El retiro laboral trae consigo nuevas necesidades y contar con una casa adaptada a esta nueva etapa vital suele ser una de ellas. La cercanía a la familia y amigos, disponer de un espacio de descanso y buenas vistas son algunos de los aspectos a tener en cuenta para mudarse a un nuevo hogar.
Una vez se da por terminada la vida laboral, comienza la jubilación, una etapa cargada de nuevas oportunidades. Con este nuevo ciclo, cambian las necesidades y la rutina que se han ido desarrollando durante décadas y los jubilados se enfrentan a una reinvención de su vida, teniendo en cuenta aspectos como la salud, el futuro, los hijos y nietos, el resto de la familia y, cómo no, su propia felicidad.
La vivienda es uno de los temas que más inquietan cuando se llega a este momento vital, ya que muchos jubilados optan por alejarse de las grandes ciudades, donde antes residían para estar cerca de sus puestos de trabajo, y se mudan a la costa o sitios en plena naturaleza. Sea como sea, la vivienda ideal es un tema muy subjetivo, pero hay aspectos que son comunes y que se deben tener en cuenta antes de tomar una decisión.
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La playa, el sol y el buen tiempo son el ideal de vacaciones para muchos, prueba de ello es la cantidad de jubilados internacionales que residen de forma permanente en las zonas costeras de España.
Por lo que, si tu deseo es residir cerca del rumor de las olas, has de tener en cuenta que el presupuesto no será el mismo si se escoge Murcia o el País Vasco. Para estar preparado, nada mejor como ahorrar previamente con un plan de pensiones con el que asegurarse un futuro sin sobresaltos.
Además de abordar la jubilación como unas vacaciones permanentes, existe un ranking de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con localidades que facilitan el proceso de envejecimiento de sus ciudadanos y en la que se encuentran algunas como Madrid, Valencia, Barcelona, Bilbao, Gijón y Marbella.
Jubilación: nuevas necesidades
La jubilación implica nuevas necesidades, de ahí que sea recomendable acondicionar la vivienda. Además, esta debería tener centros hospitalarios y de salud próximos, transporte público accesible, etc. Es un momento perfecto para aprovechar y pasar más tiempo con la familia, por lo que vivir cerca de ella es otro valor a tener en cuenta a la hora de elegir un nuevo hogar.
Por ejemplo, es preferible que la casa tenga una sola planta, por si en un futuro las escaleras se hacen pesadas, y tener un jardín o terraza donde disfrutar del sol y del buen tiempo, cuidar del huerto, las plantas, y convertirlo en un lugar de encuentro familiar y de amistad.
En definitiva, hay que buscar una casa de descanso donde poder relajarse y mantener la paz tan ansiada en el retiro laboral. El entorno, mejor si tiene buenas vistas, zonas verdes y centros culturales cercanos.
Mudarse al pueblo, con los amigos de toda la vida y la familia, o hacerse con una vivienda cercana al núcleo familiar para poder pasar más tiempo a su lado, son otras de las opciones preferidas por los jubilados para instalarse.
'Cohousing'
¿Y por qué no vivir con amigos? El retiro laboral, en muchas ocasiones, acaba por traducirse en soledad, ya que el resto del entorno no cuenta con el mismo tiempo libre que el jubilado. Por eso, adquirir una nueva vivienda en comunidad, es decir, convivir con otros jubilados, puede ser una gran idea y convertirse en tu vivienda ideal.
Esta práctica, cada vez más extendida, se conoce como cohousing: viviendas colaborativas y autogestionadas por comunidades de mayores que deciden unirse para convivir y compartir espacios comunes pero manteniendo la independencia de sus hogares. Viviendas independientes que comparten espacios y actividades, como si de una comunidad de vecinos exclusivamente jubilados se tratase. Así, se cuidan unos de los otros y ponen en común actividades e intereses durante su retiro laboral.
Estas comunidades normalmente suelen ser idea del mismo grupo de jubilados, que se unen y compran un terreno para edificar más tarde la que será la casa donde vivan. Sin embargo, existen algunos ejemplos de cohousing ya edificados donde se puede pedir formar parte cuando una casa quede vacía, como el de Can Batlló en Barcelona, San Miguel de Meruelo en Cantabria y el Cohousing Verde Madrid.
El cohousing es una gran idea porque se mantiene la independencia sin renunciar a la amistad y a la comunidad. Una vivienda ideal para mejorar la calidad de vida como jubilado.
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