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Cómo invertir en fondos éticos y solidarios con rentabilidad

04/03/2020

Invertir de forma solidaria y con criterios éticos es una apuesta en alza. Cuidar el planeta o luchar contra la pobreza son algunos de los objetivos de estos fondos

La sostenibilidad, la ética y la solidaridad no están reñidas con la rentabilidad, sobre todo desde que hace unos años se han convertido en el eje de referencia de algunos fondos de inversión, productos financieros que permiten obtener una rentabilidad con cuantías mínimas.

Los fondos éticos y sostenibles agrupan a empresas que cumplen estándares de bienestar social y sostenibilidad y son solidarios cuando donan parte de sus comisiones a obras sociales. También los hay de carácter mixto cuando cumplen ambos fines. Son igual que los demás fondos, no requieren una inversión mínima y el riesgo es el mismo que en cualquier otra inversión.

Todavía no existe una gran diversidad de fondos, pero van ganando popularidad. “Actualmente y sobre todo la gente más joven quiere invertir en fondos que mejoren el planeta o cuiden del medioambiente. Pero a su vez no quieren dejar de lado la rentabilidad. Esta es una manera de conseguirlo”, afirma Borja Nieto, director de Micappital, banca privada y asesoría digital para inversores que trabaja con entidades como Banco Sabadell. “En poco tiempo el 75% de nuestra cartera será sostenible. Hace poco más de tres años, solo un 3% buscaba invertir en un fondo de este tipo. Hoy lo hacen alrededor de un 15%”, añade Nieto.

En España hay 2.730 fondos que suman un patrimonio de gestión total cercano a los 277.000 millones de euros, según datos de Inverco, la patronal española que agrupa a las entidades de inversión colectiva. De ellos, poco más de 20 se rigen por este tipo de parámetros, lo que supone un 1,2% (lo que equivale a alrededor de 3.700 millones de euros). Aun así, “hasta hace nada no aparecía un fondo sostenible entre los 20 más visitados. Ahora sí”, afirma Vicenta Varo, director de contenidos de Finect, plataforma de productos y servicios financieros.

¿Qué es un fondo sostenible ético?

Estos fondos están definidos por una serie de criterios que se conocen como ASG, siglas de Ambiental, Social y Gobierno (ESG, Environmental, Social and Governance, según sus siglas en inglés). Los objetivos de estos criterios son, entre otros:

  • El cuidado del medio ambiente
  • El uso eficiente y responsable de los recursos naturales
  • La integración de género y de raza en sus equipos
  • El fomento de las políticas de riesgos laborales y recursos humanos
  • La promoción de la conciliación
  • El impulso de la igualdad en los consejos de administración
  • El apoyo a proyectos de investigación con fines sociales
  • La lucha contra la pobreza y el cambio climático

Para que una empresa pueda formar parte de un fondo ético o sostenible debe cumplir todos los requisitos ASG, que están recogidos y especificados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y en los folletos informativos de las distintas gestoras.

Para comprobar que un fondo es de verdad sostenible y ético, existen distintas agencias independientes de valoración como Spainsif, plataforma de referencia en inversión sostenible y responsable en España, o Morningstar, que publica un rating de sostenibilidad, donde se valora el grado de cumplimento de los criterios ASG por parte de los fondos.

¿Qué es un fondo solidario?

Este tipo de fondo tiene como objetivo ayudar directamente a la sociedad mediante aportaciones económicas. La entidad que lo comercializa dona parte de la comisión de gestión o directamente lo hace el partícipe, que destina voluntariamente el porcentaje que considere oportuno por los intereses generados por sus aportaciones a entidades sin ánimo de lucro. Entre estas puede haber ONG, fundaciones o asociaciones que protegen el medio ambiente, fomentan la integración de las personas en riesgo de exclusión o apoyan la formación académica o el voluntariado, entre otros.

Algunas entidades dan la opción al partícipe para que seleccione la organización a la que destinará la aportación dentro de una gama de posibilidades. Unas opciones que el fondo debe detallar en el folleto informativo puesto a disposición del público, previa aprobación de la CNMV.

Estos fondos, como cualquier otro activo financiero, están regulados por la CNMV, por lo que “para verificar que estos realizan la aportación económica a las entidades sin ánimo de lucro, sus cuentas pasan por auditorias y están sujetas a medidas de control interno. Basta con buscar las fichas del fondo de inversión en cuestión y ver el detalle de las posiciones”, expone Varo.

No hay que confundir un fondo ético y sostenible con uno solidario. La diferencia radica en que los fondos solidarios no están obligados a cumplir los criterios socialmente responsables. Existen, sin embargo, fondos que combinan ambas filosofías, es decir, están sujetos a los criterios ASG y son solidarios, porque donan parte de su comisión o intereses.

¿CÓMO FUNCIONAN LOS FONDOS ÉTICOS Y SOSTENIBLES?

Lo hacen como cualquier otro y sus características generales son:

  • Pueden ser de renta fija, variable o mixta, sujetos a las fluctuaciones que el mercado imponga.
  • La composición de la cartera (las empresas que conforman el fondo) debe ser pública.
  • No requieren una inversión mínima como en el resto de fondos.
  • El riesgo es el mismo que en cualquier otra inversión.
  • Sobre el tiempo de permanencia, en general “el periodo recomendado para invertir en un fondo debería ser como mínimo tres años e idealmente de cinco a siete años. Esto se debe a que los mercados son volátiles y en plazos más cortos las probabilidades de obtener retornos interesantes son menores”, apunta Varo.
  • Están sujetos a la misma política de fiscalidad que el resto. Solo hay que tributar cuando se recupere el dinero y también puede traspasarse de un fondo a otro sin ningún tipo de tributación. Cuando se pide el reembolso final, la plusvalía (beneficio) estará sujeta a una retención. Los primeros 6.000 euros tributan al 19% y a partir de ahí en progresión hasta un 23% como tope.
Fotografía de The New York Public Library en Unsplash
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