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Cómo mejorar la liquidez de una empresa con una inflación elevada

Thu May 19 13:12:53 CEST 2022

Ante la subida generalizada de precios, las empresas cuentan con distintas vías para garantizar su liquidez y poder atender sus gastos a corto plazo.

Una inflación elevada afecta negativamente al poder adquisitivo de los consumidores, aumenta los costes de producción para las empresas y altera el equilibrio entre oferta y demanda. Si se prolonga demasiado tiempo puede reducir de manera notable los ingresos de una compañía, provocando que la liquidez a corto plazo se resienta. Para evitar que esta situación ponga en riesgo la contabilidad de la entidad, existen soluciones para mejorar el capital circulante.

Planificación y análisis

La inflación ocasiona un aumento en los costes de las compras (como la adquisición de bienes de equipo) y en los gastos (como la luz o la gasolina). Aunque parte de estos incrementos se traslada al precio de venta final, el resto lo tiene que asumir la entidad, reduciendo su margen comercial y, con ello, sus ingresos netos. Desde el punto de vista de la liquidez, todo esto se traduce en una menor capacidad para poder afrontar las deudas inmediatas y en una reducción de la suficiencia para afrontar incidencias y gastos imprevistos.

Por ello, en momentos de inflación elevada, los gestores de una compañía tienen que dedicar más tiempo al control de la gestión financiera y contable. En este sentido, una de las medidas más importantes es la de apostar por realizar un mayor control del fondo de maniobra con el que cuenta la entidad y procurar incrementar el capital circulante a través de dos vías:

  • Reduciendo los periodos de cobro a los clientes, mientras se intenta incrementar los plazos de abono a los proveedores. Por norma general, si el periodo medio de pago es mayor que el periodo medio de cobro se produce un ciclo de caja positivo, lo que redundará en una mayor liquidez para la compañía.
  • Recurriendo a fuentes de financiación externas, siendo la principal de ellas el canal bancario.

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Para favorecer un ciclo de caja positivo, una empresa cuenta con varias posibilidades. Desde la óptica de la mayor generación de ingresos:

  • Agilizar los trámites internos para el cobro de facturas a clientes, ofreciendo a los que son más susceptibles de impago posibles alternativas como renegociar su deuda a cambio de que paguen lo que deben en el menor plazo posible.
  • Implementar soluciones digitales que permitan conocer mejor el comportamiento de pago de los clientes.
  • Concentrarse en la reducción de las cuentas a cobrar vencidas.

Por su parte, en relación a los periodos medios de pago:

  • Contactar a nuevos proveedores que ajusten los precios y extiendan los periodos de pago.
  • Renegociar con los proveedores plazos temporales de pago mayores.

Además, es posible llevar a cabo medidas para realizar una mejor gestión de la liquidez:

  • Planificar con mayor detalle las entradas y salidas de dinero.
  • Establecer procedimientos de verificación contable con una mayor periodicidad.
  • Revisar el modo en el que se realizan las operaciones financieras, automatizando en la medida de lo posible las tareas que sean más administrativas.

Soluciones financieras que ofrece el banco

  • Factoring: Consiste en vender las cuentas pendientes de cobrar a cambio de una pequeña rebaja en la cantidad final. A la empresa le permite ahorrar la contratación de una persona que gestione los cobros, facilita la obtención de financiación de forma rápida y permite pagar a los acreedores de manera inmediata. A cambio, la entidad bancaria aplica un tipo de interés.
  • Confirming: Ofrece la posibilidad a los proveedores de cobrar sus facturas antes de su vencimiento mediante el anticipo de su importe. Es decir, se trata de un factoring a la inversa, y equivale a un pago certificado, con la única diferencia de que en esta ocasión es el banco el que avala el pago al proveedor.
  • Forfaiting: Se venden unos documentos financieros de vencimiento a medio plazo, normalmente en operaciones con países que presentan un elevado riesgo. Es decir, se trata de ceder letras de cambio o pagarés, pero, mientras en el factoring se habla de operaciones a muy pocas semanas o meses vista, aquí son documentos cuyo vencimiento abarca varios años.
  • Línea de crédito: Es una solución a largo plazo para financiar y sanear el circulante de una empresa, por la que el banco pone a su disposición una determinada cantidad de dinero durante un plazo estipulado, y solo tendrá que pagar intereses por la cantidad utilizada. Es decir, se logra una liquidez inmediata, pero también obliga a estar más pendiente de la gestión de los gastos.

En cualquier caso, es clave contar con el asesoramiento profesional de un gestor del banco antes de decantarse por una opción de financiación, ya que resolverá cualquier duda y aconsejará qué es lo más adecuado según la situación de la empresa.

¿Quieres que un experto te aconseje sin ningún tipo de compromiso sobre qué le conviene más a tu empresa? Déjate asesorar por un especialista.

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