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Cómo paliar una crisis en las cadenas de suministro

Thu Apr 09 08:12:02 CEST 2020

Las consecuencias de la pandemia pueden suponer una pérdida de valor de 352.000 millones de euros en las cadenas de suministro tradicionales

La crisis sanitaria sigue dejando secuelas a su paso. En el plano sanitario, por descontado, pero también en el económico. El escenario económico global se está viendo afectado por los efectos de la Covid-19, que cada día son más evidentes en los diferentes sectores de actividad. La situación ha puesto en alerta a todo el ecosistema empresarial español que teme que la parada de actividad pueda afectar a sus cadenas de suministro dependientes de un sistema global.

Un panorama crítico a nivel mundial y sin precedentes que dificulta enormemente las relaciones comerciales actuales a través de fronteras políticas, culturales y sociales. Lo cierto es que las implicaciones de este nuevo escenario para las pequeñas y medianas empresas españolas, que componen parte importante de la cartera de proveedores de las grandes empresas, son notables.

De hecho, se estima que la pérdida ocasionada por la propagación del virus ascienda a 352.000 millones de euros en las cadenas de suministro tradicionales. Estos datos publicados por la consultora Kearney se atribuyen a la dependencia evidente del mercado chino, en el que solo las industrias de componentes de automoción y de electrónica ya manifestaron caídas productivas de hasta el 50%.

La parada productiva de países como China, primero, y después Italia, provocaron un efecto dominó en las líneas de montaje ocasionando retrasos en las entregas y roturas de stock. Esto ha ido afectando sucesivamente al resto de países vecinos, incluido el nuestro. Y es que en un mundo globalizado la penetración de un factor externo que no podemos controlar es mucho más rápida y efectiva.

El sector de la automoción ha sido de los primeros en notar los efectos de la crisis del coronavirus, ya que para este China es un mercado prioritario. En concreto, es el tercer destino de las exportaciones de fuera de la Unión Europea. Lo que ha ocasionado que la industria automovilística vea paralizada su actividad debido a la falta de suministros.

En el otro lado de la balanza se encuentran, en cambio, las industrias alimentarias, así como logísticas y de transporte que tienen la responsabilidad social de seguir garantizando el abastecimiento total de la población. Por lo que agricultores, transportistas y distribuidores siguen operando con planes de contingencia para no interrumpir sus cadenas de suministro.

Las tres claves de una buena gestión de riesgos en la cadena de suministros

Ante esta situación excepcional, la gestión de riesgos en la cadena de suministros debe centrarse en tres claves: el capital humano, la relación con los productos y el impacto sobre los costes. Así lo ha determinado la consultora americana Gartner, que advierte que es importante actuar con agilidad en base a estos condicionantes.

1. Falta de capital humano

Es una realidad que las medidas de confinamiento para evitar la propagación del virus han dado pie a una escasez de mano de obra, a la vez que han provocado un sobreesfuerzo del personal que sigue desarrollando su actividad profesional. Tanto es así, que las compañías se han visto obligadas a centrarse en mejorar la comunicación y las medidas de protección para los trabajadores.

2. Previsión de la demanda

En estos momentos algunas empresas deben recurrir a proveedores alternativos para recibir aprovisionamientos en los plazos marcados. Por lo que es recomendable avanzar en la medida de lo posible en el actual escenario de incertidumbre a través de planes de previsión de la demanda adaptados a las variaciones bruscas.

3. Impacto de costes

La realidad es que esta crisis sanitaria va a acarrear unos costes significativos a las empresas españolas. Por eso, es importante tener en cuenta que el impacto inevitablemente generado sobre los costes por las fuertes restricciones en el movimiento de mercancías y la reducción significativa del consumo debe atribuirse al conjunto de la compañía.

En definitiva, las líneas de actuación deben centrarse en identificar inmediatamente la interrupción, buscar nuevos proveedores y medios alternativos de transporte para mantener la cadena de suministros y poder seguir en la medida de lo posible con la actividad empresarial.

Fotografía de Lenny Kuhne en Unsplash
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