Cierres perimetrales de barrios, ciudades o comunidades autónomas. Las medidas que restringen las entradas y las salidas de zonas concretas no han dejado de sucederse con el objetivo de contener la tasa de contagio. Si a esta situación se le añaden dos factores: el miedo de los ciudadanos a contraer el virus y la implementación del teletrabajo, se obtiene un mapa en el que los patrones de movilidad han cambiado en gran medida. Y no solo lo han hecho debido a la reducción en el número de desplazamientos, sino a que también han variado las formas de hacerlo.
Con este contexto, la actividad de transporte en España en septiembre supone aproximadamente la mitad de la que se registró en el mismo periodo del año pasado. En concreto, representa el 57%, según los datos de Pulso, la herramienta de Banco Sabadell que permite analizar en tiempo real la evolución económica gracias a las interacciones con Terminales de Punto de Venta (TPV) del banco. Al acortar el periodo de tiempo, en los últimos siete días, semana que coincide con el puente del Día de la Hispanidad, la actividad representa el 53%, una disminución provocada, principalmente, por la ampliación de las medidas de restricción de la movilidad en todo el país.
A pesar de todo, sigue habiendo gente con la necesidad de desplazarse para acudir a su puesto de trabajo y también hay localidades en las que no hay un registro de contagios elevado y, por tanto, no tienen limitada la movilidad. La pregunta es, ¿cómo lo están haciendo? Los datos reflejan un cambio de tendencia, pues un 48,5% de los españoles ha cambiado sus hábitos de movilidad debido a la pandemia, según la encuesta sobre hábitos y cambios realizada por la plataforma Nextdoor, basada en 5.000 entrevistas realizadas en el mes de agosto.
Andar y utilizar el vehículo privado, las opciones preferidas
Caminar se ha convertido en el medio de transporte escogido por la población. Siguiendo con los datos de la citada encuesta, casi un 60% de la población afirma que anda más que antes. Es posible que el buen tiempo de los últimos meses, coincidiendo con el periodo estival, haya propiciado esta situación, teniendo en cuenta también la preferencia de renunciar a pasar tiempo en lugares cerrados y concurridos debido al miedo al contagio.
Pero, sin duda, el hecho más relevante se encuentra en el vehículo escogido, ya que, desde que se expandió la pandemia del coronavirus en España, el coche se ha situado por encima del transporte público. Este cambio de tendencia se muestra de forma clara en el gráfico que Apple elabora gracias a los datos que recogen con las solicitudes de indicaciones de su aplicación de Maps. Mientras que en los meses anteriores a la pandemia las dos formas de transporte se encontraban en unos niveles similares, desde abril la línea del coche ha despuntado y se ha situado muy por encima de la del transporte público, incluso este último superado también en diversos momentos por la opción de ir a pie. Los datos obtenidos de Pulso refuerzan esta comparativa, ya que en septiembre, la evolución del uso del coche en todo el país alcanzó el 75% con respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que la del metro se situó en el 59%. Eso sí, la evolución del sector en general durante el último mes es negativa, con una caída interanual del 10%.
Fuente: Informe de tendencia de movilidad de Apple
Este cambio en los consumidores puede suponer un estímulo comercial para el sector automovilístico y, en concreto, para fórmulas como el renting. La idea de disponer de un vehículo propio o como si lo fuera, supone asegurar una mayor seguridad en cuanto a higiene que las otras opciones de transporte compartido. “Hemos visto como la demanda de renting entre particulares ha aumentado, no solo por un temor de contagio en transportes colectivos, sino, también, por la incertidumbre del escenario laboral que va a comportar nuevos modelos de movilidad motivados por el teletrabajo. Bajo este prisma, el reto de los operadores de renting es el de transformar la movilidad, adaptándola a esta ‘nueva normalidad’, y flexibilizando mucho más los modelos para adaptarlos a las necesidades reales”, afirma Ricard Castells, Director Comercial Renting Auto.
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Madrid apuesta por el coche y Valencia por el transporte público
Si se observan los datos por comunidades autónomas, se puede comprobar cómo hay diversidad de preferencias a la hora de escoger cómo moverse. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid se mantiene la misma línea que en general. Los datos obtenidos por Apple sitúan el uso del coche por encima del transporte público desde mediados de marzo. Los datos de Pulso mantienen esta visión durante los últimos seis meses y, por ejemplo, en septiembre esta comparativa fue de un 88% para el coche frente a un 59% para el metro.
Sin embargo, en la Comunidad Valenciana la tendencia es la inversa. Según Apple, los usuarios buscan más información sobre los desplazamientos en transporte público desde el mes de julio, cuando este alcanzó la primera posición. Además, Pulso muestra datos similares, ya que, por ejemplo, en la ciudad levantina el tren se sitúa en un 80% en julio, en un 84% en agosto y en un 91% en septiembre, respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el coche registra unas cifras inferiores del 67%, 60% y 75%, respectivamente.
Gráfico: Evolución de la actividad del sector del coche en Valencia en los últimos seis meses, comparado con el mismo periodo del año anterior. Fuente: Pulso
Los taxis, lejos de recuperar los niveles anteriores a la pandemia
Para los taxistas, la recuperación está siendo muy lenta. El hecho de que haya menos actividades de ocio, menos turismo y menos congresos y actos de empresas ha dejado a muchos de estos sin recibir pasajeros y, como consecuencia, se ha producido una caída brusca en los ingresos. Según los últimos datos ofrecidos por la Federación Española del Taxi (Fedetaxi), las pérdidas acumuladas del sector superan ya el 67% de la facturación a nivel nacional, disparándose hasta el 90% en las zonas turísticas. Con la información que recoge Pulso se puede ver que hasta el mes de julio las caídas eran superiores al 50% interanual. En los dos últimos meses, aunque con un ligero aumento, esa cifra se sitúa todavía muy por debajo de los niveles registrados en 2019, siendo de un 61% en agosto y de un 60% en septiembre.
Todos estos datos de movilidad irán cambiando según vaya evolucionando la pandemia y la implementación de las medidas restrictivas. Quizás esta situación se pueda aprovechar como una experiencia para adaptar las ciudades hacia el concepto de ‘inteligentes’, reforzando la idea de una urbanización más sostenible e inclusiva. El objetivo es lograr que el acceso a los sistemas de transporte sean seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos, mejorando la seguridad vial, tal y como se recoge en ‘Ciudades y comunidades sostenibles’, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) presente en la Agenda 2030.
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