La compra online lleva años ganando mercado a la tienda offline, pero ha sido a raíz del confinamiento derivado de la COVID-19 que se ha disparado, con picos en material escolar (+641%), alimentación (+254%), vestuario laboral que incluye EPI (+187%) y electrónica (+123%), según Flat 101. Datos confirmados por Pulso, la aplicación de Banco Sabadell que permite analizar la evolución de la economía en tiempo real. La venta online también ha aumentado en número de compradores, que se han tenido que adaptar a la modalidad de pago por internet, ‘obligada’ por las medidas de distanciamiento social.
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De las personas que han realizado al menos una compra digital durante los últimos dos meses, para al menos un 11,5% de ellas fue la primera vez, según nPeople y GfK. Además, el 42% de las compras fueron realizadas en e-commerce en las que el cliente nunca había comprado, una medida de dinamismo nunca experimentada.
Al mismo tiempo, las ventas por medios digitales han consolidado su presencia para compradores habituales. Durante los últimos dos meses el e-commerce ha sido el canal de compra preferente para el 18% de los españoles, según GfK, frente al 13% que registraba en 2019 según The Best 5.
El coronavirus se ha convertido en un dinamizador del mercado digital, y se ha posicionado como un factor que fuerza a las empresas a mejorar su presencia en red. Si antes vender online era relevante, en pocas semanas se ha vuelto algo imprescindible.