 35% ya previsto para el cierre el año, según las previsiones de ANFAC. Otra ayuda que ha acercado el vehículo eléctrico a los usuarios, aunque no es estatal, es el renting, es decir, tener derecho al uso de uno de estos vehículos a cambio de una cuantía fija. El renting se podría definir como un servicio a medida que permite englobar en una única cuota mensual los gastos asociados al uso de un vehículo (seguro a todo riesgo, mantenimiento, averías, neumáticos, impuestos, etc.), como si de un ‘menú a la carta’ se tratara, se paga por el tiempo y por los kilómetros que se contratan, sin complicaciones ni sorpresas.
A la comodidad y a la facilidad para controlar los gastos hay que sumarle la durabilidad de los contratos, que suele marcarse entre 12 y 60 meses. Esto garantiza el valor añadido de contar con acceso directo a los últimos modelos de vehículos, que es sinónimo de una conducción más segura, sostenible y eficiente.
Además, para aquellos que todavía tienen dudas sobre qué modelo se ajusta mejor a sus necesidades, por ejemplo, si uno híbrido o uno 100% eléctrico, esta modalidad permite tener una primera toma de contacto previa a la compra.
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Desde la ANFAC, se estima que, para 2030, el 40% de las matriculaciones anuales de turismos sean de eléctricos. Es un objetivo “exigente pero asumible” y, para ello, es necesario disponer de las herramientas que permitan alcanzarlo. En este sentido, también se debe impulsar el desarrollo de una infraestructura de recarga que supere los actuales 8.500 puntos de recarga, que sitúan España en las últimas posiciones de Europa según el barómetro de electromovilidad de la ANFAC.
Desde el punto de vista de las administraciones, el Gobierno ha asegurado tener entre sus objetivos esta transición energética de la movilidad. Y aquí, el Fondo de Recuperación Europeo supondrá un gran impulso. Como parte de este plan de recuperación, por ejemplo, el Ejecutivo planea instalar más de 100.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos.
Hacia un modelo de movilidad intermodal, definido por las necesidades del usuario
Con todo ello, el cambio hacia una movilidad intermodal definida por las necesidades del propio usuario es, sin duda, el patrón al que se está adaptando la industria. Un nuevo modelo de movilidad donde el vehículo será el eje central. No por la cantidad de vehículos, pues el informe de PwC apunta a una reducción del parque de vehículos en Europa en 2035, sino con vehículos más eficientes y cero emisiones que den respuesta a las necesidades de la sociedad.