La Semana Santa ha estado marcada por segundo año consecutivo por la crisis de la COVID-19, pero a diferencia del pasado año, en 2021 se ha incrementado el consumo local, lo que ha dado un respiro a sectores como el de la hostelería y el de la restauración.
Las restricciones impuestas para evitar la propagación de la COVID-19 han marcado y limitado las actividades que los españoles han podido realizar en esta Semana Santa. Por segundo año consecutivo, las recomendaciones para evitar los contagios por coronavirus han provocado un impacto negativo en muchos sectores que dependen del turismo pero a diferencia de 2020, que coincidió con el primer estado de alarma, el resultado ha sido más optimista. El cierre perimetral de las comunidades autónomas ha hecho que apenas haya existido movilidad entre regiones, lo cual ha incrementado el consumo dentro de las propias autonomías.
El Observatorio Cetelem sobre el gasto en estas fechas ya adelantaba en marzo que para muchos ciudadanos las actividades sociales como salir con los amigos (52%), viajar dentro de las limitaciones (34%) y salir a comer fuera (32%) iban a estar entre sus prioridades. Con todo, ¿ha mejorado el consumo de los españoles estas vacaciones?
El cierre perimetral implantado en las comunidades autónomas ha pasado factura al turismo nacional, por lo que el consumo local ha sido la clave para la supervivencia de sectores como el de la hostelería, el del ocio o el de la restauración en España. Asimismo, el delivery se consolida como la alternativa frente a las limitaciones sanitarias. Según el informe ‘Consumo y compra dentro y fuera del hogar después del Covid-19‘ elaborado por la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), el 47% de los consumidores españoles ha pedido comida a domicilio en las últimas semanas y un 31% afirma que ahora gasta más en este servicio que antes de la crisis.
En cambio, las medidas de restricción, que recientemente se han endurecido ante la posibilidad de una cuarta ola, han hecho que, en la actualidad, solo uno de cada cuatro españoles consuma en restaurantes cuando la situación lo permite.
Con todo, Pulso, la herramienta de Banco Sabadell que permite analizar la evolución de la recuperación, señala que la actividad comercial en España, según el pago con tarjetas, durante la primera semana de abril ha aumentado un 57,45% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El de la alimentación fue el sector de mayor peso, seguido del de la salud, el del bricolaje y el de la restauración. En lo que menos han gastado los españoles en el último mes ha sido en electrónica y en prendas de ropa.
¿Cómo ha sido el turismo esta Semana Santa?
La Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo (AECIT) en su estudio ‘El turismo después de la pandemia‘ recuerda que, antes de la crisis sanitaria, el turismo representaba más del 10% del producto interior bruto (PIB) mundial, generando un empleo del 20% de la población global. En España estas cifras eran de un 12% del PIB y de un 12,7% en cuanto a ocupación.
El bienestar será, según los expertos de este sector, la clave para la recuperación económica. “La salud, la recuperación del contacto con la naturaleza y las actividades al aire libre, también con otras personas pero sin aglomeraciones, la no masificación… todos estos serán valores en alza, que pueden beneficiar particularmente al medio rural, a esa llamada (y castigada) ‘España vaciada’. Más importante que el destino en sí es la experiencia que seamos capaces de ofrecer para conectar con nuestro público objetivo”, concluyen.
Pulso destaca un aumento en el turismo de interior. Por ejemplo, con el cierre perimetral de la Región de Murcia y la mayoría de los hoteles de costa cerrados, el turista ha preferido alojarse en estancias rurales que han estado al 90% de su capacidad, según datos de la Asociación de Empresarios de Hoteles y Alojamientos Turísticos de la Costa Cálida (Hostetur). La actividad comercial y los pagos en hoteles en esta comunidad registraron un aumento del 1.391% más que el mismo período en 2020, según Pulso. Lo mismo ha sucedido en el País Vasco, donde los alojamientos rurales han tenido un balance positivo, ya que durante la Semana Santa las pernoctaciones han sido superiores al 88%. Los últimos datos de Pulso añaden que en esta región se ha gastado un 40,5% más en hoteles y viajes que en la última semana de marzo.
¿Cómo han afectado las restricciones a la hostelería en las distintas comunidades autónomas?
En cuanto al consumo en el sector de la hostelería, cabe destacar que ha sido desigual en todo el país. Las diferentes limitaciones impuestas por cada comunidad han marcado el éxito o no de la hostelería en cada región. “En algunos lugares han trabajado como nunca desde el inicio de la crisis y en otros ha sido un desastre”, resume José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España.
Puede interesarte: ¿Cómo afronta la hostelería este 2021?
Las comunidades con mayor densidad de población (como la Comunidad de Madrid, País Vasco o Cataluña) han aguantado mejor la limitación de la movilidad que otras. En cambio, en municipios donde la Semana Santa depende del turismo exterior como Toledo o Valladolid en los que apenas se ha facturado un 30% de lo que se haría en un año pre-COVID-19. Por ejemplo, en León, la facturación de bares y restaurantes se ha reducido durante estos días hasta en un 70% respecto a 2019, según las estimaciones de Hostelería de España.
Un desplome más acusado se ha producido en el Principado de Asturias, donde la actividad hotelera no esencial ha permanecido cerrada toda la Semana Santa. En el otro extremo se encuentra la Comunidad de Madrid, donde la Semana Santa ha dado un respiro al sector de la hostelería. Según el director general de Hostelería Madrid, Juan José Blardony, en dicha región se ha registrado un gran consumo debido a que cuenta con medidas menos restrictivas. Durante los días festivos, la hostelería madrileña ha facturado unos 87 millones de euros. Un 20% más que un fin de semana corriente. Aún así, los expertos estiman que en una situación de normalidad se hubieran facturado unos 128,8 millones de euros.
A medio camino se encuentra la hostelería catalana. En esta región la festividad religiosa también ha supuesto un alivio tras meses de duras restricciones para el sector. La patronal Federació Catalana d’Associacions d’Activitats de Restauració i Musicals (FECASARM) estima unas pérdidas de 80 millones de euros en bares y restaurantes, que justifican por las limitaciones horarias impuestas. El consumidor local ha sido fundamental para mantener la actividad en este sector.
En esta misma línea, Andalucía encaró la Semana Santa, una de sus fiestas más importantes, con una ampliación de horario en bares y comercios. Gracias a esto ha podido impulsar las ventas. Según Pulso, la actividad comercial a tenor de los movimientos con tarjetas en los locales de restauración andaluces representó un aumento del 2.351% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando el país estaba completamente confinado.
Con todo, el balance de estas fiestas deja un panorama desigual en España. El buen tiempo ha animado al turismo local que, unido al avance en la campaña de vacunación, han resultado clave para que los sectores más perjudicados por la crisis hayan mantenido la actividad.